lunes, septiembre 04, 2006

El gesto de la semana: Conveniencia y Consecuencia

"O cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba" dice el subtítulo de "Dr. Strangelove", traducida al castellano como "Doctor Insólito". Esta genial comedia de Stanley Kubrick fue realizada en 1964 (plena guerra fría) y demás está decir que muchos tontos graves no se la tomaron con humor. Pero es una de sus principales virtudes: reírse de una paranoia vigente en ese momento, algo que se debería hacer hoy con temas como la delincuencia, para dar un ejemplo fácil y trillado.

Un general gringo se atrinchera convencido de que los comunistas están contaminando el sistema de aguas y por ende "los preciosos fluidos corporales", y ordena un ataque nuclear a la URSS que se comienza a hacer irreversible.
Aquí comienza la consagración del gran Peter Sellers en este film: hace 3 papeles, incluido el Dr. Strangelove un ex-nazi asesor del presidente de Estados Unidos (también Peter Sellers), que atrincherado en un búnker junto a su Estado Mayor y el embajador de la URSS intentan evitar la catástrofe de la guerra nuclear. Todos excepto un general (George C. Scott) que encarna la posición más extrema invocando que la guerra es inevitable y que lo mejor es bombardear a los rusos con todo.

En un momento Dr. Strangelove revela un "genial" invento la "Doomsday Machine" o máquina del día del juicio, aparato ruso que bombardeará automáticamente posiciones estadounidenses frente a un ataque. La máquina, claro, no puede detenerse.

Con el destino del mundo sellado, el cada vez menos "ex" nazi devela un plan para repoblar el mundo ocultándose en cuevas a los sobrevientes más "idóneos" -entre los cuales están todos los presentes en el búnker- quienes tendrán una proporción de 10 mujeres por cada hombre, todas en edad fértil y las más bellas, claro.
El plan deja a todos satisfechos y contentos, la destrucción nuclear pasa a tercer plano, y hasta el general más extremo, se convence de la idea y se seduce por la conveniencia de ella.

La consecuencia parece ser un "valor en sí mismo", vale decir, es automáticamente deseable y considerada como una virtud, y como todo "valor en sí mismo" creo que debe ser criticado y mirarse con algo de desconfianza.
La consecuencia tiene una virtud muy funcional: quien la posee -si es que es posible "poseerla" en términos esenciales- actuará conforme a lo que dice, a su discurso.
A su valores, si se prefiere.
Esto hace que las conductas sean más "calculables", o "predecibles" y así reducir que nos salgan con "sorpresas" que serían disonantes con la "carpeta valórica" que el sujeto en cuestión tendría.

Aquí comienza la primera falacia: muchas veces uno pide consecuencia a personas basado en una serie de valores que les atribuímos, sin saber si de verdad los defienden. Ejemplo: De la Maza sería inconsecuente al cerrar el barrio El Golf para los autos porque el es de derecha, y la derecha defiende la autodeterminación, la libertad, y la menor intromisión posible del Estado u otros entes en la vida de las personas. Libre mercado es la consigna, ergo, la prostitución debiera dejarse en manos del mercado. Evidentemente De la Maza no es un inconsecuente, o al menos no por esta razón. Ya que simplemente es un tipo al cual la libertad y autodeterminación no constituye una prioridad. Si lo es la conveniencia de tener a sus votantes contentos.
Otro ejemplo: Gladys Marín. Hasta en la derecha dijeron admirar su "consecuencia" cuando murió. Los afiches de campaña de Hirsch decían "consecuente como Gladys", y se supone que lo era, siempre combativa, y con un discurso casi invariante a lo largo de su carrera política. Casi, porque la verdad es que hubo momentos hace varios años en que llamó a no inscribirse en los registros electorales, para desdecirse unos días después y otra serie de "arrepentimientos". No obstante esta virtud -mantener un discurso uniforme y no disonante- se llama coherencia. La consecuencia es, como ya vimos, ACTUAR conforme a como se piensa. Y a muchos se les puede caer la imagen de "consecuencia" de la fenecida candidata comunista, como me pasó a mí el '98 cuando un amigo le preguntó cuánto costaba la micro, y no supo la respuesta. O cuando supe que vivía en una parcela nada "proletaria".

La verdad, es que la consecuencia no existe. No en estado puro al menos. Creo que no debe existir ningún ser humano que no se haya sentido inconsecuente en algun momento. Y es obvio, después de todo somos seres con elementos erráticos, pasionales, impredecibles. Si fuéramos consecuetes 100% seríamos meros autómatas que siguen al pie de la letra un código impuesto (a veces por nosotros mismos). La consecuencia es tan sólo una aspiración, como lo puede ser la perfección.

Una segunda falacia pasa por la conveniencia. Normalmente la conveniencia es algo que se mantiene lejos "valóricamente" de la consecuencia, hasta antónimos pueden ser. Y esa relación debe examinarse, porque para mi gusto están mucho más cerca de lo que se cree. Lo que se debe examinar es la conveniencia misma de la consecuencia, es decir ¿A quién le conviene la consecuencia? ¿A quién le conviene que seamos predecibles? ¿A quién le acomoda ser consecuente?

A mi criterio, la respuesta está nuevamente -gracias Nietzsche- en el PODER. Quién está en el poder, quien se beneficia del orden de las cosas y defiende los valores que tienen el mundo como está, quien defiende los valores del "sistema", es el consecuente más cómodo. Es el consecuente cuya consecuencia es exactamente idéntica a su conveniencia.

Después de todo, la mayoría dejaría las convicciones de lado por estar con 10 mujeres hermosas...
O tal vez no, por lo menos en "Occidente" la tendencia parece ser esa.

Por favor, reAcciones


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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Queda demostrado que la verdadera convicción humana, la que lleva a la acción de fortaleza, tambalea sobre cimientos huecos.
Es triste pensar que existen pocos que dejan que el "querer ser" y el "deber hacer" provengan de un mismo nivel.

Anónimo dijo...

claramente, creo que no se puede afirmar (a nivel filosofico, en lo cotideano aceptamos todo para no ser tontos graves) que alguien es feliz, activo, consecuente, etc. las personas no somos, si no que presentamos cierta distribucion de probabilidades de como actuar, y es en realidad eso a lo que uno se refiere -inconsientemente quisas- cuando dice "juan es chistoso" por que claro, si juan se ha mostrado chistoso en tantos carretes, lo mas probable es que salga con algo chistoso -puede cambiar juan, chistoso y carrete por gladys, consecuente y discurso o accion, respectivamente si lo desea- pero eso no implica que juan sea chistoso siempre. repito, creo que las personas no somos, somos interaccion con el medio en el que estamos y eso altera nuestra conducta e incluso podria alterar nuestros principios, ya que la verdadera escencia solo es apreciable cuando uno ve a una persona interactuar de muchas formas distintas con su ambiente.
quiero agregar que los cimientos no son huecos, lo que pasa es que nuestros cimientos no son sólidos y se modifican ante cambios en el ambiente y distintas situaciones a las que uno se enfrenta
buen punto, estimado JM.
saludos
k

memoriadepez dijo...

Defínase, Edmundo!

Anónimo dijo...

jajaja no po, si no se puede
habria que considerar el ambiente que es intrinsicamente aleatorio
eso es lo que falta para definir.se.te.nos.etc

Anónimo dijo...

Antes que todo, estoy de acuerdo en que Dr. Strangelove es una comedia genial.

Me parece que hay que darle una vuelta más a lo que dices de que la consecuencia en funcional al poder. Claro, en un primer nivel , como lo explicas, es cierto. Al poderoso le conviene tener un orden ( obviamente un orden que lo mantiene en el poder ) y por lo tanto claramente no quiere que nadie le venga a “ revolver el gallinero”. Sin embargo, consideremos el tema de la ideología por un momento y crucémoslo con lo que dices de De la Maza: varios puntos hay que desglosar aquí:

- Me parece que el que De la Maza crea en el libre mercado pero quiera regular la prostitución no es tanto una inconsecuencia ( quien la posee actuará de acuerdo a lo que dice) , sino más bien una contradicción lógica basada en una ideología ( aquí sí cabe la definición marxiana del concepto) conservadora en lo moral y liberal en lo económico. Creo que De La Maza sí actúa con consecuencia si miramos el asunto desde esta perspectiva, sólo que sus valores son contradictorios. Lo mismo que sucede en “ La Granja Animal ” : decir que todos somos iguales pero unos más que otros, es una contradicción, pero actuar de acuerdo a esto es consecuente.

-Ahora vuelvo a lo más general: a los poderosos también les conviene la inconsecuencia de los dominados, puesto que así se puede hacer girar su pensamiento de acuerdo a la conveniencia del poderoso. Cuando conviene piensen así, cuando no conviene no, o piensen esto pero déjenme hacer esto otro . Así no hay “ accountability” que se les pueda pedir, puesto que los simpatizantes giran y cambian de valores siguiendo a los poderosos a los que se encuentran sometidos incluso permitiendo que ellos hagan y deshagan : proclamar el libre mercado y la globalización económica , abriendo los mercados pero manteniendo fuertes protecciones a los productos nacionales eso es inconsecuencia que aceptan los dominados, claramente manteniéndolos en esta posición.

A.V

Juan Emar dijo...

Gracias por sus aportes.
La idea es justament esa: que queden vueltas por darle, que el tema no quede acabado.
En torno a lo que dices monje sólo dos cosas: estamos de acuerdo en que De la Maza no es inconsecuente, estamos de acuedo que en él -como en la mayoría de la UDI y la DC- convive esa dualidad liberal-conservadora, es justamente a eso cuando me refería que los valores muchas veces se le asumen a los sujetos, los cuáles no necesariamente los defienden.
Vale la pena pensar si efectivamente De la Maza actuó por conservador, o para mantener votantes...
Con respecto a la conveniencia de la inconsecuencia, también vale la pena darle otra vuelta. Creo que a ningun poderoso le conviene lo errático, lo no predecible: Saber es poder. No obstante, si esas consecuencias que se absorben por conveniencias se hacen predecibles, ¿Cambia la cosa o no?

Anónimo dijo...

El tema del poder pasa también, claro está, por la capacidad de Control y para poder controlar se necesita saber cómo es procesada la información, es decir, cómo se responde a diferentes estímulos (en la interacción con el medio). Existen sistemas que son altamente predecibles, ya que responden siempre de la misma forma ante el mismo estímulo (como el interruptor de la luz). Los seres humanos nos caracterizamos por no responder de la misma manera ante el mismo estímulo, somos impredecibles.
El ser consecuente claramente aumenta la probabilidad de responder del mismo modo ante el mismo estímulo, y en ese sentido sí contribuiría a predecir conductas y tal vez a controlar. Pero no basta con esto. No basta con promover la consecuencia por sí sola, este es sólo un elemento que hay que tener en cuenta.
La consecuencia es una forma de ser para con algo, no es el valor en sí, uno es consecuente con respecto a algo. Se es consecuente con lo que se piensa, con lo que se cree, con ciertos valores o principios, pero, ¿cuáles son estos principios a través de los cuales se rige mi actuar? Sólo si se puede conocer estos valores o principios, “con qué se es consecuente”, sólo así se podrá predecir de mejor manera las conductas. En resumen, la consecuencia como mecanismo de predicción será útil sólo cuando se conozca “con qué se es consecuente”.
Pero entre la consecuencia y la inconsecuencia, creo que a los poderosos claramente les conviene más la primera.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo. Creo que muchas veces les conviene que ciertas personas digan una cosa y hagan otra , o que tengan ciertos valores y actúen de acuerdo a otros.
Si alguien siempre actúa incosecuentemente también tiene cierto grado de predictibilidad o no?
Me parece que hay mucho Luhmann por acá....

Anónimo dijo...

Otra cosa: te equivocaste de
" anonymus" ....

Anónimo dijo...

dos cosas:

-a veces nuestro pensamiento más secreto es nuetro peor enemigo, nuestra hora más silenciosa, que se posa sobre nosotros y no nois deja tranquilo. nos pide que le respondamos acorde a su mandato. siempre nuestra respuesta va a ser ciega. por lo que, ser consecuente no siempre es un armonioso estar con nuestros valores (en sentido nietzscheano)

segundo: apelar a la consecuencia puede llegar a ser peligroso. se puede reconocer consecuencia en ciertas personas que prfesan alguna fe, alguna convicción, que, lejos de ser un pensamiento, es una mera arbitrariedad, muchas veces obedecía por ende impuesta amablemente por alguna espíritu pastoril. por lo que se infiere que, no por se consecuente, uno afirma un pensamiento, sino, la mayoria de las veces, una tontería peligrosa.

luis felipe oyarzún

Anónimo dijo...

y qué libra a un pensamiento de no ser una tontería peligrosa?

Anónimo dijo...

perdón, está mal dicho. ahora sí: ¿y qué libra a un pensamiento de ser una tontería peligrosa? ¿y peligrosa según qué o quién?

Anónimo dijo...

¿qué lo libra? que sea pensamiento y no fe, ni convicción, ni arbitrariedad, etc. Pensamiento puede ser aquello común a toda humanidad, por sobre el ramillete de perspectivas. ¿es objetividad? mm..no creo que deba llamarsele de esa forma.

una convicción peligrosa: los ridiculos nazis criollos que no saben lo que dicen, que tiene oidos grandes para escuchar bien las ordenes y se resisten a pensar por sí solos criticamente. otra convicción peligrosa: afirmar la doble muerte fundado en una creencia catolica-paulina de la inmortalidad del alma y del Dios único y castigador. Primera muerte: muerte en vida, rechazo del deseo, la voluntad, de la vida, de la tierra; todo para deliniar el camino a la muerte factica.

si todos los pensamientos son arbitrariedades..entonces nos despedimos del arte, de la filosofía, de la gran política..de la Historia.

o no piensas que sea así, pía?

saludo cordial
luis felipe oyarzun

Anónimo dijo...

claro que pienso así, felipe, pero no puedo evitar dejarme impregnar por el curso de derrida que estoy tomando.
con independencia de lo anterior, me parece que muchas veces un observador puede considerar que su convicción o "fe", como tú la llamas, es un pensamiento (universal?, por lo mismo, que versa sobre alguna clase de esencia?). y la historia, al menos la oficial, no siempre se encarga de dejarlo en evidencia.
saludos cordiales.

Anónimo dijo...

si lo ves desde Derrida:

recordaras que, para Derrida, el pensamiento occidental debe responder a una doble exigencia, a un doble llamado ineludible, y por ser tal, destinal. Por un lado, su herencia (metafísica), por otro, un por-venir (diferente a un futuro planificable). Esta doble exigencia apremia al pensamiento a ser fiel hasta la infidelidad con la tradición, es decir, pensar lo pensado en ella para que desde allí se generé lo absolutamente Otro. Este doble llamado Derrida lo ve como estructura aporética, como aquella comunidad de la cuestión que él habla. La principal aporía, "fuente" de todas las demás, es la de universal-singular. Un ejemplo. Pensar los derechos del hombre como creación occidental, euroipea, pero sin limitarse al sectarismo y pensar lo universal, como humanidad. Por lo que el pensamiento, si es pensamiento y no fe, ni convicción ("buena conciencia llama a esto Derrida de forma irónica), debe apuntar a esa exigencia de universalidad, que es paradojicamente imposible por nuestro caracter finito. De ahí la aporia que cruza el pensamiento. De ahí la responsabilidad. De ahí aquella palabra oscura de differance.

saludos cordiales.

luis felipe oyarzun

Anónimo dijo...

buena respuesta. nada que decir.salvo que mis reflexiones sobre el observador nada tienen que ver con derrida, de ahí el "con independenca de lo anterior". (exculpémoslo entonces)

igual vale la pena recordar que, segùn tengo entendido, es "la huella" lo que antecede a cualquier selecciòn de diferencias, o, dicho de otra forma, a cualquier jerarquizaciòn de binarios.

sin duda es un tema que da para romanticismos y tambièn para lo contrario.

saludos afectuosos

Anónimo dijo...

tienes razon.. no cai en la cuenta de ese "con independencia de lo anterior", falta de atención o poca rigurosidad en la lectura. cuantas estupideces han acontecido por faltas similares (e.j. la lectura nazi de nietzsche, justificación filosofica a los horrores injustificables desde el pensamiento).

entonces.. el observador:

que una persona o grupo de personas tenga por universal (infinito, real y eterno) su convicción, para que luego la historia ironice a partir de él. ejemplo: el pensamiento milenarista que profesó, quemó, asesinó y castigó, fisica y sicologicamnte, ante las postrimerías del año 1000, es decir, el apocalipsis. como este no llegó, los teologos se enfrascaron en disputas respecto a si se concideraba el año 1000 desde el nacimiento o la muerte de jesus. esto di rienda suelta a 33 años más de deliro.

- "la huella"... no se que decir. la verdad, no he entrado mucho es eso (¿mal de archivo?). quizas la huella como aquella herencia irrecusable, aquel hito en el camino que nos reclama respuesta inmediata, responder a su llamado, por él y de él. huella, como lo que viene porque ya a acontecido, como aquella experiencia de la aporía, que obliga y libera.

me carrileo..

saludos cordiales

Gabriel Mérida dijo...

¿qué estudias?

saludos,
G