miércoles, abril 23, 2008

El gesto de la semana: "La marcha que no debió ser"



Ayer fui a la marcha.
Lamentablemente la deformación profesional hace rato que me ha llevado a observar el "fénomeno" de las marchas, más que participar en ellas.
Inevitablemente comienzo a fijarme en la gente, su sexo, edad, las consignas, lo que se escribe en las pancartas y lienzos. Trato de estimar el estrato socioeconómico, o de fijarme en aquellas personas que coinciden en este lugar, siendo que sería altamente improbable que se encontraran en su cotidianeidad.

En todo caso, para estimar la cantidad de gente soy pésimo. Las grandes aglomeraciones se me escapan de los números, y nunca he intentado un método algo efectivo para hacerlo, así que en estos casos me pueden decir 10.000, 12.000, o 15.000 y no podría defender o rebatir ninguna de las cifras.
Eso sí, hace tiempo que no veía tanta gente en una marcha. Y cualquiera de las cifras mencionadas (que es poco considerando el "Universo") me parece alta dada la tendencia endémica que tenemos a dejar que nos metan goles, alegar desde el taxi, y no salir a la calle a exigir -algo que no tengo ningún pudor en decir que envidio de la sociedad civil trasandina.

Dos "aterrizajes cosmopolitas" me sucedieron: me encontré con un amigo del colegio que había estado un año en Australia, su polola australiana no lo acompañó a la marcha. Simplemente no podía entender que en este país fuera necesario protestar por algo tan superado en países como el de ella.
El otro me pasó después de la marcha. Me junté con mi gran amigo César que lleva varios años viviendo en Buenos Aires y anda de paso. Me decía con la lejanía de un compatriota que vuelve después de un tiempo a su tierra: "No lo puedo creer. Este país va para atrás...".

Es cierto. Esta marcha no debió haber existido.
Pero no por las razones que la minoría conservadora esgrime, sino porque simplemente no debió haber tenido nunca razón de ser.
Y esto ya se ha hablado en muchos lugares: el TC no debiera existir, Bertelsen debió inhabilitarse, que se debiera dejar para todos estos temas (sobre todo si el comienzo de la vida es discutido por los conservadores) la libertad de conciencia, etc.

Personalmente me de una vergüenza ajena gigantesca los continuos retrocesos desinformados, prejuiciosos, y prohibitivos que la minoría conservadora impone desde el Conace hasta el TC. Y digo "ajena", porque en estos momentos este país se me hace tremendamente ajeno, y ando con el "país de mierda" a flor de piel.

Pero en fin, es donde me tocó y donde vivo...por ahora.

Vuelvo a la marcha.
Más allá de temas menores (y de siempre) como la cantidad de gente que estuvo efectivamente, o que el mercurio intente igualar gráficamente las protestas a favor con las en contra de la píldora, me quedo con algunos aspectos de ayer que me llamaron la atención muchísimo:

  • Se hace evidente -a pesar de la reducción y simplificación de los periodistas- que el tema trasciende a la píldora o al fallo en sí mismos. Ahora, esto cualquiera con dos dedos de frente puede saberlo. Pero no pasa solamente porque se invoquen valores como la libertad de conciencia, de elegir, del cuerpo, la inequidad, autodeterminación, etc. en carteles, lienzos, y cánticos. La misma composición de los manifestantes daban cuenta de esto: ¿Qué hacían señoras ya menopáusicas cantándole a la UDI que por su culpa tenían "el agua cortada" ahora? ¿O grupos de minorías sexuales? Me respondo yo mismo: esto va más allá del uso mismo de la píldora. De hecho, la píldora no se vende ni se entrega mucho. Pero el simbolismo de su prohibición es capaz de sacar a la calle a gente que no la necesita.
  • La marcha hizo convivir a gente que difícilmente compartiría un espacio común en su día a día. Se hace muy difícil hacer una lectura "de clase", y que si bien había harto ABC1 no fue tan hegemónico como en las marchas en contra de la píldora. En palabras simples había una mezcla bien extraña donde empleados fiscales y colegio de profesores marchaban junto a abogados recién salidos de la pega (vestidos de terno), anarkistas, Bastián Bodenhöfer, travestis, y la juventud DC (!), el PS, PPD, PC, PC(AP). Entretenida la convergencia.
  • Me extraña, y mucho, no haber visto ninguna organización pro-aborto. Pareciera que esta castración moral pega de tal forma que todavía no nos atrevemos a defenderlo. Si el aborto fuera legal, el fallo del TC ni siquiera existiría. Y estoy seguro que muchos de los que estábamos ayer estamos a favor de él. Nos falta harto como país si ni siquiera nos atrevemos a manifestar lo que realmente creemos con todas sus letras.

Yo estoy a favor del aborto.

Por la libertad de la mujer de decidir si va a ser una incubadora o no.
Por que no nazcan hijos no deseados.
Por la maldita sobrepoblación.

Por Favor, reAcciones



P.S.: Esta columna está dedicada con mucho amor a (todos) mi(s) amigo(s) Opus Dei que insiste(n) -tal como operan en "La Obra"- en anónimamente comentar y amedrentar a los que piensan distinto (pidiéndoles incluso que desaparezcan), en la sección que les tengo dedicada a su fundador.
Como lo hace(n) de forma anónima, no sé si es uno o varios. He ahí tanto paréntesis.

sábado, abril 19, 2008

El Rock & Roll del momento: Beatles vs. Rolling stones. La espada o la pared vol. 1


Era 1963 y Decca presionaba a una naciente banda para que grabara un single: eran los Rolling Stones. Dos músicos de una banda que empezaba a sonar con su primer disco les ofrecen una canción que acaban de componer: “I wanna be your man” se llamaba. Los compositores: John Lennon y Paul McCartney.


Si bien esta canción es conocida por ser de los primeros éxitos de los Beatles, fueron los Rolling Stones –liderados en ese tiempo por Brian Jones- quienes la grabaron primero, transformándose en uno de los primeros singles de los Stones. (Pueden ver un video de esto aquí)


Plan Z ironizaba magistralmente con su sección “¿Qué preferís…?” que cualquier criterio, por absurdo que sea, sirve para dividir a la gente en dos y obligarla definirse.

En el Rock pasa exactamente lo mismo, y lo que en la Radio Futuro fue la sección “Duelo de titanes”, ahora será plasmado (con el limitado criterio de quien escribe) en esta serie de columnas.

Y el Rock da para eso. Ya sea porque las mismas bandas o sus líderes se han enfrentado abiertamente (como el caso de Anthony Keidis y Mike Patton o Metallica y Megadeth –en realidad Ulrich y Hetfield vs. Mustaine), o porque desde el mismo público nace esa necesidad de enfrentarse y hacer irreconciliable el hecho de escuchar una banda y otra. Como sucede con Kiss y AC/DC, o sobre todo en Argentina donde las bandas tienen verdaderas “hinchadas”: por ejemplo Sumo, Los Piojos, (y un gran etc.) vs. Soda Stereo.

Sea desde los músicos o emanado de los fans, el conflicto entre las bandas se traduce en verdaderas tomas de posición y autodefiniciones entre los auditores más comprometidos.

Y tal vez la más primaria (y difícil) de esas definiciones rockeras sea la de “Beatles o Rolling Stones”.

Como veíamos al comienzo, resulta un poco forzado trazar un enfrentamiento entre los de Liverpool y los de Londres. Si a esa paleteada inicial, le sumamos la participación de Lennon en el clásico “Rock & Roll circus” hecho por los Stones tocando “Yer Blues”, -junto a Eric Clapton, Keith Richards, y Mitch Mitchell-, se dificulta aún más el pensar que los grupos pioneros de “la invasión británica” se tenía saña. De hecho los Beatles eran de sus primeros fans cuando los Stones eran todavía una banda de bar. Incluso en 1967 Lennon y McCartney volverían a colaborarles prestádoles sus voces para “We love you”.

Daniel me sopla que "ambas bandas eran tan amigas que siempre evitaron lanzar sus discos en las mismas fechas, para no toparse. Y las colaboraciones entre ellos siempre se dieron como en el video All You Need Is Love, donde los Rolling Stones fueron invitados a participar."

Sin embargo, tuvieron sus pequeños conflictos: Los Beatles eran inevitablemente el gran referente de la música, y los Rolling Stones trataban de sobrevivir a duras penas a las sequías creativas, los problemas de drogas, con la policía y las luchas internas. En medio de todo eso, comienza la incursión de los Stones en el rock psicodélico. Tomando el “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band de los Beatles” como un referente al que planeaban “contrarrestar” en su hegemonía, los Rolling Stones lanzan su “Their Satanic Majesties Requests”.

Este disco, que no fue muy exitoso en su momento, les dejó el apodo de “Sus Majestades Satánicas” hasta ahora. El tema es que el disco no representaba mucho el sonido habitual de la banda, y la portada era demasiado parecida al disco de los Beatles. ¿Resultado? No sólo los fans, sino los mismos Lennon y McCartney los acusaron de copiones.

Bajo indicaciones de su primer manager, Andrew Loog Oldham, los Rolling Stones se esforzaron deliberadamente por marcar una diferencia con el cuarteto de Liverpool. Fueron posicionándose como los “chicos malos”, la música que los padres no querían para sus hijos.

Alusiones al diablo, su forma de vestir, contenido sexual en sus letras, disfrazarse de mujeres, besarse entre ellos en público, los problemas de drogas, y las estadías en la cárcel hacían a la banda digna de la censura de cualquier Tribunal Constitucional por su dudosa moralidad.

Y aquí parece estar la clave: mientras los Beatles sostuvieron mucho tiempo una imagen “mamona”, los Stones eran los desenfadados que encantaban a espíritus más rebeldes.

Fíjense en sus nombres: "The Beatles" los podemos traducir fonéticamente como "Los Escarabajos", de hecho es una contracción entre Beat (ritmo, pulso) y beetle (escarabajo). Mientras que "Rolling Stone" es una expresión inglesa para referirse a los errantes, aquellos que están constantemente moviéndose. Espíritus solitarios sin arraigo, por decirlo de alguna forma.

La toma de partido entre Beatles y Rolling Stones parece ser una definición que apunta a dividir a los rockeros entre conservadores y liberales, correctos y políticamente incorrectos, conformistas y rebeldes…pero claro, esto son sólo nombres para una división que es más forzada que real.

La verdad de las cosas es que parecieran ser incomparables, y para muchos es una opción que no tiene sentido tomar.

Por un lado, ambos arrasaron con Estados Unidos, ambos han vendido cientos de millones de copias de discos en el mundo.

Por otro lado, los Beatles fueron musicalmente mucho más influyentes en la música pop, mientras que los Stones en el Rock más duro. Los Beatles duraron desde 1957 a 1970, mientras los Stones siguen tocando desde 1962. Los Beatles se disolvieron mientras todos sus integrantes estaban vivos (Lennon muere en 1980, y Harrison el 2001), los Stones perdieron dos de sus integrantes originales: el guitarrista Brian Jones es despedido por sus problemas con drogas en 1969, y un mes después muere ahogado en su piscina; y Bill Wyman, el bajista, se retira en 1993 por diferencias con el resto de la banda.

Las comparaciones se pueden hacer eternas, y el debate sobre quienes son mejores y por qué, también.

Si tuviera que escoger: Los Rolling Stones. Sin pensarlo mucho.

Y cómo lamento no haber sido lo suficientemente rebelde para desobedecer a mis padres y haber ido a verlos cuando vinieron el ‘95.

¿Sus opiniones? ¿Más sugerencias de enfrentamientos?
Por Favor, en reAcciones

P.S.: Esta columna fue públicada casi tal cual en La Página. Los más puristas pueden leer la original aquí.

domingo, abril 13, 2008

El femicida del mes: Joel Rifkin


Los padres de Joel Rifkin, un par de menores de edad desconocidos, no usaron la píldora del día después ni ningún método anticonceptivo.
Este hijo no deseado, nacido el 20 de enero de 1959, fue adoptado por Ben y Jeanne Rifkin cuando tenía tres semanas.
Dicen que era un niño cariñoso e inteligente, le gustaba la fotografía -al igual que su madre- y la artesanía, nunca le fue muy bien en el colegio, y no tenía amigos de su edad.
Esto significó que durante su infancia el pequeño Joel fue blanco de crueles burlas de sus compañeros.

Corría febrero de 1987, cuando el padre de Joel aquejado por un cáncer, decide saltarse la quimioterapia y se suicida.
Aparentemente este hecho marca el "quiebre" en Rifkin.
Algunos meses más tarde es detenido por recoger una prostituta, y paralelamente empezó a interesarse y a coleccionar material sobre asesinos en serie.

En 1989 "cruzó la línea": asesinó y desmembró una prostituta, arrojando sus pedazos en los canales de Manhattan.
Pese a que el trabajo de "carnicero" nunca le gustó mucho, repitió la acción en 1990.
El 14 de julio de 1991, se encontró el cuerpo de Bárbara Jacobs. Estaba descomponiéndose dentro de una bolsa plástica en el río Hudson. Había sido estrangulada.
El 23 de septiembre una prostituta coreana aparecía doblada dentro de una caja en el East River.
Dicho patrón lo repetiría con Mary Ellen DeLuca.

Con Lorraine Ovietto cambió un poco su modus operandi: la golpeó con un tarro de pintura hasta la muerte. Su cuerpo lo arrojaría en Coney Island.
Este nuevo patrón de asesinato lo utilizaría en otras cuatro víctimas, de las cuales sólo recordaba el nombre de Maryann Holloman.

En abril de 1992, vuelve a cambiar su método: Iris Sánchez es estrangulada y escondida bajo una colchoneta en un sitio eriazo. No sería encontrada hasta un mes más tarde.
En esos mismos momentos, Anna López era asesinada y su cuerpo abandonado en los bosques de Brewster.
A Jenny Soto le quebró el cuello después de que ella le alcanzara a rasguñar la cara.
Tres meses después Leah Evans era asesinada, esta vez Rifkin abandonaría su cuerpo en Northampton.

En rigor, la policía no buscaba "un" asesino, ya que los distintos métodos y lugares para abandonar los cuerpos utilizados por Rifkin, hacía que se pensara en varios casos no resueltos.
Algo que suele pasar con las prostitutas, como vimos en el caso de Ridgway.

Era el 28 de junio de 1993 cuando una camioneta se le cruzó a velocidad moderada a un auto de la policía.
Sin embargo, la camioneta no tenía patentes, hecho que inició inmediatamente la persecución por parte de la policía.
A pesar de las balizas, sirenas, helicópteros y megáfonos, Rifkin no detuvo su camioneta. Pero tampoco aceleró. Siguió conduciendo con una caravana de radiopatrullas tras él, sin modificar la velocidad que llevaba.
La surrealista escena tuvo su desenlace a los diez minutos cuando Joel choca la camioneta contra un poste de luz. Mientras es detenido, los policías descubren en la parte trasera de la camioneta el cuerpo en descomposición de Tiffany Bresciani, una prostituta a la que luego de tener sexo con ella, asesinó y envolvió en plástico.
Rifkin iba en camino al aeropuerto para arrojar su cuerpo en los sitios aledaños.

Fue condenado a cadena perpetua, y fue estando preso cuando confesó el asesinato de 17 mujeres, principalmente prostitutas.

Al psiquiatra forense le explicó que tenía visiones, en las cuales sabía que moriría a los 64 años de edad (año 2023), que la 17 sería la última víctima (porque el número era la mitad de su edad en ese entonces), y que mataba prostitutas para que su padre no se sintiera solo en el más allá.

De hecho, estos "impulsos" le venían con especial fuerza en las fechas cercanas al aniversario del suicidio de su padre.

Visiones, suicidio de su padre.

Por Favor, reAcciones.


P.S.: Que buena foto ¿no?, se la tomaron dentro de prisión

jueves, abril 03, 2008

Los milagros de José María Nº 7: "5 abogados al Nobel de Medicina"


Tal como lo leen.

Por obra y gracia de San José María Escrivá de Balaguer, 5 de los 10 abogados del Tribunal Constitucional han zanjado la discusión fundamental (y hasta ahora no resuelta) sobre el origen de la vida.

Años de estudios y debates en seminarios y publicaciones de la biología se han vuelto innecesarios al conocerse el fallo del TC: la píldora del día después (que utilice el levonogestrel) es abortiva, atenta contra la vida, y por lo tanto es anticonstitucional. Misma suerte correrá TODO anticonceptivo que utilice dicho compuesto, y también el DIU o "T de cobre" -aprobada en 1965, gobierno de Frei-, el método más usado por mujeres que no pueden gastar 8 mil mensuales en pastillas, o costearse un aborto.

Así que poco importa que igual nazcan guaguas aunque las madres utilicen estos métodos ahora prohibidos: son abortivos. Palabra de abogado. Años de estudio de las leyes y la constitución lo respaldan.
Frente a eso, poco importa lo que muestra la evidencia científica o el debate no resuelto en biología.

Los "doctores" que descubrieron el origen de la vida:
  • Mario Fernández (Abogado DC)
  • Raúl Bertelsen (Abogado, ex rector de la Universidad de los Andes)
  • Marisol Peña (Abogada PUC)
  • José Luis Cea Egaña (Abogado PUC, funcionario de la dictadura)
  • Marcelo Venegas (Abogado del ala conservadora de RN)
Enrique Navarro había emitido juicios contrarios a la píldora, previo a la acusación presentada por los 36 parlamentarios de la derecha. Por eso se inhabilitó de la votación.
Lo mismo debió haber hecho Bertelsen, que elaboró un informe contrario a la píldora, pero parece que tiene mucha confianza en su objetividad como científico.

Seguimos entonces en la senda que ya habíamos hablado aquí con la inclusión de la marihuana entre las drogas duras, y unos pocos conservadores siguen teniendo el poder para IMPONER sus prejuicios a todo el resto.

Gracias San José María por favor concedido


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