miércoles, diciembre 10, 2008

El (Anti) Rock&Roll del momento: "Madonna Subprime"


Sobre gustos hay mucho escrito. No existe, por lo tanto, la posibilidad de hacer un juicio que no sea una mera perspectiva.

Es lo que creo.

Considero una discusión poco atractiva el juzgar la calidad artística y creativa de la "reina".

Sea un buen manejo de imagen, buenas fórmulas musicales poperas, capacidad para reinventarse, una trayectoria absolutamente ecléctica, un coqueteo con la ambigüedad sexual, una vida entre escándalos y ayudas humanitarias, o bien una gran mezcla de todas las anteriores (y probablemente mucho más) pero la diva se ha ganado ese apelativo.

Probablemente el show de hoy y el próximo sean de gran calidad y profesionalismo.

Buenos músicos, buenos bailarines, y un despliegue impecable-casi-perfecto de Madonna que -me atrevo a especular- ronde en una frialdad demasiado profesional.

En fin, más allá de que genere un "respeto" unánime a estas alturas de su carrera, hay otros "símbolos" que pueden ser ilustrativos.

El primero es el colapso en las ventas de sus entradas. Entradas, todos sabemos, carísimas.

El segundo es que estas mismas entradas tenían "preventa exclusiva" para los clientes de una compañía de telefonía o de un banco, quienes a su vez podían comprar hasta 6.

El tercero, es que hay gente que durmió dos días en el estadio e incluso perdió la pega para ver el show de hoy.

Éstos últimos me merecen una extraña mezcla entre respeto y compasión.

Respeto porque valoro el fanatismo por la música.

Compasión porque dudo que esos dos días de penitencia les garanticen algo más que posibilidades de fatiga (hacen 32º), incomodidades, malos olores y ropa interior que tiende a repelente.

La experiencia me ha enseñado que a la hora de lo "quiubos", da lo mismo a la hora que llegues a un concierto, si tienes la determinación (y en este caso la entrada a cancha VIP) podrás llegar adelante.

Ahora, sobre los primeros dos puntos (que tienden a ser el mismo), en su momento -pese a mi nulo interés de ir a un concierto en que la galería del Nacional vale más de 30 lucas- debo reconocer que me dio bastante rabia.

Por un lado, el elitismo (que incluso motivó un recurso de protección) siempre genera ese escozor. Es decir, que tengamos lo peor de las consecuencias del liberalismo y ninguna de sus promesas (como la igualdad formal o los beneficios de la libre competencia), hace que enojarse por esto sea "políticamente correcto".

Pero por otro lado, la posibilidad que se pudieran comprar hasta 6 entradas, originó un espectáculo acaparador del tipo "me aseguro con 6, y hago el negocio en reventa".

Pues bien, el espírituto de la venganza -dice Nietzsche- lo tenemos encarnado en la cultura occidental judeo-cristiana. Como estamos lejos de ser "espíritus libres" -y menos "Superhombres"-, nos resulta natural (aunque feo) alegrarnos de que los asegurados y los especuladores reciban su "castigo".

Y la verdad es que en esta semana me han llegado al menos 6 ofertas de entradas de Madonna a mi mail, algunas a menos de la mitad de su precio original.
Y eso que a mí no me gusta el pop.

Y en el caso de varios amigo/as y conocido/as, son muchas más las ofertas-spam de entradas.

¿Quién les devuelve la cola de acaparadores que hicieron?

La lógica que precipitó la crisis financiera fue la misma: apostar a que algo se iba a vender más caro en el futuro, y comprar y "empaquetar" descriteriadamente.
Cuando se dieron cuenta que apostaron mal, se vino abajo el asunto.

Lástima que en el caso de los "subprime" vamos a terminar pagando todos.

Por Favor, reAcciones


P.S.: si bien la fecha que sale acá arriba es un día antes que la de su publicación real, esto responde a una imposibilidad técnica de haberla subido el día que lo escribí. O sea, ayer. Mis disculpas a lo/as riguroso/as puristas.

P.S.2: ¿Alguien fue? Por favor coméntenlo.

P.S. 3: ¿Usted también se vio invadido/a por ofrecimientos de entradas?

16 comentarios:

Gus dijo...

Profe:

Le encuentro la razón en el grueso. Que la loca esta tenga una carrera "artística" que pueda generar respeto, que el show es rimbombante y que el cuerpo de bailarines, músicos y encargados de efectos especiales es gigantesco. Que además los pelotudos que compraron entradas (siguiendo el elitismo de la empresa de telefonía y la otra alternativa de ser clientes de determinadas entidades bancarias) y se fueron a pérdida y que además tanta parafernalia resulta fría por decir lo menos con respecto a la preparación casi cerebral del show.

Sin embargo me niego a considerar este show como una importante oportunidad de ver a la diva en Chile. Me niego también a sentir compasión por la manga de tarados que perdieron la pega y que llegaron a hacer guardia hace 2 días al nacional. Y podría nombrar el recurso más fácil para considerar este concierto (si se puede llamar concierto a un espectáculo que primariamente genera sonidos en base a computadores) un desastre: la primera final del campeonato nacional entre mi equipo (El Colo) y Palestino se va a ver afectado por el estado del pasto por culpa de los energúmenos que asistieron tanto al evento de anoche como al de hoy. ¿Por qué? Porque me recuerda a lo que pasó para el primer concierto de Marco Antonio Solís en Chile: el público estaba compuesto en casi su totalidad por personas ajenas a eventos de este tipo, por lo que no saben comportarse en un concierto y generalmente dejan la tendalada.

Y segundo, porque me da una rabia tremenda (mucho más grande que el hecho de ser un concierto elitista y con un "lleno" ficticio -de hecho aún quedaban varias entradas disponibles anoche-) que se privilegie cualquier cosa (el año pasado fue Wysin y Yandel, creo) en el nacional y que cuando seamos los chascones que queremos ver a Iron Maiden o similares en el estadio nacional y no en la cagá chica de la Pista Atlética se nos niegue la autorización puesto que somos un "público de riesgo"... Qué pelotudez más grande, si a final de cuentas los que estamos más acostumbrados a eventos masivos somos los rockeros, que sabemos cómo entrar a un concierto, cómo no matar a un asistente ya sea en la mitad de un moshpit o en un cabeceo desenfrenado, que hasta sabemos cómo meter una promo o un six-pack dentro del estadio sin ser detectados por la fuerza pública y que sabemos que si tiramos las colillas de cigarros en un lugar no apto vamos a terminar quemando el recinto...

Mis descargos ya planteados, considero que el excelentemente llamado subprime de los revendedores que esperaban que las presentaciones de la Cicconne en Chile iban a causar furor y terminaron desesperados vendiendo las entradas a la mitad del precio que pagaron en un principio (me llegaron a ofrecer varias entradas mientras estaba vistiendo una de mis poleras de Sepultura, ¡plop!) es un ejemplo más de la codicia humana que se vio en la caída de Wall Street y que se seguirá viendo mientras no le tomemos al peso de que el sistema imperante económicamente no está siquiera cerca de ser perfecto o eficiente y que inevitablemente causará un colapso tras otro.

Saludos profe

P.S.: no podría haber titulado de mejor manera esta columna "Anti Rock and Roll"

Anónimo dijo...

Yo encuentro que esto de las entradas vip le quita todo el misticismo al fanático de verdad. Antes, el que llegaba a dormir al Estadio una noche antes de que empezara el recital , era el que quedaba más adelante. El sacrificio físico y mental tenía sentido, todo por un fanatismo de ver al ídolo un poquito más de cerca y tener el sueño de que el ídolo te viera a tí, ahí, aperrando en primera fila sabiendo que implicó aperrar desde muchas horas atrás. Ahora con esto de las entradas vip y los espacios delimitados- porque es cierto que igual se puede avanzar con determinación pero sólo hasta cierto punto, hasta cierta barrera - el fanatismo se transformó en un asunto de mercado. Entonces, el sacrificio que ahora se tiene que hacer es económico, " él es fanático, compró una entrada de más de 100 lucas". Pero claramente, en este segundo caso la cosa no es tan así, porque ahí se juntan fanáticos que ahorraron y se endeudaron para ir, con personas a las que les gusta y tienen la plata para pagarlo, para ver y estar más cómodos. Aprovecho este espacio para compartir mi pataleo personal contra lo vip y a favor del fanático/a de verdad.

Antonia

Juan Emar dijo...

Gus: se agradecen los descargos rockeros, con los que no puedo estar más de acuerdo.
Me gustó eso del "lleno ficticio".

Lo de la cancha del nacional es un problema de nunca acabar. Finalmente es un recinto deportivo, y darle 2 conciertos y una final en menos de una semana es absurdo.

Saludos

Antonia: agradezco tu pataleo. Hice uno similar en estas páginas el 14 de noviembre del 2007 llamado "Cancha Vip".
Estamos muy de acuerdo
Saludos

Anónimo dijo...

entonces soy una energúmena.

Yo fui al recital de Madonna... de hecho a los dos. Creo que venir a justificar mis gustos es absurdo, ya que cada uno verá que le acomoda más.

Independiente de eso, coincido enormemente con lo del elitismo.. en mi caso, no era ni clienta de esas compañía de celular, ni del banco... y tuve que buscar a alguien que sí, y que estuviera dispuesto a comprarme mi entrada para el primer concierto.

Eventualmente, el colapso de entradas se dio por lo que dices: gente comprando las 6, revendiéndolas, o tratando de hacerlo... cosa que es absoultamente absurda y a mi parecer, injusta... personas que no tuvieron la oportunidad que yo tuve de "conseguir" a alguien que me prestara su cuenta y celular, tuvieron que pagar un precio más alto (aun) para "asegurarse" una entrada... sólo en el último tiempo, al verse desesperados, las bajaron de precio.

A Gus le molesta que sea computarizado.. su opinión. Yo, que disfruto de la electrónica y el pop, no me hago problema.. el show de primera, sonido espectacular.

Y defiendo al público de Madonna respecto a otros: no sé si los rockeros serán tan el mejor público, pues, muchos vamos a eventos masivos, y no todo es si se logra entrar algo "ilícito" al lugar donde sea el concierto, ni saber apagar la colilla del cigarro (cosa que, en teoría, tiene interiorizada cada persona que fuma, independiente si es rockero o popero) y, como ya debes saber, ni el 10 ni el 11 no quedó la tendalada... quizás los prejuicios que se les hacen a ustedes los rockeros, también los hagas con nosotros ustedes.

Ahora, tampoco soy ciega, sé que Madonna no es perfecta tampoco: mostrar imágenes de niños muriendo de hambre, y cobrar 30 lucas por galería, no es lo que se llama consecuencia, ya que claramente esa plata no irá a África... inconsecuencia que están de moda, al parecer, hasta con bandas "amigas" del público, como Radiohead.

y Antonia.... de acuerdo! el segundo día fui a cancha, y, si bien logré avanzar, igual quedé en posiciones poco cómodas para ver bien el espectáculo... sin la cancha vip.. habría quedado bien de lujo.

Saludos

Nicolás Farias dijo...

viendo unas estdisticas de los precios de las entradas en los ditintos paises de sudamerica en que se realizan giras como las de maddona, U2 y muchos otros artistas me di cuenta que justamente Chiele es el áis donde mas caro se venden las entradas, la productoras que traen a maddona sabern que aqui los pelotudos se van a gastar los que no tienen por ir a ver a ver a su artista, en resumias cuentas ellos conocen como vamos a actuar, saben que somos "cómodos" en el sentido de que si nos propusieran no asistir a un concierto donde las entradas tienen precios tan caros que en ningun otro pais de sudamerica se pagan diriamos que no, que preferimos argumentando cosas como que "no todos los dias se puede ver un show de esta magnitud..", "o que nunca vienen y esta es la oportinan de asistir" y pelotudeces de ese estilo.
Y esta actitud se ve tambin cuando se nos pasa a llevar, cuando un politico no cumple lo que promete y ahi nos quedamos marcando el paso, porque ciertamente es mas facil y cómodo el quedarnos parados que manifestarnos y "actuar".

Un vez escuche una frase que decía:"el día en que los pobres se unan los gobiernos del mundo caerian en tres días". y ahi esta el problema, como unir a los pobres o mejor dicho como nos unimos.

Keko dijo...

que bueno que ya pasó este evento que no paraba de invadir publicidades, prensa, etc. me salía hasta en la sopa y ya estaba chato

madona es un simbolo màs del imperialismo cultural y económico, lo peor de todo es que su "excelente manejo de imagen" lo terminan pagando todos nosotros por los efectos rtedistributivos de un comercio internacional que primero beneficia a eeuu

me da pena wn esta idolatría a una hueona que tan poco tiene que ver con nosotros, y más aún por que ella ha sido la banda sonora de la vida de muchos fanáticos, teniendo tan buena música para esucuchar en este espacio entre la cordillera y el mar

a mi tb me llegaban las ofertas de madonna con un "y si alguien sabe de alguien que quiera me avisa por favor" esto solo me merece un huajaja aunque tb había pensado escribir algo al respecto

por que tanta reventa? y reventa mala? si las vendían más baratas po loco .. la productora se las ingenió para provocar una locura colectiva y de alguna manera convenció a muchas personas que no estaban tan ahi con ir a comprarlas a un precio altísimo.

en fin, lo lograron y la gente cayó (no se como se escribe, pero es el call/yó de caerse) y todo lo que eso implica

salud!

no te has motivado con el dvd aún?

Anónimo dijo...

En ambas instituciones se regalaron montones de entradas, respondiendo preguntas de trivia, por empleado de la semana, mes, cualquiera fuera el motivo. Vender dichas entradas, aún a mitad de precio, resulta buen negocio.

Si hubo apostadores y perdieron con ello, es el riesgo de las apuestas. Si fue así, que aprendan la lección, pero no me consta. Sin embargo, la comparación con las «subprimes» peca de ignorancia respecto a la crisis de las «subprime».

Cuando ví lo de Madonna y la exclusividad de un par de tiendas, sólo imaginé que fue la respuesta a la exclusivdad de los iPhone sólo para otras empresas. Ambos se comercian como un producto.

Y en el espectáculo habían 3 tipos de público: 1. Los que fueron porque les gusta Madonna; 2. Los que fueron acompañando (padres, tíos, parejas); y, 3. Los que fueron por el espectáculo y porque con 50 años Madonna no vuelve a tocar en Chile.

Yo estuve en el grupo (2). Y debo decir que me llamó la atención cuanta nariz respingada asistió al concierto. Es de las pocas veces que tanta gente linda baja del Barrio Alto al Estadio. La otra fue con U2: el primero de los recitales elitistas. No pude ir, porque en ese entonces, no podía pagarlo.

Juan Emar dijo...

Dama: me parece que sólo puedo replicarle un elemento de su opinión. La teoría de que cada persona que fuma tiene interiorizada que hacer con una colilla, está demasiado lejos de la realidad.

Y me enerva constatarlo a diario. En todo caso estoy de acuerdo, creo que trasciende el gusto musical.
Saludos.

Nico: es más, creo que en el caso de U2 las entradas eran más caras que en Inglaterra. O puede que me esté confundiendo de concierto, pero el caso es que estamos incluso caros para Europa y EEUU.
Comparto, somos un país al que es fácil meterle goles. Y lamentablemente tanto productoras como políticos le sacan trote a eso. Pero los peores de todos, son los que lucran de ese endeudamiento vía cuotas y comisiones de tarjetas.

Keko: la jugada de la productora fue magistral. Tal como lo dice Gus, el elitismo de venderlas (en cantidad "limitada") generó ese "lleno ficticio". Hay que reconocerles que le dieron medio a medio en el clavo.
Sobre Zappa, motivación no me falta. Sí tiempo. Estas semanas han sido terribles.
Te avisaré luego.
Abrazo

Anónimo: ¿Peco de ignorante? Qué lástima, pensé que ya me había desprendido de la noción de "pecado", y por otro lado me gustaba la analogía.
Depende por donde miremos la crisis subprime, y depende que sea lo que nos "conste". Desde la hipótesis que usted plantea (reventa de los regalos de concursos), por cierto que no se hace muy sostenible. Pero desde donde narro esta columna, no me consta que ninguna de las entradas que me ofrecieron hayan sido ganadas.
Sí me consta las que se compraron, incluso con deliberado sentido de la especulación (como el caso que está linkeado en la columna).
Y si bien, esas narices respingadas que usted describe en el público difícilmente sean un segmento "subprime" -o "NINJA" si lo prefiere-, creo que a estas alturas es claro que gran responsable de la crisis fue justamente hacer una mala apuesta: que los créditos que se otorgaban iban a dar rentabilidad, y que las casas siempre suben de precio.
Bajo esa perspectiva, creo que la analogía con la especulación de las entradas y venderlas bajo el precio de compra es apropiada.

Ahora, le agradecería que fundamentara porqué le parece de una "pecadora ignorancia" la comparación, asumiendo -claro está- la perspectiva desde donde se narra la columna.
Muchas gracias

P.S.: Alguna vez me gustó mucho U2. Fui al primer concierto (Cuando no había Cancha Vip, y la entrada de 15 lucas en cancha era considerada "cara").
El segundo me pareció un descarado robo en cómodas cuotas, así que no fui.

Anónimo dijo...

Comparto la perspectiva de Juan Emar y coincido también en lo poco atractivo de juzgar la calidad artística y creativa de la diva, sobre todo porque no es el tipo de música que particularmente me gusta (a excepción de algunas canciones).

De acuerdo también con los “símbolos”. Aunque con el tercero, mi balanza se inclina fuertemente hacia la compasión y, en realidad, más que respeto lo que me produce es risa (trágica supongo), sobre todo el caso de este loco que perdió la pega para acampar afuera del estadio.

Respecto a los dos primeros, me parece lamentable e indignante. Sin embargo, no me sorprende puesto que hace rato ya que asistir a los conciertos es un privilegio de algunos pocos (donde me incluyo) debido al alto precio de las entradas, donde galucha nunca cuesta menos de 15 lucas, lo que es un costo altísimo. Más lamentable me parece que si viene alguno de mis grupos o artistas favoritos, estoy dispuesta a desembolsar harto dinero sin permitirme cuestionármelo ni sentirme tan culpable (aunque nunca para tanto como para pagar vip y tampoco cancha ya que con las personas vip y mi “discreta” estatura, no vería nada)

Me pareció buenísima la hipótesis judeocristiana de la venganza y su relación con los especuladores (algo para reírse en estos tiempos). Supongo que el sacrificio que hicieron los fanáticos de M, también responde a dicha tradición que Nietzche tanto valoraba.

Por último, quería hacer algunos comentarios a otros comentarios que han aparecido aquí. Sin juzgar la calidad, Iron Maiden también me parece un concierto elitista, aunque cueste 10 o 5 lucas menos que el de Madonna. Así como también me parece elitista (MUY elitista y clasista) el comentario que se hace sobre el público de Marco Antonio Solis (aclaración: no me gusta este cantante): “compuesto en casi su totalidad por personas ajenas a eventos de este tipo, por lo que no saben comportarse en un concierto y generalmente dejan la tendalada”. Bueno, y sobre el comportamiento intachable de los rockeros y los fumadores, sin comentarios.

Saludos,

Valentina.

pd: no me llegaron ofrecimientos de entradas así que tan masiva la reventa no fue jaja.

Pd: copio una columna de Contardo (el que escribió el libro Siútico) sobre la reina, que me pareció chistoso.

Madonna: M
Óscar Contardo,
Autor del exitoso libro "Siútico"

Guy Ritchie tenía novia cuando conoció a Madonna. No cualquiera sino una modelo danesa célebre en Londres tanto por su belleza como por la longitud de sus piernas. Una vez que la modelo se enteró de que Ritchie planeaba reemplazarla, montó en cólera y lo encaró. Dicen que le dijo que cómo era posible que la dejara por una mujer así. Una que no era ni siquiera rubia de verdad, "una que me llega al ombligo", habría chillado la danesa despechada desde la autoridad que le daba su metro ochenta. El cineasta sólo le respondió: "Cariño, yo a ti te amo, pero enfréntalo: ella ES Madonna". La ex de Ritchie parecía ignorar un hecho fundamental de la historia de Occidente tras la extinción de los mamuts: la estatura es inversamente proporcional al ego. Desde Napoleón a Prince pasando por Balzac, Kylie y llegando a Sarkozy.

El rumor de la riña entre la danesa engañada y el cineasta encandilado se esparció y terminó transformándose en mito, que es como se les dice a esas historias que son seguramente falsas pero que suenan lo suficientemente simples y contundentes como para creer en ellas. Y en el medio de ese mito y de muchos otros está la estrella petisa, la pesadilla de Sean Penn, la Evita que nunca fue Bolocco, la ambición rubia, la neo-mística, la benefactora de la infancia africana, la modelo oficial de los transformistas del globo y la carta segura de todo DJ en apuros.

"You must love me"

Madonna no es alta, no es rubia, no tiene la mejor voz, ni probablemente sea la bailarina más brillante. Seguramente no es buena vecina, ni sea simpática en el sentido más parvulario de la palabra. Pero cuando ya ha transcurrido la mitad del concierto en el Estadio de una esquina del Tercer Mundo y la celebridad no ha enarbolado el pabellón patrio del país anfitrión para provocar aplausos, es que debe haber algo detrás. Algo potente infinitamente superior a una vocalización perfecta, a una entonación experta. Significa al menos que esa colección de carencias aparentes de talento palidecen frente al valor de una voluntad bruñida hasta el extremo. Bruñida, entrenada, pulida, vestida y sobrevestida lo suficiente como para convocar a rebeldes y burgueses de un país del extremo improbable del mapa, un país con un público que no habla su idioma pero que sabe que ineludiblemente después de la palabra holyday hay que decir celebrate como una contraseña universal que incluso el cabo adusto y policial que vigila el orden entre Cancha y Pacífico no puede dejar de conjurar.

La pasión contenida y multitudinaria del fan intenso, el fan tibio y el ocasional. La lujuria del guiño compartido por el heladero, la rubia de la cartera Vuitton, el publicista ondero, el musculoso de gimnasio, la polola siliconada, la periodista madrugadora, el hijo de la Presidenta que ocupa preferencial con pachorra y barriga, el fan en silla de ruedas, las adolescentes nacidas después de Vogue y del corpiño cónico de Gaultier y la señora de escarmenado lila que seguramente nunca pisó una discoteque pero que sabe apreciar una balada de amor desgarrado cuando la estrella deja las contorsiones, los brincos y el zapateo y entona quieta "You must love me". Una frase lánguida que engaña, porque lejos de ser una exhortación es una orden. "Salten, griten, canten". La monarca tiene algo de generala dominatrix que a la concurrencia le encanta. Nada de arrumacos, falsos cariños, emociones fingidas ni secuencias de oratoria disfrazadas de afecto: "Miren, esta es la parte del show en la que le tengo que pedir a alguien de la audiencia que me pida una canción vieja, así que háganlo". Madonna no sugiere, dispone.

"Pop es amor"

Desde su palco escenario enmarcado por dos M gigantes rellenas por lentejuelas con su rostro de reflejo lozano como la (crema) lechuga y firme como un bisturí de acero inoxidable. Es capaz de guiñarse a sí misma, citar sus propias canciones, combinar un éxito con otro y sobreponerse a los inconvenientes de la fama universal durante dos décadas (y a la carne fresca de la competencia). Michael, Paula, Debbie, Rick, Britney, Sheena trataron, pero no lo lograron.

El pintor Robert Indiana sostuvo alguna vez que el pop es amor, que lo acepta todo. "Pop es lanzar la bomba, es el sueño americano, optimista generoso e ingenuo", dicen que dijo. Ingenuo como las siluetas juguetonas de colores que el artista Keith Harring creara alguna vez y que Madonna utiliza como coreografías gigantes evocando el trote callejero de bailarines anónimos o el de toda esa gente desconocida que tiene en frente y de costado. La multitud que la sigue y la consigue sólo para ver cómo todo eso que se ve en el escenario, bajo su dominio, es un gesto de voluntad. Una voluntad dulce y pegajosa como el estribillo de una canción bajo las luces de una bola de espejos.

Depende dijo...

Hola!!

Mucho más no falta por decir; todo se halla resumido en todos los comentarios de más arriba. Aunque puedo aclarar que soy de los que no les gusta madonna, pero que aún así considera que los precios fueron extremadamente altos. Además expreso mi más alto repudio a quienes revenden entradas a altísimos precios; por suerte esta vez tales especuladores perdieron...

En fin, es absurdo pagar tales cifras (100mil, y subiendo) por un show tan poco agraciado... En fin depende de cada gusto. Pero, aún con lo último, no será mucha la plata que costó? pensar que hay gente que muere por no poder alimentarse....

Tampoco puedo abstraerme de "gastos inútiles", ya que estoy juntando la plata para ir a Opeth el 4 de abril, donde tendré que comprar 2 entradas a 20-30mil c/u........

Si, elevado es el precio; pero me hallo dispuesto a gastar eso sólo por Opeth! La banda sueca es de las pocas que sigue tocando buena música, y quizá sea la única vez que venga a Chile.

Por cierto, no compraré revendida....
xD

Adiós!!

PS: mandaban mails (spam) vendiendo las entradas? que pena...; se podrá denunciar el asunto de los spam con repercusiones??

Saludos, éxito!!

Juan

Anónimo dijo...

Sólo quisiera aclarar que indique que el comentario de las «subprime» pecase de ignorancia, no así de todo el mensaje. Tampoco es para tomárselo personal. Quizás debí haber dicho «demasiado simplista», para evitar herir susceptibilidades (que nunca fue mi intención).

Y entendí perfectamente la analogía, tal cual lo explicas posteriormente. Y dado el ejemplo, mejor emplearé un contraejemplo.

En los conciertos los vendedores compran comestibles con el único fin de venderlos más caros. Pero al final del concierto, siempre se venden a mitad de precio o incluso más baratos. Es exactamente el mismo caso y aquello no tiene nada de subprime, es como funciona la compra-venta.

Nadie armó paquetes de entradas para disminuir el riesgo y luego revender dichos paquetes a otros vendedores, hasta que se perdiera el rastro respecto a quién pertenecía la deuda.

El único elemento en común es el oportunismo por sacar partido a una leve ventaja momentánea. Tal cual como sucede cuando alguien tiene un dato en la hípica o en la bolsa.

Comprar barato para vender más caro, es la esencia de todo negocio. ¿de «subprime»? Nada.

Juan Emar dijo...

Valentina: y claro que ese sacrificio caería en la misma tradición.
Agradezco la columna, la había leído el fin de semana y me gustó bastante.
Un gusto tenerla por acá.
Saludos

Juan/Depende:Recién anoche pude concocer Opeth. Gran banda.
Y no, lo del Spam era una exageración. Todos eran mails de personas conocidas, pero que parecían Spam.

Anónimo: ¿"demasiado simplista"? Ahí sí que sí.
De hecho fue una sinécdoque abusiva lo que hice con la crisis subprime. Pero en fin, en este espacio le hemos dado a la crisis por varios frentes, así que uno termina mal acostumbrado.
Ahora, hay una analogía interesante en el caso que está linkeado en la columna: gente que compró sin querer ir, decidió venderlas más caras, y argumentando (contra el 2º concierto) que "no hay nada como ir al primero", etc. Forzando el análisis, estamos frente a una actitud parecida de disfrazar algo de más valor de lo que realmente tiene.
Pero sí, es poco riguroso y bastante populista. Como una columna de opinión.

Saludos

Depende dijo...

Mich! Sin afán de desvirtuar la columna de opinión, pero con mucha curiosidad pregunto:

¿anoche conoció Opeth? ¿cómo? jajajaja

Espero que no los halla conocido sólo por su último disco... no me gustó xD

Recomendación: Morningrise, Still life, Orchid....

Éxito, adiós!

Juan

Gus dijo...

Me he dado cuenta que mi comentario ha generado un escozor relativamente importante y que quizás ha herido más de una susceptibilidad. Sin embargo (y sin querer entrar en ánimos de polemizar) coincido con el señor Emar en que en gustos hay MUCHÍSIMO escrito y que hacerse el huevón en este aspecto es una opción personal... pero NO ES MI OPCIÓN.

Y creo que ocupar la fórmula de ser políticamente correcto sería lo peor para mí debido a un afán medio idealista de consecuencia que me lleva a quizás defender lo indefendible, paso a contestar (ocupando con mucho respeto su espacio profe):

Dama de las Polillas: sí, me molesta profundamente que sea computarizado. ¿Por qué? Porque veo en la música un afán casi mercantilista de la cultura de la inmediatez rodeando lo que una vez fue concebido como un espectáculo de por sí altamente espontáneo: los conciertos (ya sea fuesen tanto de Bach, Mahler como los más actuales Halley, Lee Lewis, Monk, Cole o los mismísmos Iron Maiden) generalmente incluían una porción en la cual los músicos y parte del público interactuaban a medida que la "química" surgía: ejemplos de esto lo podemos ver en Caruso cantando los favoritos del público asistente en Nueva York o de Zeppelin en el Madison Square Garden pidiendo temas que no habían sido ensayados previamente y que eran incluídos en estos "jammeos" con el público a medida que este último lo requiriese... y creo que en un show altamente tecnologizado (y sabiendo todos las capacidades estrictamente musicales de la Cicconne) se torna en algo imposible, considero que se ha perdido una gran cuota de realismo que supuestamente otorgan los conciertos...

Y sobre el público: la gran mayoría de chascones que conozco les importa generalmente un bledo el calentamiento global, la contaminación o cualquier cosa que haría a que cualquier fumador considerase en no botar su colilla en un lugar indebido. Sin embargo, como un comportamiento casi tribal veo que en cada concierto que voy hay una preocupación por no hacer mierda el recinto (salvo contadas excepciones) por este temor a seguir siendo estereotipados como público de alto riesgo. Los chascones tenemos miedo (quizás heredado de la dictadura) que nos quiten los pocos lugares que nos hemos ganado para disfrutar de conciertos por mandarnos una cagada, por lo que hay una consciencia de cuidar tu "santuario del rock" de una forma que nunca he visto en otro tipo de público (y he asisitido a varios otros eventos sociales). Generalmente se tiene consciencia de que si se hace algo catastrófico, tal acto desencadenaría en una clausura o quizás exilio de un lugar determinado, por lo que puedo decir a título personal que a pesar de ser una suerte de marginados sociales y no comportarnos de manera socialmente adecuada, sí cuidamos nuestros recintos que nos hemos ganado a pulso -incluyendo la pista atlética del nacional entre aquellos recintos-

Antonia: un concierto de Maiden (como el que tuvo lugar el 9 de marzo de este año en la pista atlética del nacional) cuenta con entradas de valor único, generalmente entre 15 a 20 mil pesos (dependiendo de la comisión de la distribuidora de turno) y si bien pudiese llegar a ser elitista, no veo la comparación ni siquiera más cercana frente a las 205 lucas de la Cicconne.

Y sobre el público de Solís: es cosa de ver las noticias de la época donde se mostraba a la turba escandalizada para lograr una mejor posición dentro de la cúpula del Parque O´Higgins (además de tener a mi Santa Madre casi aplastada por la turba por haber tenido la ocurrencia de regalarle una entrada en VIP con mi hermano). Y eso son hechos: a mi madre casi la tuvimos que ir a dejar de la mano adentro por no saber cuáles eran los accesos que le correspondían ni cómo identificar su asiento a pesar de ser una asidua espectadora del Teatro Municipal. Lo mismo he visto de muchas de sus amigas, compañeras de oficina y demases que fueron en masa al concierto de madonna. Quizás es una generalización odiosa, pero es lo que me ha tocado ver: son públicos muy similares a mi juicio.

En fin, me gustaría rescatar un punto: el de a dónde mierda se está yendo la música (o lo que creemos que es música). Dentro de una concepción más tradicionalista, conservadora y cerrada podría decir que ésta corresponde a una actividad en la cual alguien genera sonidos mediante el uso de su cuerpo (ya sean sus cuerdas vocales u otra parte de su anatomía) o usando instrumentos, los cuales generalmente requieren una experticia mínima para generar una variedad de sonidos. Sin embargo creo que hoy en día con todos los "one hit wonder" y demases ídolos del pop la música ha pasado de ser un arte a una cajita feliz del mcdonald's de turno; todo está calculado, todo debe salir perfecto, no se admiten errores y todo debe salir en el menor tiempo posible y ojalá maximizando los recursos empleados para obtener la mayor ganacia posible. Eso es madonna para mí, un festival del libre mercado, donde la "diva" tiene poco o escaso conocimiento de teoría musical (la cual permite obtener una mayor cantidad de lenguaje posible para expresar una mayor cantidad de emociones de una manera más exacta, tal cual el lenguaje) pero mucho conocimiento de marketing para saber vender lo que hace. Quizás sostengo una postura en extremo pesimista y en un par de años en vez de música estemos sólamente escuchando una tracalada de productos deshechables mes a mes -o quizás día a día-. Ojalá sea sólo un pensamiento pesimista y no una realidad y que sigan existiendo músicos y bandas que les preocupe generar música apoyados por instrumentos y conocimientos musicales en vez de andar tarareando "la isla bonita"

P.D. : profe, le recomiendo altamente los discos sugeridos por Juan y agrego otro discazo de los suecos: Blackwater Park, en especial el tema "The Drappery Falls"

Saludos

Gus dijo...

Y rescatando también lo que dice Keko:

Es una pena ver a tanta gente que idolatra a la Cicconne y la hace merecedora de la banda sonora de sus vidas siendo que hay tanta música exquisita de este lado del mundo. Si bien he citado a Maiden para ejemplificar mis puntos, creo que sería descriteriado no hablar de lo importante y trascendentales que han sido en mi vida canciones como "El Calcetín perseguido", "Hijo del Sol Luminoso", "El Espanto surge de la Tumba" o las magistrales "La Conquistada", "Canción del Sur" y "La Vida mágica ¡ay sí!" de Los Jaivas...

Es una pena que grandes músicos nacionales de tan diferentes estilos pero de gran calidad sean dejados de lado para abrazar a los ídolos de plástico

Juan Emar dijo...

Gus y Juan/Depende: Agradezco muchísimo las recomendaciones. Buscaré por ahí para tener esos discos.

Juan/Depende: como te había dicho, los escuché -con entrevista al bajista- el domingo en la noche en el programa "disco duro" de la radio futuro.

Gus: y no sólo eso, hay algo más dramático que tiene que ver (aunque no solamente con eso) con los formatos para escuchar (y bajar) música: el concepto de "disco" está reduciéndose, y sólo son canciones dispersas.
Sin que sean de mi agrado, Samashing Pumpkins anunció hace poco que dejarám de hacer discos y que sólo sacarán canciones sueltas. Aparentemente no les fue muy bien en el último disco, y los "fans" sólo bajaban canciones sueltas.
Ojalá siempre tengamos bandas como Tool.

Saludos