jueves, julio 06, 2006

El gesto de la semana: La Bocina


La película "Falling Down", acertadamente traducida como "Un día de furia", comienza en un taco. Calor, insultos hacia adelante del embotellamiento, niños gritando adentro de un auto, y bocinas. Bocinas. De ahí en adelante un desempleado frustrado "estalla" internamente y se desencadenan una serie de acontecimientos en los que un hombre cualquiera de clase media se transforma en un peligro para quién se le cruce.

La bocina tuvo una noble intención en su comienzo: la gente no se acostumbraba a que existían los autos y caminaba por la calle, a su vez, todavía no existían los semáforos por lo que era necesario avisar que se venía, para evitar choques y atropellos. Paradójicamente, la bocina de usarse cuando un auto andaba rápido, ha pasado a usarse cuando un auto no anda nada.
Es cierto, todavía hay pajarones y perros a los que la bocina entrega un valiosísimo servicio. Pero los estresados que tocan la bocina en un taco no tienen perdón.
¿Qué pretenden?
¿Reducir lo molesto que es estar esperando que el de adelante avance? ¿Hacer que a punta de bocinazos el semáforo cambie a verde? ¿Que la bocina tiene un poder mágico que hace desaparecer los autos, y por ende los tacos? ¿Que la bocina es un sonido agradable de oír temprano en la mañana, o tarde de vuelta del cansancio? ¿Que la bocina la oye sólo el que "se la merece"?

El asunto es que más encima, igual que la tos en un concierto u obra de teatro, se transforma en una pegajosa mala costumbre que empieza a multiplicarse. Y todos tenemos que mamárnosla: otros conductores, peatones, ciclistas, y quienes viven o trabajan en los alrededores.
Si quieren andar rápido por los tacos, anden en bicicleta. Es limpia, silenciosa, ocupa poco espacio, hacen ejercicio, etc.

Mi sugerencia, si es que usted es un lector conductor, es que en los tacos se abstenga de tocar la bocina, mejor escuche música. Si usted es peatón, residente, trabajador, o ciclista haga algún comentario o gesto irónico del tipo "¡saquemos los semáforos y pongamos bocinas!", que tienden a ser más efectivos en evidenciar la estupidez que un gesto ofensivo o grosería.

No vaya a ser que un día de estos despertemos un sicópata desempleado-frustrado de clase media.
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5 comentarios:

memoriadepez dijo...

La bocina es el instrumento mediante el cual miles de conchasdesumadre logran llegar todos los días 5 minutos antes a sus cagadas de pegas.
Definitivamente: viva el peatonismo

Anónimo dijo...

Como tiendo a ir detrás del manubrio, tengo que sufrir con el ruido de la bocina del que va detrás mió. Miro por el espejo retrovisor, y veo a alguien con una cara de energúmeno, que no saca la mano de la bocina (como si fuese a avanzar).
La única solución que encontré, fue subir el volumen de la radio.

Anónimo dijo...

Que mejor que ir a la U en cleta, te ahorras esas tediosas esperas en los tacos y sobre todo te relajas,(cosa que a varios les hace falta).
No sean flojos si es posible ir a la U o pega, siempre que este a una distancia razonable, Caminen o usen la cleta.

Anónimo dijo...

Tocar la bocina es una costumbre de muy mal gusto. Pero es cierto también, que hay algunos lerdos recién bajados del caballo y subidos al auto que merecen algo más de un bocinazo de vez en cuando.

Anónimo dijo...

oye andres al final el que mas fuerte escucha el bocinazo es el que toca la huea
a subirse la cleta no mas
k