sábado, septiembre 18, 2010

El Gesto de la Semana: Bicentenario austero

Pobrecitos supermercados, el bicentenario les dio duro.

El bicentenario, maldita sea, es una imprescindible excusa para todo tipo de discursos emotivos aglutinadores. La bandera sería esta gran frazada que nos cubre a todos, porque somos un país unido. Tanto es así, que se llega al absurdo histórico de juntar los monumentos de O'Higgins y Carrera (con sus respectivos caballos). Si tal cosa existe, se deben estar revolcando en su tumba. Es cierto, no es tan relevante, pero la violencia del gesto delata el ansia por la unidad. Unidad pegada con tricolores. Para qué hablar de la incomodidad que han generado los mapuches con su huelga de hambre en medio de este ambiente de unidad nacionalista.

Como este blog tiene vocación de aguafiestas, y ya hemos publicado acerca de lo impropio (pero también simbólico) de considerar el 18 como la independencia, aprovecharemos de chaquetear al gobierno de los mejores.

Y con algo muy simple y que ha estado al alcance (y con la complicidad) de toda la prensa: los feriados irrenunciables a los que varios hemos podido disfrutar (excluyendo los del rubro de restoranes y entretenimiento, además de las labores que requieren turnos de emergencia o que funcionan las 24 horas, como las bombas de bencina).

Se supone, nos prometieron y siguen dándole a eso, que este es un gobierno que se preocupará de la sufrida clase media.
También prometieron que se enfocarían en los emprendedores y que potenciarían las pymes.
Se supone también, que este gobierno -y sobre todo este primer año de gobierno- iba a ser un gobierno austero.

Sin embargo, este gobierno se opuso claramente a los feriados irrenunciables para el comercio (y los grandes supermercados). "No podremos celebrar como corresponde", argumentaba de manera egoísta la ministra del trabajo, tal vez una de las personas más estúpidas de este gobierno.

Y aquí es donde mostraron la hilacha.

Todo ese discurso del "fortalecimiento de la familia" y de celebrar como corresponde, no alcanza a los trabajadores de supermercados y del comercio (y sus familias), fracción que alcanza al 20% de la fuerza laboral del país -según Casen 2006-. Pero aprovecharon de reventarlos igual los días antes.
Todo el discurso de fortalecer las pymes y los "emprendedores", no alcanza para los grandes beneficiados de esta ley: los dueños de los negocios de barrio que atienden su propio local.
Todo el discurso de la austeridad se deshace en la propaganda, cuando el gobierno cae en el juego alarmista de las grandes cadenas. Cadenas que son avisadores del duopolio, o dueños de los medios (como Saieh con Copesa y SMU). Las mismas cadenas que hicieron el negocio estratégico con el gobierno para abastecer a las zonas afectadas por el terremoto.

Y ya que estamos hablando del terremoto...
¿Alguna reminiscencia con esas idas masivas a comprar a supermercados por temor al ficticio desabastecimiento?

Mejor no hablar de ciertas cosas. Ahora hay que celebrar, no pensar en esas zonas destruidas que ya no tenemos que ver en la tele. Para eso están los mineros.

Por Favor, reAcciones

(Y felices fiestas)

P.D. al 22/09/2010: Finalmente no hubo tal desabastecimiento y sí hubo quienes violaron la ley explotando a sus trabajadores en feriados irrenunciables. Qué raro ¿no?

jueves, septiembre 09, 2010

La cuenta de la luz

Escogió esos lentes porque iba a bucear con la nieta de Cousteau
Foto: pepe.dino


No tengo la suerte de haber buceado en Punta de Choros.
De hecho, no conozco Punta de Choros y jamás he buceado en serio (con tanques y equipo). Ojalá algún día pueda ponerme al día con ambas actividades.
Pero el punto no debiera ser ese. Y me parece que si Piñera no hubiera buceado en dicho santuario, lo que consiguientemente hizo que Gómez-Pablos le preguntara si se opondría a dicha termoeléctrica, probablemente el proyecto seguiría adelante en nuestra simbólica y poco efectiva institucionalidad ambiental.
El cálculo que hizo Piñera me parece preocupante. No hay que tener dos dedos de frente para saber que si hubiera querido que el proyecto se rechazara, tenía muchas herramientas para hacerlo dentro del "conducto regular", partiendo por los consejeros de Corema nombrados por su gobierno que votaron a favor.
Pero no.
Prefirió hacer algo por su cuenta. A los entusiastas con las mal llamadas "redes sociales" les gusta pensar que fue su protesta y rápida coordinación lo que obligó a Piñera.

Los entusiastas de las "conspiranoias" preferimos pensar que esto estaba cocinado de antes.
La reunión de Piñera con el máximo director de Suez Energy menos de un mes antes de que sucediera todo esto, ya en su momento había sido denunciada como irregular y parte de un lobby descarado propio de los proyectos ecológicamente censurables.
Súmele a eso el manejo comunicacional con la ya malgastada mentira de "otra promesa de campaña cumplida" (han tenido el descaro de presentar las ventas atrasadas de las acciones de Piñera como cumplimiento de promesas de campaña, obviando el hecho de que se supone que lo haría antes de asumir), y siguiendo el mismo patrón, lo que hizo Piñera no es cumplir realmente lo que prometió. No hay acá una oposición real a un proyecto contaminante. De hecho, éste sólo será trasladado, con las consiguientes disculpas a los empresarios y los mensajes para tranquilizarlos de que esto "no volverá a pasar". Hay que creerle. Si sus funcionarios aprobaron este proyecto, aprobarán cualquier cosa que les digan.
¿Qué viene ahora? Pues la desinformación clásica que caracteriza a este gobierno: no dar lugares ni plazos concretos, sólo decir que "está por definirse" o que "se está estudiando". Mientras, Suez Energy seguramente estará esperando una rápida aprobación de su negocio en otro lugar donde quemará carbón y acopiará cenizas.

¿Queda Piñera realmente como un "héroe"?
No lo creo. Tal vez para algunos muy incautos, pero me parece que este no es un "público objetivo" para pasarle gato por liebre. Al contrario, pareciera que quedó mal con todos: quienes se oponían al proyecto siguen exigiéndole claridad en el nuevo emplazamiento y una postura definitiva sobre las fuentes de energía sucias. Por otro lado, los empresarios quedaron saltones con que esto pueda repetirse en futuros negocios. Y por último, los más republicanos quedaron nerviosos por cómo se saltó la institucionalidad ambiental (que es un chiste y funciona pésimo, pero se la saltó igual).

Poco después, el domingo recién pasado, aparecen voces de "expertos" del sector diciendo que el precio de la electricidad volverá a encarecerse. Aluden a que ha llovido poco y con los embalses sin agua hay que volver a quemar diesel, lo que es más caro. Además, agregan que "falta competitividad" en el sector y que lo sucedido en Barrancones "impidió que entrara un nuevo actor al sistema". Como si fuera poco, se dice que en Chile pagamos la electricidad más cara de Latinoamérica y que incluso pagamos el doble que en EEUU.
Esta burda propaganda que apela al "bolsillo de la gente" permite, sin embargo, hacernos reflexionar sobre las complejas aristas que tiene este tema. Sobre todo por lo que justamente no se dice.
En el mapa del consumo energético nacional, de acuerdo a datos del INE para el 2007, un tercio está destinado exclusivamente a la minería, el sector que más utiliza. Menos del 15% de la energía consumida tiene destino residencial. Y hay regiones como la de Antofagasta donde el consumo minero de energía equivale al 85,5% de ésta. La de Coquimbo (donde estaba proyectada Barrancones) destina el 53% de su energía a la minería del cobre.
A eso sumémosle que más del 70% de la minería del país está en manos extranjeras, quienes pagan un ridículo royalty por quedarse con una riqueza a la cual no se le agrega valor y sólo se agota.
O sea, no sólo se llevan un pedazo del país para afuera, sino que de pasadita destruyen otro pedazo del país para poder hacerlo.

La frase trillada indica que "llegó el momento de pensar la matriz energética que queremos tener como país". Está bien, pero me parece que es muy poco todavía. Debiéramos aprovechar el envión para sincerar la cuenta de luz que estamos pagando. No sólo como país, sino en el mundo en general.
Y creo que estamos pagando demasiado poco por la energía.
Aunque hayan personas en Vitacura y La Dehesa que se vean obligadas a robar electricidad.

Siempre será impopular aumentar las cuentas de un servicio básico, eso está claro. Pero cuando pensamos que el carbón es la forma más barata de producir energía, no estamos metiendo todos los costos en la cuenta.
Esa patraña de tener un "precio competitivo para la energía" debiera reformularse y considerar todos los costos que implican cada forma de exprimirle energía al planeta.
Si vamos a producir electricidad quemando carbón, pues incorporemos todas las enfermedades respiratorias, las pérdidas de la agricultura y pesca de las zonas afectadas y los tratamientos de cáncer de las generaciones de personas que son víctimas de este daño. Pero no un tratamiento de morgue de hospital público, sino que el mismo tratamiento que un gerente de termoeléctrica le daría a sus hijos.
Incorporemos el costo de las muertes directas e indirectas ocasionadas no sólo por las emisiones, sino también en el proceso mismo de la extracción del carbón. Incorporemos las enfermedades de esos mineros y el poder costearle la vida y estudios a sus familias cuando ya no pueden trabajar más.
Incorporemos también el costo ecológico de los derrames de petróleo que ocurren períodicamente en los puertos donde se desembarca el carbón (un elemento que rara vez se considera en los estudios de impacto ambiental).
Pongámosle un costo a la emisión de CO2 (y no me refiero al negociado de los bonos de carbono), al acopio de ceniza y a toda la infertilidad que ahí se genera.
Dejemos de externalizar los daños de una buena vez; y si nos gusta tanto el lenguaje técnico y las cifras, pues pongámoslas todas.
Pero aquí no puede ser "el mercado" el que ponga los precios de aquello que no ha sido capaz de valorar.
Algunos países han empezado a incorporar el criterio de la "huella de carbono" para discriminar el impacto que tiene la producción y traslado de un producto hasta que es consumido. Eso es un inicio.
Hacer que aprobar estos proyectos sea feo y políticamente costoso, es ya otro paso que espero se vaya fortaleciendo y no se desvanezca entre los 33 mineros y la bandera gigante.

¿Y en qué quedó Campiche? Ya que hablamos de termoeléctricas y movimientos de la sociedad civil para detenerlas...
Hace poco más de un mes el alcalde de Puchuncaví, Agustín Valencia (DC), se daba una vuelta de carnero olímpica llegando a un acuerdo con AES Gener a cambio de 1.200 millones que serían usados en un centro de salud familiar. Salud que tanto falta en la zona más saturada de contaminación, y con la más alta prevalencia de cáncer de nuestro país. A cambio, Valencia se comprometía a desistir de cualquier acción legal y despejar finalmente el camino a la central a carbón.
El mismo Valencia que el año 2009 daba orden de demolición al proyecto. La que obviamente nunca se concretó.
El mismo Valencia que a comienzos de este año se tomó vacaciones justo en el momento que el Concejo Municipal votaba para oponerse al "traje a medida" que le hizo el MINVU con Pérez-Yoma para destrabar el proyecto. Curiosas vacaciones, ya que estuvo presente en la votación, pero como espectador. Para no "quemarse", podríamos decir.
Cabe decir que en su momento también se dijo que la paralización de este proyecto haría subir las cuentas de luz. Nada nuevo bajo el sol en el lobby carbonero...

Hoy, el incansable Consejo Ecológico de Puchuncaví-Quintero, presentó dos recursos de protección contra el permiso otorgado por el alcalde, de espaldas a la comunidad.
Lástima que Campiche no tenga amables delfines ni sea reserva de pingüinos de Humboldt.
Lástima que Piñera no haya buceado las contaminadas aguas de Ventanas.
Lástima que no hayamos tenidos rostros televisivos y políticos para hacer un videíto.
Lástima que sólo hay ahí una zona altamente saturada, un humedal con muchas especies de flora y fauna en peligro y gente pobre enfermándose y muriéndose por la contaminación.

Lástima que eso no sea suficiente para motivar en las "redes sociales" y llenar el paseo Ahumada de gente marchando.
Admito la pica y la envidia...

Por Favor, reAcciones

P.S.: Recomiendo leer esta excelente columna.