domingo, junio 21, 2009

El gesto de la semana: la otra encuesta

La raza aria en pleno paseo Ahumada

Abriéndose camino entre una -para mi gusto- desmesurada expectación, se publicó el jueves pasado la famosa encuesta CEP. Una encuesta que por su cobertura y representatividad, está entre las mejorcitas que se hacen en nuestro país.

Debo admitir que también estuve pendiente, y si bien poco pasado del mediodía revisé algunas de las cifras que periodistas mandaban desde su celular para que diarios electrónicos "golpearan" con los porcentajes, mi deformación profesional me recordó que los periodistas tienen una capacidad pobrísima para interpretar encuestas, aunque una desarrollada habilidad para generar una "noticia" a partir de un análisis apresurado y poco técnico.

Por lo tanto, fui a almorzar y pasado las 2 de la tarde bajé el informe desde el mismo sitio del CEP.

Redondeando, creo que a grandes rasgos la CEP no entrega ninguna gran sorpresa. Y no tendría porqué hacerlo. Se agradece una sintética ficha técnica que explicita la tasa de respuestas que tuvieron (88% de los casos aleotoriamente seleccionados, los demás fueron reemplazados), un margen de error razonablemente bajo (3%), una contextualización de las principales noticias ocurridas en el período del sondeo (finales de mayo y principios de junio) y, por sobre todo, el que hayan separado entre inscritos y no inscritos, entre urbanos y rurales, y entre los que tienen teléfono y los que no. La primera separación -fundamental para cualquier análisis electoral- lamentablemente fue dejada por la línea editorial de algunos diarios. ¿La razón? Piñera pierde 3 puntos porcentuales si se consideran sólo los inscritos. Las otras divisiones (urbano/rural y con/sin teléfono) permiten intuir el sesgo que tienen encuestas de este tipo (telefónicas y urbanas), que al ser más sencillas y baratas, son la mayoría. Esto permite explicarse cómo en una encuesta -charcha para mi gusto- Marco Enríquez-Ominami pasaba el 20% y superaba a Frei incluso.
El otro "chiche" que se agradece de la CEP es que preguntan por intención de voto cara a cara, y además replican con una urna la situación misma del voto. Como los resultados no son exactamente iguales, demuestran que la forma de preguntar también influye en los resultados de la encuesta. Poco, pero influye.
No daré más la lata, porque creo que no da para más y no es tan relevante. En resumen: Piñera cae en sus atributos e intención de voto, Frei sube y Enríquez-Ominami no llega a segunda vuelta.

Ese mismo día, se dio a conocer -al menos en los medios de comunicación- otra encuesta: el Latinobarómetro. Y sus resultados sí que los considero preocupantes y subvalorados.
Latinobarómetro está a cargo de Marta Lagos (MORI) y consiste en entrevistas cara a cara a 20.204 personas de 18 países de latinoamérica, otorgando la posibilidad de comparar distintos temas entre los países. La representatividad para cada país -dicen ellos- es del 100% y el margen de error de un 3%.

Pues bien, el 70% de los chilenos considera que pertenece a la raza blanca.
A eso súmele que somos el país de latinoamérica que menos le interesa tener lazos con otros países latinoamericanos (dato que hace rato están entregando distintos estudios).
Lo que evidentemente tiene sus efectos: los "ingleses de latinoamérica" somos los menos queridos por los demás países con que compartimos el continente.

No tratamos bien a nuestros inmigrantes y nos creemos blancos. Si sumamos ambas, no somos simplemente xenófobos, somos racistas de frentón.

Pero no lo asumimos.

Recuerdo que a fines del año pasado cuando Van Dijk visitó nuestro país y dio un par de conferencias y un taller, decía en una entrevista (que ya no puedo encontrar) que el racismo de Chile está encubierto. No lo pensamos como problema. Para el analista holandés le bastaba con pasearse y ver la publicidad hecha sólo con caucásicos y no encontrar mestizos en ella. A continuación mirar en la calle cuánta gente respondía a los cánones publicitarios.
No es el 70%. Ni siquiera el 7%.
Pero a eso aspiramos todavía, ridículamente, como si la oscuridad de la piel fuera un defecto.

Hay otra implicancia, bastante jodida. El no reconocer nuestra obvia condición mestiza es negar al habitante originario de estas tierras. Invisibilizar al pehuenche, mapuche, diaguita, selknam, atacameño...etc.
Por mientras, los mapuches que luchan en el sur por aquello que era de ellos y que con leyes "blancas" les han quitado, son vistos como un problema "ajeno". Como unos terroristas.
Por mientras, de una manera vergonzosamente arribista, creemos que nos conviene más caerles bien a gringos y europeos. Creemos que tenemos más que ver con ellos que con nuestros vecinos.

Claro, no todo ese 70% tiene posibilidades de ir al aeropuerto de Barajas en Madrid y sentir, desde que pisa Europa, que está lejos de ser considerado "blanco" y de ser bienvenido.

Otra vez, una vergüenza.
...¿Ajena?

Por Favor, reAcciones

P.S.1: Lamentablemente, estos datos de Latinobarómetro no son públicos. Hay que pagar para tener acceso a ellos. Les dejo el reportaje que cubrió el tema aquí.

P.S.2: Para acceder a la encuesta CEP, aquí.

P.S.3: Para leer otra entrevista que se le realizó a Van Dijk sobre el racismo en Chile el 2008, aquí.
P.D. 2/07/2009: Gracias a un aporte anónimo es posible acceder a un resumen ejecutivo centrado en los temas de integración aquí.

domingo, junio 14, 2009

Los Femicidas del mes: Kenneth Bianchi y Angelo Buono, "los estranguladores de Hillside"

Kenneth Bianchi y Angelo Buono


Han pasado dos meses desde la última publicación en esta sección que tiene fieles seguidoras y seguidores.
Como han sido dos meses (abril y mayo) sin femicidas, pues he decidido compensar con una de las parejas de asesinos seriales más famosas de EE.UU.: como ya leyeron, los señores Kenneth Bianchi y Angelo Buono, conocidos como "los estranguladores de la ladera (hillside)".

Este par de primos lograron asesinar 10 mujeres en Los Ángeles en un período de a penas 4 meses a fines de 1977 (mismo año en que "El hijo de Sam" asustaba a Nueva York) y comienzos de 1978.

Angelo Buono Jr., el primo mayor, nació en Rochester, Nueva York un 5 de Octubre de 1934. Hijo de inmigrantes italianos provenientes de la provincia de San Buono, Angelo se consideraba a sí mismo un "galán", y lo cierto es que antes de empezar con los asesinatos ya había sido condenado por no pagar pensión alimenticia, robar autos, asaltar y -como galán que era- por violar.
En 1975, a sus 41 años, conoce a su primo menor Kenneth Bianchi. En esos tiempos, Bianchi tenía 24 años.
Kenneth Alessio Bianchi nace un 22 de Mayo de 1951. Su madre biológica era una prostituta alcohólica de 17 años que lo dio en adopción al matrimonio Bianchi.
De pequeño, dicen, fue bastante conflictivo. Como suele suceder con los hijos de alcohólicas o drogadictas que siguen con el vicio mientras están embarazadas. El pequeño Kenneth era un mentiroso compulsivo, mojaba su cama repetidamente, (lo que para algunos analistas es un rasgo recurrente en los asesinos seriales), caía en trances soñando despierto y tenía arranques de ira y cambios de ánimo repentinos.

Luego de una adolescencia marcada por los cambios de escuela, romances fallidos, e incluso un matrimonio que sólo duró meses, decide enrolarse en el Monroe Community College para entrenarse como oficial de policía (otro punto común para ciertos analistas en torno a los asesinos múltiples: el anhelo y frustración de ser un uniformado). Tenía 19 años. Al año siguiente volvió a casarse con su ex-esposa, pero ella lo dejó después de 8 meses.
En 1972 no aceptaron su postulación a trabajar en la oficina del Sheriff, así que pasó los próximos 4 años trabajando en distintos lugares como guardia de seguridad. Fue acusado y despedido por robo por varios de sus jefes.

En 1977 decide mudarse de Rochester a California, donde se encontraría con Angelo, su primo mayor que llevaba años viviendo allí. Buono trabajaba como tapizador de autos y como proxeneta. Ahí "el galán" instruyó a su primo menor en el sadismo y otras prácticas perversas mientras vivió en su departamento. Sin embargo, Kenneth encontró pega al poco tiempo y pudo mudarse a su propio departamento con Kelli Boyd, una compañera de trabajo con la que se emparejó, tuvo un hijo, pero jamás logró que se casara con él. Intentó nuevamente trabajar en las policías de la ciudad y del estado, encontrando negativas nuevamente. Compró un título trucho de psicólogo y arrendó una consulta sin mucho éxito "profesional". Perdió otro trabajo porque le encontraron marihuana en su escritorio, y en medio de toda esta incertidumbre laboral decide hacerse proxeneta junto a su primo Angelo, metiendo a jovencitas en el negocio.

Para empezar, compraron una lista de potenciales "clientes" a Deborah Noble y su amiga Yolanda Washington, una camarera que trabaja como prostituta a medio tiempo.
La lista era falsa.
Craso error.
El 17 de Octubre de 1977 Yolanda -que la había dicho a Angelo donde trabajaba- desapareció. Varios días después, en la ladera de un cerro cercano a un cementerio, apareció su cuerpo estrangulado con su ropa atada al cuello. Tenía marcas en su cuello, muñecas y tobillos, que indicaban el haber sido atada y violada. La autopsia encontró semen de dos hombres distintos en su cuerpo, pero como era prostituta este dato no generó mayor interés. Tenía 19 años.

Sólo un par de semanas más tarde, el 31 de Octubre aparece el cuerpo de Judy Miller, quien también ejercía parcialmente la prostitución. Estaba envuelto en una lona y abandonado en la vereda de una zona residencial. Había sido violada y estrangulada. Tenía marcas de ataduras en el cuello, brazos y tobillos. Tenía sólo 16 años y pesaba menos de 50 kilos.

A la semana siguiente, el 6 de Noviembre, aparece en el Club de Campo de Glendale el cuerpo desnudo de Lissa Kastin. Ella era una mesera de 21 años que, a diferencia de las dos anteriores, no ejercía la prostitución. Su cuerpo tenía marcas similares al de Judy Miller, había sido violada, sodomizada y estrangulada.

Cabe decir que para la policía todavía no había razón suficiente para tomarse en serio estos crímenes, en la medida que consideraban que dichos estilos de vida era riesgosos en sí mismos. Sin embargo, el 13 de Septiembre Dolores Cepeda (12 años) y Sonja Johnson (14 años) bajaron del autobus que las traía de vuelta de la escuela. Testigos las vieron acercarse a un auto donde había dos hombres. Una semana más tarde sus cuerpos violados, con marcas de ataduras y estrangulados fueron encontrados en la ladera de un cerro que era usado como basural.

Ese mismo día, unos caminantes encontraron en la ladera de un cerro de Glendale el cuerpo desnudo de Kristina Weckler. También había sido violada y tenía marcas de atadura, pero además se encontraron indicios de haber sido torturada. Tenía marcas ensangrentadas de agujas en los brazos, y su muerte fue por asfixia, con una bolsa atada a su cabeza.

Tres días más tarde, el 23 de Noviembre, en la ladera de una salida de autopista es encontrado el cuerpo de Jane King. Ella era una actriz de 28 años que llevaba dos semanas desaparecida. También había sido estrangulada y su cuerpo estaba bastante descompuesto.

A esta altura, la policía sentía que se había topado con un patrón sistemático y decide armar una fuerza especial de 30 efectivos dedicada a dar con "el estrangulador de la ladera", aunque también sospechaban que se trataba de más de un asesino.

La semana siguiente, el 29 de Noviembre, aparece el cuerpo de Lauren Wagner de 18 años. Además de haber sido estrangulada, sus manos tenían quemaduras que indicaban la tortura con algún aparato eléctrico.

El 13 de Diciembre, tras dos semanas de "letargo", la policía encuentra el cuerpo de Kimberly Martin, una prostituta de 17 años que era conocida como "Donna". Siguiendo el patrón acostumbrado, su cuerpo también fue encontrado en la ladera de un cerro.

El 16 de Febrero de 1978, dos meses después, un helicóptero divisó un auto en un barranco. En la maleta la policía encontró el cuerpo violado, estrangulado y con marcas de ataduras de Cindy Hudspeth, la dueña del auto. Tenía 20 años.

Una noche, ambos abordaron a Catherine Lorre con las intenciones que ya se imaginarán. Pero cuando supieron que era la hija de Peter Lorre -un actor austro-húngaro que se inmortalizó en 1931 haciendo de asesino serial de niñas en la película "M", del director austríaco Fritz Lang-, la dejaron libre. Era la hija del maestro.

Fue en ese momento cuando Bianchi decidió decirle a Buono que seguía intentando entrar a la policía y que había hecho varias rondas con oficiales que estaban buscándolos.
Eso fue demasiado descriteriado para Buono, y le amenazó con matarlo si es que no se mudaba a Washington donde estaba viviendo Kelli con su hijo recién nacido.

Allá Bianchi encontró trabajo como guardia de seguridad de casas que eran abandonadas por sus dueños mientras estaban en Europa. Fue en esa situación cuando se le ocurrió ofrecerles 100 dólares por cuidar una casa a dos estudiantes, Karen Mandic y Diane Wilder. Mientras les mostraba la casa atacó a Karen en las escaleras del subterráneo y la estranguló. Hizo lo mismo con Diane. Tomó sus cuerpos y los llevó en el auto de ellas hacia una zona boscosa. Sin embargo dejó una serie de evidencias que le permitieron a la policía llegar a él en algunos meses, cuando encontraron los cuerpos. Quedaba claro que era Buono el encargado de no dejar rastros. Era Enero de 1979.

En la casa de Bianchi encontraron joyas de Kimberly Martin y Yolanda Washington. El 22 de Octubre de 1979 es acusado en Washington de violar y asesinar a Mandic y Wilder, frente a lo que se declaró inocente por demencia y fingió un desorden de personalidad múltiple que logró convencer a los primeros psiquiatras que lo examinaron. En la hipnosis, admitía haber asesinado ambas muchachas así como los asesinatos de Los Ángeles, echando al agua a su primo de pasada. Y la personalidad que los ejecutaba se llamaba "Steve Walker".

Segundos peritajes descubrieron la farsa, y lo acorralaron. A cambio de no tener pena de muerte, aceptó admitir sus crímenes y testificar en contra de su primo. Explicó lo fácil que eran las prostitutas como presa y que usando placas falsas de policía lograban convencerlas de que se subieran al auto por que se iban a ir detenidas. Con las que no lo eran, les pedían indicaciones desde el auto fingiendo que estaban trabajando.

En el caso de Buono, Bianchi fue un "cacho" como testigo. Lagunas mentales, contradicciones y el precedente de fingir múltiples personalidades llevaron a que el caso estuviera a punto de desecharse, sin embargo, tras uno de los juicios más largos de EE.UU. (1981-1983), Buono también fue condenado a cadena perpetua. Murió en la cárcel el 22 de octubre del 2002.

Bianchi sigue cumpliendo su sentencia.

Por Favor, reAcciones

Bonus Track: Mientras Bianchi estaba recién preso, a principios de 1980, recibió una carta de Verónica Compton para pedirle asesoría en una obra de teatro que trataría sobre una asesina serial. Comenzaron una relación epistolar, que llevó a que Verónica lo visitara y lo convenciera de hacer parecer como si "el estrangulador de la ladera" todavía estuviera suelto. Bianchi se las arregló para contrabandearle semen y Compton fue sorprendida intentando estrangular a una desconocida con la que habría repetido el modus operandi. Compton fue encarcelada. Pero no deja de llamar la atención la capacidad para despertar fanatismo entre algunas mujeres de este tipo de asesinos. Patrón que hemos visto en Bundy y Ramírez...

¿Alguna lectora se atreve con una hipótesis?

P.D. 15/06/2009, Bonus Track 2: Como si fuera poco, el 2007 Christopher Buono, nieto de Angelo, se suicidó. Claro que lo hizo después de asesinar a su abuela Mary Castillo de un disparo en la cabeza. Angelo había estado casado con ella y había tenido 5 hijos, entre ellos el padre de Christoper.

miércoles, junio 03, 2009

Explicar sin comprender


"The Siege" (1998) -dirigida por Edward Zwick y traducida como "Contra el enemigo"- muestra, con una impresionante clarividencia, una ciudad de Nueva York víctima de ataques por células de terroristas islámicos que exigen la liberación del Sheik Ahmed Bin Talal. Mientras las agencias de inteligencia intentan dar con los culpables y evitar nuevos atentados, se declara Estado de Sitio y los militares toman el control. Con eso comienzan las detenciones de todos los árabes y -poder de clarividencia denuevo- las torturas para obtener información.

Uno de los personajes claves es Samir. Samir es un informante de la CIA que aparentemente no es terrorista pero que conoce los movimientos de ellos. Sin contarles el final -por si les interesa verla (no es una pérdida de tiempo)- la película toma un vuelco algo inesperado, pero que se basa en la incomprensión basal que tanto los agentes del FBI como de la CIA tenían en torno a las motivaciones terroristas.

La clave está en que por más que intentaran anticipar y prevenir los ataques, no eran capaces de entender la razón que había detrás de llevarlos a cabo.



Honestamente, no sé si conocí a Mauricio Morales. Es posible, ya que uno de los centros culturales en los cuales él participaba (Cueto con Andes) tenía buenas relaciones con el que yo ayudé a formar y presidí por 2 años. Sí puedo decir que ni Cueto con Andes, ni el que yo dirigí eran "Okupas". Ambos pagaban sus arriendos, y en ninguno de los dos se preparaban o alentaban actividades violentas.

Como les decía, no sé si lo conocí. La cosa es que pese a que su cara me resulta "familiar", no recuerdo al "punky" (como le decían).

Pero es muy tentador caer en lo que han hecho algunos medios y entrar a "explicarse" la motivación de Mauricio a poner una bomba en gendarmería. Los argumentos psicológicos y los hitos biográficos
abundan: que el padre ausente, que la tía en la cárcel, que la villa de San Bernardo...y así. Pareciera que la única manera de entender su intento de poner una bomba es desde lo externo. En otras palabras, en cómo el "ambiente" condicionó esa rabia y esa acción.


Es, por lo tanto, la explicación que siempre mantiene intacta "nuestra" racionalidad en la medida que se interpreta el hecho como irracional e irracionalmente condicionado. Un fruto de pasiones y motivos. Jamás razones.


Es por eso mismo que cuesta imaginárselo en la biblioteca comunitaria que instalaron en Cueto con Andes, o realizando distintas actividades con niños.


¿Cómo puede un terrorista anarquista participar en actividades de creación y solidaridad comunitaria?


¿Cómo nos explicamos esa aparente doble vida?


La clave es que no hay una contradicción. Esto no quiere decir que todos los que trabajen en Centros culturales tiendan a la violencia anarquista. Ni siquiera los que son "Okupas". Pero sí significa que la bomba tiene una connotación distinta que la que le atribuimos nosotros, los "racionales".


Claro, aquello que quiere construir es tan radicalmente distinto, que requiere destruir y desmantelar aquellas estructuras e instituciones que -a su juicio- nos somenten y destruyen. Destruir aquello que los (nos) violenta. Si se permite la analogía, para construir en un terreno edificado es necesario demoler primero.


Destruir esa legitimidad que tiene el Estado como monopolizador de la violencia física.


Y sucede que lo que permanece intacto, lo que no nos cuestionamos ni pensamos, es lo ilegítimo de una lucha violenta. Condenamos de base la violencia, y sin embargo toda la "estabilidad" del sistema depende de que ella exista concentrada en carabineros, militares y policías.


Mientras no partamos de la base que para el anarquista la violencia es legítima en tanto respuesta a una violencia más intensa y silenciosa, seguiremos tranquilizando el Status Quo con la dura infancia de Morales.


Por supuesto que aquí no pretendo defender la lucha violenta. Sobre todo por lo que bien llama Mefisto como "daños colaterales". Sólo pretendo plantear la discusión desde la racionalidad del anarquista, más que la sola excusa biográfica.


No todo el que tiene una infancia dura pone una bomba.

No todo el que pone una bomba ha tenido una infancia dura.


Por mientras, las policías seguirán buscando infructuosamente un "cabecilla" y allanando casas "Okupa" y Centros culturales.

Como si un anarquista de verdad siguiera órdenes de alguien...


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