miércoles, septiembre 26, 2007

El femicida del mes: "El chacal de Nahueltoro"


Como este se supone que es el mes de la patria, pensé que el femicida de este mes debiera ser alguna historia que esté encarnada en la "identidad nacional", si es que eso existe. En fin...

En Nahueltoro, una localidad de la región del Bío-Bío cerca de San Carlos, corría el 20 de agosto de 1960 y Jorge del Carmen esperaba ebrio e impaciente a su pareja que había ido a cobrar su pensión de viudez.
"El canaca" -como le decían- usaba al menos 4 nombres distintos, entre ellos José Sandoval Espinoza o José Jorge Castillo Torres, pero pasó a la posteridad (y en la historia del cine chileno con Miguel Littin) como "El chacal de Nahueltoro".
Era un inquilino analfabeto que a los 8 años decide salir a "andar la tierra", buscando trabajos temporeros por los campos. En eso andaba cuando se topa con Rosa Rivas de 38 años, cocinera del fundo Moticura que recientemente había enviudado quedando con 5 hijos. Deciden hacerse compañía y por algún tiempo Jorge (o José) vive con la viuda y su familia.

Sin embargo aquella tarde de ebriedad, un problema burocrático imposibilitó que Rosa cobrara su pensión de viudez. Jorge no le creyó. Pensó que era sólo una mentira para que no siguiera tomando vino, y en un rápido y furioso arrebato de ira tomó su guadaña (simbólico, es el instrumento con que se representa a la muerte) y mató a Rosa.
Pero no se detuvo ahí.
Mató al pequeño bebé de meses, y luego uno por uno persiguió y mató a los 4 hijos restantes.
Ya se había dado a la fuga cuando el patrón del fundo encontró los 6 cadáveres con las rocas que "El Canaca" había dejado encima de ellos.

Pasó un mes hasta que la policía lo encontró en una ramada, probablemente para un 18 de septiembre.

Y aquí viene lo más sórdido de la historia: en los casi 3 años que estuvo preso mientras duraba su proceso Jorge aprendió a leer y a escribir, aprendió a confeccionar guitarras, e incluso se hizo católico. Un vez educado, se mostró tremendamente arrepentido de sus actos. Sin embargo el indulto presidencial no llegó.
En resumen, se tomó un salvaje, se le educó, rehabilitó, comprendió su error y su culpa...y se le fusiló.

Da para pensar ¿no?
Como en lo morboso de esa ejecución y en el preguntarse por el fin de la justicia: ¿venganza/reparación/rehabilitación...?

Arriba la foto cuando fue arrestado, acá ya "civilizado" en la cárcel.


En fin, Por Favor reAcciones

4 comentarios:

José Nova dijo...

Este caso me recuerda esa gran cueca de Roberto Parra, "El Arrepentido".

Es cosa de contrastar este caso con el de los femicidas de hoy. Asesinos de medio pelo, salen a los pocos días por "falta de méritos" y al rato ya han cometido otro crimen. Y lo más bien que andan sueltos por la vida.

En cambio, alguien que se educa, que se hace mejor persona en la cárcel y que realmente se arrepiente de lo que hace, es fusilado sin más.

Bonita la justicia de un país que supuestamente cultiva los valores cristianos.

Saludos.

mariana dijo...

Se supone que las cárceles debieran cumplir con ser un castigo, pero también debiesen ser una instancia de "rehabilitación" para la posterior reinserción a la sociedad del individuo...

El problema de las cárceles es un asunto complejo, por lo general por el problema de hacinamiento terminan cumpliendo el rol educativo al revés... los que entran aprenden a delinquir mucho mejor y salen además de con muchas más técnicas, con mucha más rabia...

Es un problema no sólo de la justicia, ni de la capacidad de las cárceles, sino que también de las oportunidades reales que los individuos perciben en el "mundo de afuera".. va mucho más allá..

Saludos, sigue escribiendo!

Ps: esto del "femicidio" ha tomado unos ribetes faranduleros increíbles... andan dando "cómputos" diariamiente, a lo más teletón...

Juan Emar dijo...

José y Mariana:
Gracias por los aportes. Estamos de acuerdo. El derecho penal no es lo que pretende, las cárceles no hacen lo que debieran, y hay muchos sueltos que debieran estar encerrados.
Mariana: tienes toda la razón. Me había fijado también en el recuento teletonístico de los "femicidios". Triste complicidad con el prejuicio desde la ignorancia de muchos periodistas. Insisto: ¿porqué no hacer un conteo de TODOS los asesinatos?
En fin...muchos saludos

Anónimo dijo...

quisiera hacer un comentario de la triste historia de vida que tuvo este hombre desde que comenzo su infancia y la lamentable falta de civilización que había en esos años lo triste es como èl se referia a estar en un paraiso dentro de la càrcel, ya que su vida afuera era un infierno, pero esto no justifica lo que hizo a travès de su avanzado problema de alcoholismo.