lunes, mayo 29, 2006

Apéndices acerca del precedente y a propósito de los secundarios


No puedo resistir el impulso de dar cuenta de sucesos que acabo de oir, a propósito de las divagaciones anteriores en torno a la política y la mentira (por supuesto inspirados por el viaje en bote de vietnam a camboya).
Se ha hecho evidente que el asunto "secundarios" se ha transformado en la última vedette del momento.
Las hordas que dan cuenta de un superhávit de periodistas, han encontrado una fuente "real" de sustento entre tanta mentira y noticia sobredimensionada de futbolistas que firman autográfos en sus piezas y media hora de noticiario a un accidente de bus, como vimos hace más de una semana ya.
Eso es de esperarse.
Que se transformen en tema obligado de conversación y de "posteo" en blogs y similares, también es de esperarse y de hecho, constituyen hasta cierto punto una consecuencia del fénomeno anterior.
Ahora lo que me encabrona, y he ahí la razón de este "apéndice", es la instrumentalización política de este fenómeno. En este caso concreto, por parte de la oposición. Más temprano que tarde veremos como el gobierno logra instrumentalizarlo.
No es nada nuevo en todo caso, a eso apuntaba con lo dicho previamente acerca de la ruptura y la conciencia de una ingenuidad previa al "desencanto" o "descubrimiento". No debiera sorprender, pero siempre debiera enojar y provocar algun grado de malestar crítico al menos.
Resulta que parlamentarios de la alianza agarraron papa para pedir la salida del reciente ministro de Educación. Como si eso solucionara algo. El problema concreto -disculpen lo obvio de las próximas palabras, no creo que nadie las necesite realmente- es la calidad de la educación, calidad que está amarrada al último golazo de pinochet: la LOCE (http://www.colegiodeprofesores.cl/legislacion/LOCE.html - 5k).
Si bien esta ley garantiza una libertad de la educación, nuevamente siguiendo el prejuicio (o buenas intenciones) liberal, esta libertad se adscribe al mercado, y son esas las políticas que rigen la educación (primaria, secundaria, y superior) en nuestro país. No es de extrañarse que la calidad se relegue en pos de la cobertura, esa es una lógica mercantil.
Eso es el problema de fondo que moviliza a los secundarios, entonces que los frescos de Allamand y Prokuriza entre otros hablen de sacar al ministro y de que el Estado fracasó en la educación me revienta. Si existiera un legítimo interés de solucionar el problema partamos por la raíz de éste. En vez, se intrumentaliza el problema para desestabilizar al gobierno y sacar dividendos políticos. ¿Y el sistema de educación? Intacto por supuesto.
Quiero dejar en claro que no pretendo defender ni al ministro ni al gobierno (y pido disculpas si a más de uno los ofendo con lo obvio de esta aclaración), dejar en claro también que creo que el cambio demandado no pasa tampoco por la sola derogación de una ley, aunque constituye un antecedente necesario.
El tema, nuevamente, es la mentira. Y la política como su espacio por excelencia en estos tiempos de decadencia.

sábado, mayo 27, 2006

Acerca de la mentira, la política, y el viaje hacia Kurtz


Aprovecharé de dejar en claro algunos aspectos de formatos que ya he ido resolviendo. Trataré de publicar algo en este Blog por lo menos una vez a la semana, y es muy posible que las películas me sirvan de vías de acceso a lo que realmente me interesa tematizar (sin pretender jamás que ésto sea un Blog de crítica de cine).
El viaje del capitán Willard hacia el Coronel Kurtz representa uno de los esfuerzos más acabados del cine para dar cuenta de como la mentira envuelve la realidad de la administración del poder y la extensión de la mediocridad dentro de la misma.
Y es que esta fuerza cancerosa de la cual Coppola da cuenta (recomiendo por sobre todo la version "Redux" de Apocalypse Now), sólo se hace evidente en un proceso que implica en cierta medida un viaje y una ruptura. Ruptura con la realidad y toda su coherencia ( lo cual tiende a desencadenar episodios de algún grado de "locura", o de escapes de la "lucidez" o "sobriedad")
Es una violencia hacia la realidad que se vuelca hacia uno mismo. Nos cuesta perdonarnos la ingenuidad característica de la época anterior al descubrimiento, al desencanto, a la evidencia de la mentira.
Algunos vuelcan exteriormente esa violencia de forma artística, otros de forma hedonista, otros de forma directamente violenta. Violencia que no debe jamás reducirse a una agresión física o verbal, sino asumirse como una fuerza activa de choque. Una demanda de desacuerdo y de veracidad sobre la realidad.
Dejo pendiente (y me hago un poco el loco) la equivocidad del concepto "realidad", y le pido prestada una muleta a Nietzsche para recordar a la verdad como metáfora, como construcción, como voluntad -y en todo caso- humana, demasiado humana.
Con desagrado veo cómo la falsificación de la realidad por parte de la política se evidencia en la famosa "agenda valórica" que por estos días tiene apuntada entre sus páginas la Eutanasia y, en menor medida, el aborto.
Se exige desde la oposición disciplina a los parlamentarios concertacionistas que pretenden legislar sobre temas que no son parte de la agenda de gobierno. Encubren aquí un derecho legítimo garantizado constitucionalmente (aunque sea sólo eso), de presentar proyectos de ley desde el mismo parlamento. La división e independencia republicana de los poderes, que tanta gárgaras hacen en los supuestos liberales, va quedando atrás en el viaje sinuoso que trepa por el río hacia Kurtz.
La idea es que el parlamento sea un instrumento de la presidenta o de la oposición para los muñequeos políticos, pero no el supuesto lugar de expresión de la discusión ciudadana que construye su realidad. Esto que tanto le gustaba fantasear al ex-presidente-patrón-papá de Chile Lagos en sus discursos autoritarios, que referían a una fábula de una democracia que consistía, real y finalmente, en el mero consentimiento.
Se opta por la censura del tema para no resquebrajar una alianza que administra el poder y pretende seguir haciéndolo (como todos en política), dejando de lado una discusión que no es menor: ¿Quién es el dueño de la vida? ¿Dios o el sujeto? ¿La iglesia o la ciudadanía? ¿El progresismo o el conservadurismo? ¿El medioevo o la (pos)modernidad? ¿La DC y alianza por chile, o PPD y PS?
Quedará pendiente esta discusión ciudadana que por ahora no tendrá arena en su supuesto espacio por excelencia (parlamento), hasta que los intereses de poder lo estimen convenientes.
Seguiremos envueltos en mentiras y fábulas, y sintiéndonos avergonzados por nuestra ingenuidad, y por qué no, violentados y violentos. El Horror.
Aplaudo de pasada el posicinamiento y legitimidad de los secundarios, me generan una sana envidia.
Agradezco aportes y disonancias (en algun lugar se tienen que dar)

viernes, mayo 26, 2006

Palabras de inicio


Comienzo mi debut en el cyberespacio para darle forma y "espacio" a las críticas y situaciones que me amargan de nuestra mediocre realidad.

¿Es un llamado a la violencia?

Por supuesto, en la medida en que la violencia es preexistente y se multiplica y rebota en los ecos que genera.

Debo tributar "V de Venganza" tanto al cómic de Alan Moore, como la película aún en cartelera, por brindarme una legitimación estética que en algún lugar estaba esperando. No deja de ser menor que una lucha terrorista contra un Estado terrorista se legitime, y deje una sensación heroica (a quienes les suceda por cierto). Que se genere ese efecto es porque algo de sentido nos hace y algo vemos reflejado. Recomiendo de pasada "Paraíso Ahora".

No puedo dejar de aventurar algo que espero profundizar: el intendente metropolitano declaró que está haciendo "todos los machitunes posibles" para que llueva. Resulta que ahora la lluvia no sólo debiera estar al servicio de nuestras necesidades, sino que de fenómeno climático se ha transformado (su falta) en la causa del smog; el cual yo estaba convencido que se producía por las emisiones de humos contaminantes.

Tampoco puedo dejar de sugerir otro frente de discusión: el "código de buenas prácticas" que el gobierno instruye en las reparticiones públicas donde se privelegiará a las mujeres en los accesos a cargos y ascensos frente a una igualdad de méritos con los hombres. Todo esto, claro está, en pos de la supuesta paridad de género e igualdad de oportunidades. Propongo los conceptos discriminación positiva, sacrificio del mérito, cristalización de la mediocridad, e institucionalización de la "lucha de géneros"; por provocar sólo con algunos.

Queda abierto, y queda pendiente...