jueves, septiembre 09, 2010

La cuenta de la luz

Escogió esos lentes porque iba a bucear con la nieta de Cousteau
Foto: pepe.dino


No tengo la suerte de haber buceado en Punta de Choros.
De hecho, no conozco Punta de Choros y jamás he buceado en serio (con tanques y equipo). Ojalá algún día pueda ponerme al día con ambas actividades.
Pero el punto no debiera ser ese. Y me parece que si Piñera no hubiera buceado en dicho santuario, lo que consiguientemente hizo que Gómez-Pablos le preguntara si se opondría a dicha termoeléctrica, probablemente el proyecto seguiría adelante en nuestra simbólica y poco efectiva institucionalidad ambiental.
El cálculo que hizo Piñera me parece preocupante. No hay que tener dos dedos de frente para saber que si hubiera querido que el proyecto se rechazara, tenía muchas herramientas para hacerlo dentro del "conducto regular", partiendo por los consejeros de Corema nombrados por su gobierno que votaron a favor.
Pero no.
Prefirió hacer algo por su cuenta. A los entusiastas con las mal llamadas "redes sociales" les gusta pensar que fue su protesta y rápida coordinación lo que obligó a Piñera.

Los entusiastas de las "conspiranoias" preferimos pensar que esto estaba cocinado de antes.
La reunión de Piñera con el máximo director de Suez Energy menos de un mes antes de que sucediera todo esto, ya en su momento había sido denunciada como irregular y parte de un lobby descarado propio de los proyectos ecológicamente censurables.
Súmele a eso el manejo comunicacional con la ya malgastada mentira de "otra promesa de campaña cumplida" (han tenido el descaro de presentar las ventas atrasadas de las acciones de Piñera como cumplimiento de promesas de campaña, obviando el hecho de que se supone que lo haría antes de asumir), y siguiendo el mismo patrón, lo que hizo Piñera no es cumplir realmente lo que prometió. No hay acá una oposición real a un proyecto contaminante. De hecho, éste sólo será trasladado, con las consiguientes disculpas a los empresarios y los mensajes para tranquilizarlos de que esto "no volverá a pasar". Hay que creerle. Si sus funcionarios aprobaron este proyecto, aprobarán cualquier cosa que les digan.
¿Qué viene ahora? Pues la desinformación clásica que caracteriza a este gobierno: no dar lugares ni plazos concretos, sólo decir que "está por definirse" o que "se está estudiando". Mientras, Suez Energy seguramente estará esperando una rápida aprobación de su negocio en otro lugar donde quemará carbón y acopiará cenizas.

¿Queda Piñera realmente como un "héroe"?
No lo creo. Tal vez para algunos muy incautos, pero me parece que este no es un "público objetivo" para pasarle gato por liebre. Al contrario, pareciera que quedó mal con todos: quienes se oponían al proyecto siguen exigiéndole claridad en el nuevo emplazamiento y una postura definitiva sobre las fuentes de energía sucias. Por otro lado, los empresarios quedaron saltones con que esto pueda repetirse en futuros negocios. Y por último, los más republicanos quedaron nerviosos por cómo se saltó la institucionalidad ambiental (que es un chiste y funciona pésimo, pero se la saltó igual).

Poco después, el domingo recién pasado, aparecen voces de "expertos" del sector diciendo que el precio de la electricidad volverá a encarecerse. Aluden a que ha llovido poco y con los embalses sin agua hay que volver a quemar diesel, lo que es más caro. Además, agregan que "falta competitividad" en el sector y que lo sucedido en Barrancones "impidió que entrara un nuevo actor al sistema". Como si fuera poco, se dice que en Chile pagamos la electricidad más cara de Latinoamérica y que incluso pagamos el doble que en EEUU.
Esta burda propaganda que apela al "bolsillo de la gente" permite, sin embargo, hacernos reflexionar sobre las complejas aristas que tiene este tema. Sobre todo por lo que justamente no se dice.
En el mapa del consumo energético nacional, de acuerdo a datos del INE para el 2007, un tercio está destinado exclusivamente a la minería, el sector que más utiliza. Menos del 15% de la energía consumida tiene destino residencial. Y hay regiones como la de Antofagasta donde el consumo minero de energía equivale al 85,5% de ésta. La de Coquimbo (donde estaba proyectada Barrancones) destina el 53% de su energía a la minería del cobre.
A eso sumémosle que más del 70% de la minería del país está en manos extranjeras, quienes pagan un ridículo royalty por quedarse con una riqueza a la cual no se le agrega valor y sólo se agota.
O sea, no sólo se llevan un pedazo del país para afuera, sino que de pasadita destruyen otro pedazo del país para poder hacerlo.

La frase trillada indica que "llegó el momento de pensar la matriz energética que queremos tener como país". Está bien, pero me parece que es muy poco todavía. Debiéramos aprovechar el envión para sincerar la cuenta de luz que estamos pagando. No sólo como país, sino en el mundo en general.
Y creo que estamos pagando demasiado poco por la energía.
Aunque hayan personas en Vitacura y La Dehesa que se vean obligadas a robar electricidad.

Siempre será impopular aumentar las cuentas de un servicio básico, eso está claro. Pero cuando pensamos que el carbón es la forma más barata de producir energía, no estamos metiendo todos los costos en la cuenta.
Esa patraña de tener un "precio competitivo para la energía" debiera reformularse y considerar todos los costos que implican cada forma de exprimirle energía al planeta.
Si vamos a producir electricidad quemando carbón, pues incorporemos todas las enfermedades respiratorias, las pérdidas de la agricultura y pesca de las zonas afectadas y los tratamientos de cáncer de las generaciones de personas que son víctimas de este daño. Pero no un tratamiento de morgue de hospital público, sino que el mismo tratamiento que un gerente de termoeléctrica le daría a sus hijos.
Incorporemos el costo de las muertes directas e indirectas ocasionadas no sólo por las emisiones, sino también en el proceso mismo de la extracción del carbón. Incorporemos las enfermedades de esos mineros y el poder costearle la vida y estudios a sus familias cuando ya no pueden trabajar más.
Incorporemos también el costo ecológico de los derrames de petróleo que ocurren períodicamente en los puertos donde se desembarca el carbón (un elemento que rara vez se considera en los estudios de impacto ambiental).
Pongámosle un costo a la emisión de CO2 (y no me refiero al negociado de los bonos de carbono), al acopio de ceniza y a toda la infertilidad que ahí se genera.
Dejemos de externalizar los daños de una buena vez; y si nos gusta tanto el lenguaje técnico y las cifras, pues pongámoslas todas.
Pero aquí no puede ser "el mercado" el que ponga los precios de aquello que no ha sido capaz de valorar.
Algunos países han empezado a incorporar el criterio de la "huella de carbono" para discriminar el impacto que tiene la producción y traslado de un producto hasta que es consumido. Eso es un inicio.
Hacer que aprobar estos proyectos sea feo y políticamente costoso, es ya otro paso que espero se vaya fortaleciendo y no se desvanezca entre los 33 mineros y la bandera gigante.

¿Y en qué quedó Campiche? Ya que hablamos de termoeléctricas y movimientos de la sociedad civil para detenerlas...
Hace poco más de un mes el alcalde de Puchuncaví, Agustín Valencia (DC), se daba una vuelta de carnero olímpica llegando a un acuerdo con AES Gener a cambio de 1.200 millones que serían usados en un centro de salud familiar. Salud que tanto falta en la zona más saturada de contaminación, y con la más alta prevalencia de cáncer de nuestro país. A cambio, Valencia se comprometía a desistir de cualquier acción legal y despejar finalmente el camino a la central a carbón.
El mismo Valencia que el año 2009 daba orden de demolición al proyecto. La que obviamente nunca se concretó.
El mismo Valencia que a comienzos de este año se tomó vacaciones justo en el momento que el Concejo Municipal votaba para oponerse al "traje a medida" que le hizo el MINVU con Pérez-Yoma para destrabar el proyecto. Curiosas vacaciones, ya que estuvo presente en la votación, pero como espectador. Para no "quemarse", podríamos decir.
Cabe decir que en su momento también se dijo que la paralización de este proyecto haría subir las cuentas de luz. Nada nuevo bajo el sol en el lobby carbonero...

Hoy, el incansable Consejo Ecológico de Puchuncaví-Quintero, presentó dos recursos de protección contra el permiso otorgado por el alcalde, de espaldas a la comunidad.
Lástima que Campiche no tenga amables delfines ni sea reserva de pingüinos de Humboldt.
Lástima que Piñera no haya buceado las contaminadas aguas de Ventanas.
Lástima que no hayamos tenidos rostros televisivos y políticos para hacer un videíto.
Lástima que sólo hay ahí una zona altamente saturada, un humedal con muchas especies de flora y fauna en peligro y gente pobre enfermándose y muriéndose por la contaminación.

Lástima que eso no sea suficiente para motivar en las "redes sociales" y llenar el paseo Ahumada de gente marchando.
Admito la pica y la envidia...

Por Favor, reAcciones

P.S.: Recomiendo leer esta excelente columna.

13 comentarios:

Miguel A. Pérez dijo...

muy de acuerdo.
todo esta ecomoda, el show mediatico y la final solucion no fue nada menos que otro volador de luces para ocultar otros problemas.
lo de punta de choros obedece mas a aquel fenomeno urbano denominado "nimby" que a una seudo revolucion social de las redes sociales, muy parecido a lo de la comunidad ecologica de peñalolen años atras.

por otro lado, aprovecho de pasar el dato de un proyecto de ley que fue presentado el miercoles 8, que busca la reeleccion inmediata del presidente, algo que dudo aparezca en las noticias dieciocheras.
http://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=7597&prmBL=7197-07

Saludos.

bitacoreta dijo...

Juan, A tiempo que no pasaba por acá. Que buenos datos y que bien documentada tu última columna, da gusto. También en relación al post anterior. Que decir. No me voy bien lejos por un par de semanas para el 18 porque la inestabilidad laboral del cambio y el terremoto no me lo hacia recomendable. Siento que habrán mejores tiempos para el país (Digo país y No digo Chile porque es una palabra tan sobre marketeada que va a pasar de moda y no quiero hacerle más daño), que ciertamente no será con este gobierno (ciertamente el anterior solo le alcanzó para la linda fachada de cartón corrugado). El populismo transversal y su bicentenário auspiciado por homecenter, parque arauco y falabella me tiene las bolas reventadas. Me sumo a la demanda mapuche. Y me declaro en huelga de hambre hasta que se vayan de este país todas las elites. Que nos dejen vivir tranquilos...

Carlos Tromben dijo...

Por una parte hay una acción neopopulista del presidente, y por otra una cantidad significativa de individuos que quieren torta y queque, a saber, seguir tuiteando, usando iPhones y playstations, sin preocuparse de lo que implica: Patagonia sin represas? Central Nuclear? Biomasa?

Cristóbal dijo...

Es una lastima tanto conocimiento desperdiciado en el resentimiento. Por eso perez-yoma se las metio bien adentro. Lo de Barrancones fue una causa y una campaña de sensibilidad...nada más que eso. Y te aclaro que Barrancones no será emplazado en ningún lugar de Chile, suez se va de Chile con el carbón y solo se quedan con un par de parques eólicos. Y sabes porqué? Porque si acá en Chile 6 pendejos movieron a 1.000.000 de ciudadanos y los informaron a costo 0, solo gastando el sudor de recorrer todo el pais contando lo sucedido, en francia movimos a miles de franchutes que se pararón afuera de las oficinas de la suez y le dieron con todo. Se cagarón de miedo con su imagen pública. Por eso se fueron. Señor columnista no hable tanto sobre lo que usted piensa, informese primero y luego escriba...actue bajo una estrategia, se lo recomiendo ya que es buen informante y está bueno el blog pero con esa enegía... a nadie. Está semana lea el comunicado que sale al aire y vea chaopescao.

MEFISTO dijo...

Yo pensaba lo mismo sobre Queule o lo que pasa con CELCO,ademas me produce algo esa participación reactiva, que se hace todo después. Por otro lado aunque el presidente diga lo que diga la ley ambiental corre por otro carril y ya vemos que sigue lo de punta de Choros.

Juan Emar dijo...

Miguel A. Pérez: le reconozco que no conocía la expresión "nimby" y la busqué en Internet (Not In My Back Yard). Me hizo mucho sentido. También creo que hay algo muy contingente o reactivo, como dice MEFISTO. No hay -en este caso concreto- un movimiento que pueda sostener ese caudal y que se articule realmente por una solución de fondo, más allá de salvar punta de choros.
Sobre el proyecto de ley que dejó, junto con agradecerle el dato, no me queda más que decirle que esto era cuestión de tiempo. No es raro que lo haya presentado un diputado del mismo partido del presidente. Sin embargo, creo que es políticamente inviable que este cambio constitucional opere para reelegir a Piñera.
Espero.
Saludos y gracias nuevamente.

Carlos: tocas un tema que no es nada menor y que tiende a olvidarse: ¿Cuál es la "huella de carbono" que dejamos con nuestra vida común y corriente? ¿Cuánta energía le exprimimos al planeta con nuestras comodidades? No deja de ser paradójico que la mayoría de las comunas afectadas por los proyectos de generación de energía, tienden tener un consumo energético bastante bajo...
Saludos

bitacoreta: lo echaba de menos y siempre es un agrado contar con su visita y sus palabras.
¡Que se vayan todos!, pero no le recomiendo hacer una huelga de hambre hasta que se vayan las elites. Tendrá una muerte lenta...
Un abrazo

Juan Emar dijo...

Cristóbal: me temo que se excede al pedirme que no hable tanto sobre lo que pienso y opino. De eso se trata este blog. Si tuviera otro tipo de pretensiones, me temo que el formato apropiado sería un reportaje periodístico o un artículo académico. No esperaba tener que hacer este tipo de aclaraciones a estas alturas, pero es bueno despejar estos asuntos para controlar las expectativas-frustraciones.

Hablemos ahora de la información/desinformación.
Me parece que es desinformado de su parte pensar que Perez-Yoma nos metió el gol por que haya energía dedicada al resentimiento. Sobre todo porque usted no tiene idea de cuánto se ha trabajado contra la termoeléctrica Campiche(pese a que algo de esa historia se puede seguir en las columnas con esa etiqueta y en otros sitios de Internet) ni cuanto he trabajado yo y cómo lo hecho (si he sido estratégico o no). Y no tiene por qué saberlo. Pero le aseguro que mi vida va mucho más allá de lo que publique en este blog.
Leí por ahí que Suez pretende irse, ignoro si usted tiene información privilegiada, pero por una cuestión de principios, no le creo a las declaraciones que haga una termoeléctrica en los diarios. Creo que es parte de una "estrategia", como dice usted, y yo no bajaría la guardia. Sobre todo cuando tienen línea directa nada más que con el presidente.
En todo caso, creáme que mis deseos son que efectivamente esto se haya acabado.
Ahora, detecto una especie de mesianismo cuando quienes articulan campañas hablan de los efectos de ellas como si fuera su exclusiva responsabilidad. Como si la gente actuara única y exclusivamente por el efecto de una causa o una campaña exitosa, movidos por un resorte. El mismo mesianismo que usted alude al defender la "causa" de Punta de Choros y tratarme de resentido. Mi envidia y mi pica no está con ustedes, está con lo efímera que puede ser la sensibilidad y lo antojadiza y poco consistentes que pueden ser las razones que lleven a 1.000.000 (¿En serio tanto?¿Está hablando de gente que se manifestó en carne y hueso, o de direcciones IP?) a movilizarse por un punto en particular y no por temas de fondo.
Les reconozco un gran trabajo y envidio que hayan logrado parar barrancones. Me gustaría que ese capacidad de movilización también se articulara cuando lo que está en juego es una zona saturada y gente pobre enferma, no sólo delfines y pingüinos. Y eso no está en sus manos (y me temo que tampoco en las nuestras, créame que hemos utilizados distintos tipos de estrategias, incluidas las digitales, para informar y movilizar).
Estaré atento a esa comunicado y ya ví chao pescao.
Por último, creo que reduce mi columna (que dice mucho más que eso) al último párrafo, pero así son las sensibilidades: antojadizas y pueden obviar los problemas de fondo.
A todo esto, he trabajado también en intentar vincular a las distintas ong's y agrupaciones que pelean por lo mismo. No tengo muy claro por qué, pero generar un movimiento común ha sido bastante difícil hasta ahora...cada uno en su parcela, o patio trasero. Y no sé muy bien cómo subsanarlo.
Una lástima.
Saludos

MEFISTO: así es estimada, hay algo de reactivo que parece depender demasiado de una "campaña" y no de un "proyecto" de fondo. Por más que efectivamente haya gente trabajando con esa amplitud de perspectiva.
Y claro pues, yo también creo que hay que seguir ojo al charqui.
Saludos

Anónimo dijo...

Buenísima la columna.

Pareciera que el argumento del daño que se genera en el medio ambiente empieza a tomar algo de fuerza, aunque sea a través de estos “fetiches” que son un arma de doble filo como tan bien lo expresa la columna que recomiendas.

El tema de la huella de carbono, también pareciera que va saliendo de a poco. Hace un par de semanas salió en El Mostrador el impacto que tendría Castilla en la huella de carbono de los vinos chilenos del sector, donde con cifras se muestra que la generación de energía es el principal contaminante. Es lo básico, pero al menos es un comienzo.

Respecto a la responsabilidad individual, siempre me ha llamado la atención lo desechable que se han transformado los productos electrónicos, esos mismos que se usaron para convocar a la marcha contra Punta de Choros. Disminuir el consumo no parece una opción, y es que claramente lo que menos se quiere es disminuir el consumo….de lo que sea. No puedo imaginarme a Franzani llamando a no cambiar el celular o computador por el último modelo para reducir la chatarra electrónica.

La institucionalidad también parece estar en la mira, a lo que Piñera contribuyó con su “acuerdo” con Suez, aunque nuevamente se esconden los problemas de fondo detrás de una solución efectista, pero muy poco eficaz.

Pero claro, lo más trágico de todo es que la dimensión humana del asunto, el impacto en la salud, el trabajo y la calidad de vida es tan históricamente evidente que ya no escandaliza ni genera ese impacto mediático del que habla Miguel ni tampoco genera promesas de campaña. El simple hecho de que existan personas pobres que mueren por enfermedades “no vende”, y entonces me pregunto hasta qué punto las “redes sociales” –nunca he entendido por qué las llaman así- funcionan o las sabemos utilizar; de qué manera operan, cómo se vinculan a los medios de comunicación tradicionales, qué mensajes se logran transmitir, en qué lógica se mueven, cómo logran influir en la toma de decisiones. Paradójicamente parece que estas redes transmiten pero no vinculan…

Si convocar es difícil, articular es una tarea titánica. Intuyo que los protagonismos y el financiamiento juegan en contra ahí.

Afortunadamente existen algunas personas y organizaciones que están conscientes de que sin articulación sólo quedan manotazos de ahogado. Parece que el desenlace depende de quién ha buceado por ahí...

Saludos,
Antonia

maldonado dijo...

El “impasse” entre usted y el señor Cristóbal ponen de manifiesto el zapato chino en el que se encuentran hoy los activistas de una y otra causa, incluidos los más honestos y comprometidos. En primer lugar, esa especie de competencia no reconocida entre unos y otros, de quién convoca a más gente, de quién aprovecha mejor los canales que tiene a su disposición, y, obviamente, de quién logra el objetivo que se ha propuesto. Concuerdo con usted en que algunos, como pareciera ser el señor Cristóbal, cargan con cierto halo de mesianismo y se autoperciben como motores capitales de cualquier movimiento en el que se vean involucrados. Esos sin duda son los peores, y el sector ecologista, está repleto de tales criaturas. Podemos afirmar que son los legítimos sucesores de las vanguardias revolucionarias de los años 60. Sin embargo, considero que el activismo, cualquiera que sea, no se puede desembarazar de ese sino mesiánico, ya que subyace hasta en las causas más inocentes. El argumento aquel de que su molestia va porque 1 millón de personas son capaces de movilizarse sin tener en cuenta “el problema de fondo” sólo apunta a ubicar a la causa propia y a las propias razones por sobre las causas y las razones de otro. No digo que lo haga con mala intención, sino que es algo de lo que el activismo no se puede desligar. Es decir, el activismo no puede ser otra cosa que lo que es. No puede ser más de lo que es. No puede abandonar la coyuntura, a pesar de que trate e intente afincarse en los problemas de fondo, y que de hecho, lo logre en determinadas circunstancias. Antonia avanza en este punto señalando cómo de alguna manera, la gran mayoría tiene un pie dentro de su propia tumba (productos electrónicos y consumo energético), pero que si bien es capaz de reconocerlo, no está dispuesto a sacarlo del todo. Ni siquiera le escandaliza, y en consecuencia, no es extraño que no tenga un impacto mediático. El activismo pues es ultradependiente de los medios, y mide su efectividad por su presencia en ellos, y por su capacidad de movilización. Si no lo logra se siente fracasado. No obstante, el lograr lo contrario, tampoco significa un triunfo, en la medida que el impacto mediático y la movilización siempre serán momentáneas, superficiales y hasta antojadizas. Insisto en que hablo de activismo, independiente de los valores y motivos. Sólo intento abordar la estructura de esa experiencia, en donde la personalidad individual que le da vida influye de manera fundamental, y no tanto la existencia o no de “un proyecto”. En esa línea, no debe desprenderse que formulo un llamado a hacer nada o a hacer todo, quedarse en casa o una huelga de hambre. Allá ustedes.

Anónimo dijo...

La expresión NIMBY se usa para proyectos con impacto social negativo, pero se le asocian, casi siempre, dos letras mas: YB: "Yes, But"
O sea, se aprueba el hecho que se haga el proyecto, pero lejos de mi casa. Eso hace que los proyectos de este tipo se plantean en zonas donde sean pocos los que tendrán que usar su patio trasero para el proyecto.

Existe otra frase que se usa como jerga en las evaluaciones: "what's in there for me". Finalmente, cada vez que hay un proyecto, todos esperan que les caiga "algo". De alguna forma me es mas barato oponerme a los proyectos, y de esa forma conseguir algún beneficio para eliminar mi molestia, que apoyarlos, haciéndome cargo de las externalidades negativas que produce.

Finalmente la discusión debería estar basada sobre estudios que demuestren el impacto real del alza de la energía en el país. Como dato, la energía mas cara la pagan las personas (que consumen el 25% del sistema). Por lo tanto, subiéndole un X% a las empresas ¿que tanto menos competitivas se ponen?...y no hacer de inmediato proyecciones catastróficas de que pasa si empezamos a generar energía mas cara pero limpia.

Saludos

Juan Emar dijo...

Antonia: (¡tanto tiempo!) En tu expresión "no vende" hay un testimonio de una triste realidad: parece ser necesario tener una lógica comercial para estos temas. Como si estuviera vendiendo un producto que debe ser atractivo y competir con otros similares...tal vez gran parte del problema descansa en ese enfoque.
Me gustó la resonancia que evoca la metáfora de los manotazos de ahogado con el buceo...pero también es cierto, la articulación es un gran problema. Pareciera ser que mientras menos poder hay para repartir, más complotan los pequeños egos. Del financiamiento...pfff. Hay quienes pueden encontrarlo con facilidad, la gran mayoría lucha con que algo "venda" no significa que genere sus recursos para existir.
Saludos

Maldonado: simplemente le diría "tiene usted toda la razón", pero no quiero que piense que me enojé con usted, porque no es cierto.
Habiendo hecho esta aclaración, doy por cumplido mi objetivo.
Tiene usted toda la razón, con la agudeza y perspicacia que lo caracteriza.

Anónimo: creo que lo que narra en su segundo párrafo se ejemplifica tristemente con lo ocurrido en Campiche y el alcalde Valencia de Puchuncaví. Es más, supe que mandó un escrito a la corte de apelaciones de Valparaíso (junto con AES Gener) para que no se le diera curso al recurso presentado por el consejo ecológico.
Sobre su última idea, creo que no solamente tiene usted mucha razón, sino que además debieran ser las mismas mineras las encargadas de proveerse de energía limpia.
Saludos

Anónimo dijo...

Buena Juan, buen posteo te mandaste. Te contribuyo con este dato; el 97% del Sistema Interconectado del Norte Grande es usado en la mineria. Y que tiene que ver eso? Pues es el SING el que mas va a aumentar las emisiones de co2 de Chile ya que depende casi exclusivamente de centrales termicas de combustibles fosiles (a diferencia del Sistema Interconectado Central que usa un 70% de hidro). Ergo, dada la falta de agua, es en el SING donde se encuentra el mayor desafio. Entonces, por que no usamos parte del royalty (uno de verdad, no deducible) u otro mecanismo similar para que sean los mismo que usan y emiten los que paguen por limpiar la matriz energetica? Es justo y necesario, como dijo Luck Skywalker (fue el, no?).
Saludos.
Max B.

Juan Emar dijo...

Max Barata: (asumo que es usted) Siempre es un agrado contar con sus informados comentarios. He seguido (silenciosamente, lo admito) su blog y espero con ansias que continúe con sus entregas en torno a las energías y sus costos.
Tal como le contestaba al anónimo anterior, súmeme a sus filas: que las mineras paguen para producir energía limpia para sus procesos (lo mismo con el agua que utilizan, aunque tengo entendido que ya hay una al menos que empezó a usar agua de mar, en vez de las frágiles reservas de agua dulce que hay en el norte).
Saludos
(Y me parece que el autor de esa frase es el padre todopoderoso: Darth Vader)