Como los blogs descansan en la autorreferencia, decidí hacerme cargo y hacer una especie de balance.
Aunque no sea exactamente eso.
Además el año pasado no "celebramos" el cumpleaños, como para el primer año.
Y no se me ocurre que más escribir.
Si tuviera que señalar un culpable de que haya pensado que era buena idea hacer este blog, ese es el señor jurídico. Recuerdo que leer sus columnas -escritas con su estilo impecable- fueron la principal motivación que sentí para volcar mis descargos y alegatos que comunmente me dejaban hablando solo en la mesa.
Y es que hay que admitir que un blog es ante todo un ejercicio autocomplaciente. Nadie te obliga a hacer uno, gastas tiempo en escribir las columnas, leer los comentarios y responderlos, no recibes nada material a cambio...y sin embargo lo haces. Periódicamente.
En mi caso intento que sea todas las semanas. No siempre puedo (como la semana pasada), pero mi condición obsesivo-compulsiva hace que me sienta "incómodo" cuando no lo hago.
Y en esos casos me vuelvo a plantear que tan "voluntario" es efectivamente todo esto...
En su comienzo la intención era simple: intentar combinar mi gusto -prácticamente sin filtro- por el cine con diversos temas que me interesaba "problematizar". Lo difundí entre familiares y amigos al tiempo que mientras participaba comentando en otros blogs, se abría la diversidad de lectores y comentaristas a gente que no conocía personalmente.
Después de un tiempo, una persona muy querida y lectora habitual, estaba encargada de la parte de blogs de El Mostrador. Ella me preguntó si podía linkear mi blog. Le dije que sí, y las visitas y nuevos lectores aumentaron.
De hecho, todavía hay quienes piensan que trabajo para El Mostrador o algo así...
Se empezaron a diversificar las secciones con el rock, asesinos en serie, milagros de Escrivá de Balaguer... y otras tantos intentos de sistematizar y encausar lo que finalmente no eran más que obsesiones y caprichos, para ponerlos a disposición de usted: el estimado lector o la estimada lectora.
Y ahí está la clave. Porque por más que haya blogs que parecen "diarios de vida online", están aquí, en Internet, para ser potencialmente leídos por cualquiera. Y en este tipo de blogs abiertos aunque uno no sepa muy bien quien te va a leer, sabes que alguien te puede leer. No tiene sentido publicar si no quieres que te lean, así que no es sólo la ociosidad lo que da lugar a un blog. También lo es el Ego.
Y no es que uno esté esperando comentarios de apoyo o de aprobación, pero la existencia del comentarista y del lector en un espacio donde dispones de los temas, estilo y diseño, alimentan esa sensación de "control". Un pequeño espacio de poder para el pequeño dictador que todos llevamos dentro.
En paralelo se da otro fenómeno interesante que podríamos denominar "de clausura": pese a que Internet es potencialmente universal, el tiempo que uno dispone es limitado. Esto hace que destinemos poco tiempo a leer blogs y a buscar nuevos para leer. Uno cae en ellos por recomendaciones, gracia de Google, o porque estos comienzan a "enredarse". Y este último fenómeno es el más entretenido para mi gusto. Porque lo que se da es una especie de "amistad" entre blogs afines por su "línea editorial" o porque derechemante son escritos por gente amiga. Todo esto genera verdaderos "circuitos" de lectoría y comentarios que también van mutando. Y -como no- con sus correspondientes herramientas: links y seguimientos de blogs, que tienden a ser mutuos.
Es así como en estos tres años he visto nacer y morir distintos circuitos, blogs que han quedado en el camino y bloggueros que desaparecen...en Internet todo caduca más rápido al parecer.
Esto es y siempre será una opinión. Y al menos para mí, no tiene mucho sentido pretender que sea otra cosa. No es un artículo científico, no es una noticia objetiva, no hay ninguna rigurosidad excesiva. Y es por eso que hay quienes se molestan hasta el "y este hueón cree que tiene la razón". Y no deja de ser cierto. La base de abrir debates y plantear perspectivas descansa en la seguridad de que lo que uno dice importa y que la opinión que uno tiene no es una elección. Podrán haber muchas, y algunas muy respetables, pero tu opinión te somete y dobla las razones y justificaciones para hacerse más firme.
Así lo veo yo.
Escribo largo, lo sé. Y me lo han dicho en tonos amables y hostiles. No puedo evitarlo...y tampoco quiero. Ya suficiente "incomodidad" siento cuando ha pasado más de una semana sin publicar, ¿Para qué quitarme más libertad todavía?
Les quiero agradecer a todos ustedes que se dan el tiempo de leer lo que aquí se escribe, porque es darle sentido a que se publique. Gracias también a quienes además comentan enriqueciendo, contradiciendo, ampliando y mostrando otras aritstas de los temas ofrecidos. Gracias a quienes proponen temas, a quienes cuestionan y a quienes simplemente gustan de manifestar su acuerdo.
Gracias por la paciencia.
Próxima semana volveremos a la programación habitual.
Bienvenidas sean sus reAcciones
Aunque no sea exactamente eso.
Además el año pasado no "celebramos" el cumpleaños, como para el primer año.
Y no se me ocurre que más escribir.
Si tuviera que señalar un culpable de que haya pensado que era buena idea hacer este blog, ese es el señor jurídico. Recuerdo que leer sus columnas -escritas con su estilo impecable- fueron la principal motivación que sentí para volcar mis descargos y alegatos que comunmente me dejaban hablando solo en la mesa.
Y es que hay que admitir que un blog es ante todo un ejercicio autocomplaciente. Nadie te obliga a hacer uno, gastas tiempo en escribir las columnas, leer los comentarios y responderlos, no recibes nada material a cambio...y sin embargo lo haces. Periódicamente.
En mi caso intento que sea todas las semanas. No siempre puedo (como la semana pasada), pero mi condición obsesivo-compulsiva hace que me sienta "incómodo" cuando no lo hago.
Y en esos casos me vuelvo a plantear que tan "voluntario" es efectivamente todo esto...
En su comienzo la intención era simple: intentar combinar mi gusto -prácticamente sin filtro- por el cine con diversos temas que me interesaba "problematizar". Lo difundí entre familiares y amigos al tiempo que mientras participaba comentando en otros blogs, se abría la diversidad de lectores y comentaristas a gente que no conocía personalmente.
Después de un tiempo, una persona muy querida y lectora habitual, estaba encargada de la parte de blogs de El Mostrador. Ella me preguntó si podía linkear mi blog. Le dije que sí, y las visitas y nuevos lectores aumentaron.
De hecho, todavía hay quienes piensan que trabajo para El Mostrador o algo así...
Se empezaron a diversificar las secciones con el rock, asesinos en serie, milagros de Escrivá de Balaguer... y otras tantos intentos de sistematizar y encausar lo que finalmente no eran más que obsesiones y caprichos, para ponerlos a disposición de usted: el estimado lector o la estimada lectora.
Y ahí está la clave. Porque por más que haya blogs que parecen "diarios de vida online", están aquí, en Internet, para ser potencialmente leídos por cualquiera. Y en este tipo de blogs abiertos aunque uno no sepa muy bien quien te va a leer, sabes que alguien te puede leer. No tiene sentido publicar si no quieres que te lean, así que no es sólo la ociosidad lo que da lugar a un blog. También lo es el Ego.
Y no es que uno esté esperando comentarios de apoyo o de aprobación, pero la existencia del comentarista y del lector en un espacio donde dispones de los temas, estilo y diseño, alimentan esa sensación de "control". Un pequeño espacio de poder para el pequeño dictador que todos llevamos dentro.
En paralelo se da otro fenómeno interesante que podríamos denominar "de clausura": pese a que Internet es potencialmente universal, el tiempo que uno dispone es limitado. Esto hace que destinemos poco tiempo a leer blogs y a buscar nuevos para leer. Uno cae en ellos por recomendaciones, gracia de Google, o porque estos comienzan a "enredarse". Y este último fenómeno es el más entretenido para mi gusto. Porque lo que se da es una especie de "amistad" entre blogs afines por su "línea editorial" o porque derechemante son escritos por gente amiga. Todo esto genera verdaderos "circuitos" de lectoría y comentarios que también van mutando. Y -como no- con sus correspondientes herramientas: links y seguimientos de blogs, que tienden a ser mutuos.
Es así como en estos tres años he visto nacer y morir distintos circuitos, blogs que han quedado en el camino y bloggueros que desaparecen...en Internet todo caduca más rápido al parecer.
Esto es y siempre será una opinión. Y al menos para mí, no tiene mucho sentido pretender que sea otra cosa. No es un artículo científico, no es una noticia objetiva, no hay ninguna rigurosidad excesiva. Y es por eso que hay quienes se molestan hasta el "y este hueón cree que tiene la razón". Y no deja de ser cierto. La base de abrir debates y plantear perspectivas descansa en la seguridad de que lo que uno dice importa y que la opinión que uno tiene no es una elección. Podrán haber muchas, y algunas muy respetables, pero tu opinión te somete y dobla las razones y justificaciones para hacerse más firme.
Así lo veo yo.
Escribo largo, lo sé. Y me lo han dicho en tonos amables y hostiles. No puedo evitarlo...y tampoco quiero. Ya suficiente "incomodidad" siento cuando ha pasado más de una semana sin publicar, ¿Para qué quitarme más libertad todavía?
Les quiero agradecer a todos ustedes que se dan el tiempo de leer lo que aquí se escribe, porque es darle sentido a que se publique. Gracias también a quienes además comentan enriqueciendo, contradiciendo, ampliando y mostrando otras aritstas de los temas ofrecidos. Gracias a quienes proponen temas, a quienes cuestionan y a quienes simplemente gustan de manifestar su acuerdo.
Gracias por la paciencia.
Próxima semana volveremos a la programación habitual.
Bienvenidas sean sus reAcciones