viernes, febrero 26, 2010

"...porque andan todos muy ocupados": En qué está Campiche

El humor derechista (encubierto) en pantalla gigante

Era casi imposible no ver la rutina de Coco Legrand. Ahí estuve junto con todos los que se supone que representan esos 62 puntos de rating.
Hace casi tres meses conversábamos acá sobre el sentido del humor, en especial cuando se trata de la política. Trataba de defender la posición de que el humor tiende a re-presentar la realidad de una manera exagerada y que es esa la característica que hace exitosos tanto a Coco Legrand como a Kramer (siendo "escuelas" distintas).
Sin embargo, creo que el lunes debe haber sido la vez que menos me reí con el primero. Claro, cuando contaba esos chistes cortos me causaba gracia, pero en general estuve callado toda su rutina. No de aburrido. Más bien perplejo. La rutina no era muy novedosa (aunque algunos desenfocados hablaban de "completamente renovada") y tenía unos 3 años de atraso en lo que se refería a "contingencia". Hablar del robo a EFE o de la cumbre presidencial, pelar de manera racista e injusta solamente a los presidentes del ALBA, criticar duramente al gobierno y sólo hablar de la ambición infinita y el "acumular y acumular" como la crítica más cercana al próximo gobierno, lo dejaron -para mi gusto- al debe de las expectativas que genera como "crítico social".

En este sentido, estoy completamente de acuerdo con la excelente columna escrita por Lebowsky aquí. Coco Legrand confirmó que él es un hombre de la derecha liberal chabacana. Esa que critica todo -pero que en vez de criticar el sistema, critica a la gente que sucumbe a él-, que se plantea como si fuera apolítica, que se llena la boca con la libertad, pero que es una libertad para el individuo. Esa libertad doméstica de que no te moleste la señora y poder tomar la moto y mandarse a cambiar. La libertad mezquina y sin compromisos...
Todo esto complementado con un tono algo mesiánico de quien pretende decirnos lo equivocada que es la forma en que vivimos.
Sé que fuimos varios los perplejos con su show. Conversé del tema con amigos, amigas y una compañera de la pega. Todos nos quedamos con la sensación de que el contenido de lo dicho era algo deprimente, pero que cuando se ponía político, era bastante "piñerista".

Sin embargo, debo admitir que su leit motiv de "Pero eso nadie te lo dice/pero eso nadie te lo enseña/pero nadie hace nada...porque andan todos muy ocupados" me generaba una extraña mezcla de risa, pena y acuerdo. Mucho más que el vacío comodín de "la verdad es que todo ha cambiado".

La semana pasada fue bastante intensa. Sabíamos que este Lunes se reuniría la Corema para aprobar (no vale la pena decir "discutir", ya sabíamos que aprobarían nuevamente) la termoeléctrica Campiche de AES Gener. Esta termoeléctrica, que había sido detenida por un fallo de la Corte Suprema encontró un vergonzoso salvavida en un decreto firmado por la ministra de Vivienda y el entonces Vicepresidente Pérez-Yoma. Aquí les contaba hace unas semanas los detalles de ese vergonzoso "traje a la medida" que inventaron para salvar el proyecto y que este volviera a ser aprobado. También les prometía que los iba a tener al tanto. La cosa es que había una pequeña letra chica que le permitía al Concejo Municipal de Puchuncaví desconocer el inciso en cuestión...

El Martes (haciendo como una especie de embajador acá en Santiago) me reunía con el encargado de campañas de Greenpeace para ver qué podíamos hacer y cómo nos podían ayudar. Fueron muy amables en ofrecernos toda su plataforma comunicacional y asesoría (y gente) para realizar acciones. De plata, ni hablar. No anda muy buena la cosa por ahí al parecer.

El Miércoles le escribí a Patricio Herman, de la agrupación "Defendamos la Ciudad".
A través de sus columnas en El Mostrador, El Ciudadano y La Nación había mostrado su interés y preocupación por lo que sucedía en Campiche. Y no sólo eso, constantemente ofrecía en ellas las posibles salidas que tenía la comunidad para hacerle frente, en particular una columna escrita el 12 de este mes. Al poco rato Herman me contestó y nos reunimos ese mismo día en la tarde, después de salir de mi pega. Conversamos un rato para concluir que la mejor opción (que era la que él defendía en la columna recién mencionada y linkeada) era un decreto alcaldicio que en virtud del artículo 2.1.21 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, podía desconocer el inciso mágico que transformaba los proyectos que tuvieran sólo un 30% de uso de suelo productivo o de infraestructura en un 100% para esos fines.
Decidimos actuar rápido (al otro día se juntaba el Concejo Municipal) y presionar lo más posible para que se aprobara el decreto, de modo que éste llegara el Viernes y se publicara el Lunes de esta semana en el Diario Oficial, antes de que Corema se reuniera.

Desde su departamento hicimos llamados, redactamos convocatorias de prensa y coordinamos la presencia de un grupo de manifestantes en la municipalidad de Puchuncaví para el momento de la votación. Votación que contó con la presencia de prensa regional y nacional, e incluso con un par de canales de televisión. El Concejo aprobó de forma unánime el decreto y este efectivamente se publicó el Lunes en el Diario Oficial.
No obstante, Corema volvió a porfiar y aprobó nuevamente el proyecto, en un acto que es contrario a derecho y que no tiene ya ningún efecto legal.

Sin embargo, la noche de ese Miércoles después de horas de reuniones, llamados y mails, llegué a mi casa con una mezcla de cansancio y ansiedad, deseando que todo saliera bien al otro día.

Y en ese momento, me asaltó una pregunta que tal vez nunca la había formulado así:

"¿Y a mí por qué me importa todo esto?¿Por qué le destino tiempo y energías?"

Por muy menor y poco significativo que sea lo que uno haga, siempre la pregunta que cae de cajón de todo "activista" (sea ocasional o vocacional) es
"¿Por qué a los demás no les importa nada?".

Y puede ser que la muletilla de la rutina de Coco Legrand caiga de cajón: andan todos muy ocupados.
Pero esa pregunta, aunque suene paradójico, es esencialmente egocéntrica. Preguntar por qué a los demás no les importa o no hacen nada al respecto, asume que uno es el punto de partida. Uno mismo sería la "constante" o "el deber ser" y la desidia de los demás, el "error", la "equivocación".
Y esa pregunta, autocomplaciente por naturaleza, rara vez lleva a alguna respuesta que esté más allá de pensar en los demás como pusilánimes y egoístas. Y eso no sirve de nada.

En cambio, preguntarse por qué uno es el que se preocupa, obliga a hacerse cargo de esos hechos (algunos de causalidad estructural, otros azarosos) que producen ese ánimo de actuar por aquello que no es rentable y que no produce beneficios inmediatos. Lo mismo, y más intersante aún, en el caso contrario: preguntarse por qué a uno no le interesa hacer algo por aquello que indigna, en vez de admirar de tanto en tanto, a quienes sí lo hacen. Como si fueran "especiales" y uno la "constante"...

Y a lo mejor en esas respuestas, en la educación que se recibió, en los lugares que se conocieron, en los libros que se leyeron, en la gente que se conoció, en las experiencias que marcaron...está la clave para entender por qué a algunas personas les motiva hacer (o no) algo.

Yo, todavía, no he podido responder del todo la pregunta. Pero creo que es la que no hay que dejar de hacerse. Eso ayuda a tener claro por qué uno hace lo que hace o no hace nada al respecto. Y al final, eso conduce mucho más lejos que pensar en los demás como apáticos (en el primer caso) o en "pequeños héroes" (en el segundo).

¿Andarán todos muy ocupados para hacerse preguntas tan introspectivas?

Por Favor, reAcciones

P.S.1: La pelea por Campiche continuará. Esta irregularidad de Corema irá a Contraloría, el Minvu tendrá que dirimir también la aplicación del artículo de su propia ordenanza y comenzará todo otro proceso judicial con distintas aristas. Insisto, mantendremos informados.

P.S.2: Hay harto que hacer por distintos frentes. Bienvenidos son los recursos (o las manos para poder generarlos) y personas dispuestas a trabajar en lo que puedan. Si le interesa hacer algo, escriba a jferreiro@chinchimen.org , idealmente con alguna idea sobre cómo podría aportar.
Si a usted le indigna y quiere donar para los costos legales, los datos de la cuenta del Bancoestado son los siguientes:
Cuenta de Ahorro
N° Cuenta: 25260101245
Nombre: Grupo de Acción Ecológico Chinchimén
Rut: 65.711.910-5
De hacerlo, por favor enviar un mail a donaciones@chinchimen.org o a jferreiro@chinchimen.org para que le hagamos llegar su boleta de donación.

5 comentarios:

Depende dijo...

Totalmente Off-topic; espero que esté bien tras el terremoto, de igual modo espero que la situación de sus familiares y cercanos sea grata y sin problemas.

Éxito

Ronin dijo...

Me sumo a los deseos de Depende.

Juan Emar dijo...

Estimados: ni yo ni mis cercanos tenemos ninguna fatalidad que lamentar.

Les agradezco la preocupación.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Me alegra saber que estás bien.

Sobre el post. En otro momento. Es invitable pensar, en todo caso, que este desastre natural ayude a fomentar el tapujo sobre otros desastres como el objeto de su columna.

Abrazos,

Maggie.

pd: Mefisto se encuentra bien, por lo que he leído en algunas redes, dirigido a quienes como yi disfrutan también de sus letras.

MEFISTO dijo...

Maggie, me alegra que se encuentre bien, sonrio al pensar que mientras el topic de su columna ocurría, lo del Ducto de Celco fué aprobado por la COREMA, en el norte y sur las luchas nos hermanan.