martes, marzo 05, 2013

El Gesto de la Semana: "Ría, no llore"

"¿Lo digo o no lo digo?"
Algunos episodios recientes de nuestro querido país me ha puesto a pensar de nuevo en un tema al que le doy vueltas de cuando en cuando: los alcances del humor más allá de la risa misma. 
A primera vista, esta puede ser la columna del tonto grave/amargado por excelencia: ¿Cómo puede algo que es para divertirse (el humor) llevarse al gris y pesado mundo del análisis ideológico? Pues intentaré, estimadas lectoras y estimados lectores, ser lo menos aburrido posible.

1er Acto: Daniel Alcaíno ("Yerko Puchento", más bien. Creo que amerita referirse al personaje aquí) realiza una rutina donde el tramo más polémico pasa a ser cuando se burla del periodista Andrés Caniulef aludiendo a su condición homosexual y a ser "indio" (mapuche).

2do Acto: En un enfrentamiento entre Chile y Perú por el sudamericano Sub-20, un twitero que parodia a Borghi - "guatón parriyero" - escribe con motivo del gol de Perú: "Grítalo si eres nana, grítalo si eres nana". Quien escribe y otros más le reprochamos el carácter xenófobo y clasista de su comentario (del cuál muchos rieron con aprobación). Su respuesta ante nuestro reproche fue "ría, no llore".

3er Acto: En un amistoso entre Chile y Senegal, numerosas tallas afloran en twitter aludiendo al mayor tamaño de los penes de los africanos (las más suaves), pasando por tratarlos de "los negros" y que son "hambrientos", hasta de "monos", las más duras.

Podría agregar más. Seguro hay y los humoristas del festival de Viña dieron recientemente más material todavía. Con lo de los soldados bolivianos salieron muchas "tallas" de este tipo también. Pero quedémonos con estas por el momento. El punto no son los ejemplos en sí mismos, si no lo que significan.

Una de las cosas que más agradezco de mi año en gringolandia fue haber tomado un curso de oyente en la Universidad de Georgetown que se llamaba algo así cómo "Pragmática del Humor y Control Social". La pragmática es una entretenida (para mi gusto) rama de la Lingüística que trata de cómo se generan significados en las interacciones. Es decir, todo lo que comunicamos que va más allá de lo literal y depende de elementos propios de la interacción. Por lo mismo, elementos como la cortesía, el humor, la ironía, los malos entendidos son algunos de los objetos de estudio de la pragmática.
Pero la parte que más me atraía del curso era el apellido: El Humor y el Control Social. ¿Cómo puede el humor contribuir a reproducir ideologías, formas de dominación y de discriminación.

Un poco de ciencia.

Antes que todo, el humor no ocurre en un "lugar" del cerebro (sé que hablar de "lugares" en el cerebro es más bien metafórico) donde se haga el ejercicio reflexivo-racional. No es un fenómeno analítico, si no al contrario: ponemos "en suspenso" nuestra reflexión racional. Es tal vez por eso que existe el dicho "la risa abunda en la boca de los tontos". Es tal vez por eso que no importa lo bajo que sea el CI de una persona, la capacidad para reírse siempre existe.

Además, cuando nos reímos, el cerebro libera oxitocina, la hormona conocida como "del amor" o del placer. Esta hormona - que se libera también en el orgasmo, en partos y en la lactancia- está muy asociada a las relaciones sociales de vínculo. A la confianza y generosidad. Por ello es que no hay mayor sello de confianza y relajo que ser capaz de reírse con otra persona. En otras palabras, nos sentimos cercanos con quienes nos reímos juntos. Nada más piense cómo se distiende una charla, una reunión o una entrevista de pega cuando alguien tira una talla y todos ríen.
De hecho, dicen los estudiosos que el reírse viene a reemplazar el acicalarse unos a otros de nuestros parientes los simios: una actividad social que fortalece el vínculo con el grupo y produce un placer. Por lo tanto, es una buena forma de marcar pertenencia a un grupo.

Sumemos entonces: tome usted un chiste discriminatorio (exitoso), súmele oyentes que pondrán en suspenso la crítica y la racionalidad frente a éste (el fin es reírse), agréguele oyentes que se ríen y que no forman parte del grupo objetivo del chiste (extranjeros, homosexuales, negros, etc.), y a eso lo recubre con una dosis de oxitocina. El resultado será un fortalecimiento del sentimiento de pertenencia del grupo que se ríe, justamente a costo de excluir a quién se discrimina en el chiste. En otras palabras, el chiste discriminatorio refuerza la exclusión del discriminado.

"Chile no reconoce su racismo", decía acertadamente Teun Van Dijk hace cinco años en una de sus numerosas visitas. 
Piñera, inversamente, comentaba hace un par de años que "No tenemos conflictos raciales" y se hacía famoso felicitando al diputado UDI Joel Rosales por "mejorar la raza" ya que su hijo era rubio y de tez clara.
Las anécdotas de Piñera lamentablemente no pasan este vez por una mera "piñericosa". Lo cierto es que ambas (la frase-talla "mejorar la raza" y pensar que Chile no tiene conflictos raciales) están bastante arraigadas en nuestra idiosincrasia. Es cierto: no tenemos los conflictos étnicos armados de algunos países de África. Sin embargo, ser "indio" sigue siendo un defecto (noten la frase "se le salió el indio") y varios análisis críticos de discurso han demostrado el trato desigual y principalmente negativo que reciben los mapuche en nuestra prensa. 
Van Dijk tiene razón: no nos gusta admitir que somos racistas. Pensamos que ese es tema de otros países, ya que en Chile - creemos - no hay distintas razas (o etnias). Nada más lejos de la verdad. Y el lingüista holandés ejemplifica con un detalle no menor: prácticamente toda nuestra publicidad presenta personas caucásicas-europeas de aspecto, fenotipo que sólo responde a una minoría relativamente pequeña. Nada que ver con cómo se ven la mayoría de nuestros futbolistas, por dar un ejemplo.

No sólo somos racistas. Somos xenófobicos (con Peruanos, Bolivianos y cualquier inmigrante de Latinoamérica), homofóbicos y clasistas. Discriminamos, en definitiva.
Y el error consiste en pensar que en cuando nos reímos de grupos discriminados no estamos haciéndolo en serio, no estamos discriminando. Nos estamos divirtiendo.

Ni reírse de Caniulef, de africanos, de peruanos es humor sin consecuencias. En todas esas situaciones quienes se ríen fortalecen el sentido de pertenencia por exclusión de quienes son objeto de burla.

¿Por qué no mejor reírse de los poderosos?

Creo que por eso me gusta tanto Kramer...

Por Favor, reAcciones

20 comentarios:

Andrés dijo...

Vinicius de Moraes, quien principalmente destaca por su capacidad para estar del lado del buen vivir, decía que no hay cosa más seria que la "brincadeira" (la "talla" o el "reírse de"). En el fondo señalaba que más que amargarse por el contenido del humor, éste siempre debe tener espacio y ser tomado en serio. Creo que esta columna va en esa dirección...

Abrazos

Juan Emar dijo...

Gracias Andrés por el aporte.

Efectivamente el punto es que vale la pena tomarse en serio el humor. Más aún quienes vemos contradicciones y asimetrías en esta sociedad, el llamado es a no reproducirlas y tal vez a ocupar el humor como espacio de lucha ¿por qué no?

Reírse de los poderosos.

Claro que parece que hay que tener cuidado con hacer una cuenta parodiando a Luksic: los poderosos también se toman el humor en serio cuando ellos son los excluidos.

Abrazo

Anónimo dijo...

Concuerdo con que el humor no tiene nada de inocente, ni liviano. Hay que diferenciar el acto de reirse, que sí es liviano y placentero, del mecanismo argumentativo que el chiste trae de fondo.

Se supone que "lo que produce risa" hace patente tabues que estructuran la sociedad ("La risa", H. Bergson). Así, a través del humor uno puede tratar a la suegra de vieja fea, a los pueblos originarios de indios, a los homosexuales de maricones, a los poderosos de ineptos, las clases altas se rien de los rotos y las clases bajas de los cuicos...

El humor, por lo tanto, genera un "mundo posible" digamos "ficticio" que posibilita explicitar el tabú: cuando uno dice "te voy a contar un chiste" abre un mundo "irreal" cuya función es proteger al humorista ante la moral oficial. "No es que yo sea xenófobo, pero me contaron un chiste sobre...". Entonces, a partir de "lo que hace reir" se podría indagar en los tabúes sociales (y autoflagelarnos, autodescribiendonos como xenófobos, clasistas, maltratadores de la suegra, etc.).

Siguiendo esta argumentación, habría que prohibir legalmente todo chiste que ofenda la moral y las buenas costumbres (una suerte de inquisición ilustrada)...

"Ría, no llore"

Juan Emar dijo...

Anónimo/a: Es interesante la visión de Bergson, aunque no la única. Está también la perspectiva de Freud en la cuál la risa tiene la función de liberar energía tensa o la de Hobbes, en dónde la risa en sí misma aparece como una forma de ejercer superioridad. Y tantas otras más desde Aristóteles hasta hoy.


Más cierto aún es que risa y humor (en tanto fondo ideológico) deben separarse analíticamente, aunque debe tenerse siempre presente que para nuestro cuerpo no están separadas (la oxiticina se libera igual con un chiste racista o con Kramer).

Ahora, creo que derivar del argumento que ciertas formas de humor debieran prohibirse "legalmente", me parece excesivo y que no se sigue. No al menos de lo que yo planteo.

Estoy consciente que planteo un "problema" y no doy la satisfacción de una "solución", como tanto nos gusta esperar.
Con fin de aclararle este punto le digo: no creo que haya que controlar por ley el humor, ni la moral ni la buenas costumbres. Creo que eso puede ocurrir socialmente de formas mucho más flexibles y actualizadas (o sinceras) que la burocracia legal. Se trata (un ínfimo aporte) de plantear que este "peligro" del humor existe y estando conscientes de ello, ver qué hacemos con él. Como utilizamos "el arma", si se admite la metáfora bélica.

Mi punto de vista ideológico me hace cuestionar y reaccionar frente al humor discriminatorio hacia los sin poder. Pero no deseo prohibirlos por ley, simplemente que no me lo pasen por un simple chiste.

Con todo, me parece interesantísimo el enfoque de pensar los chistes como vía de entrada a los tabúes sociales. Tal vez es justamente lo que estamos rozando en esta misma discusión.

Saludos

Anónimo dijo...

Estimado Juan,

Mi intención no era adjudicarle ideas ajenas a las que expuso. Simplemente quise hacer patente que, luego de darnos cuenta que el humor no es para nada inocente, podría venir el peligro de querer controlarlo (en esto no me refiero a Ud., sino que hablo en general).

Prefiero el humor (y el amor) libre; si alguien lo quiere utilizar como "arma de lucha" que lo haga, aunque estando consciente que por hacerlo no le quita el derecho a sus oponentes de hacer lo propio. (y esa es la gracia... que gane el más chistoso!)

Saludos,

Anónimo (amigo de Andrés)

Juan Emar dijo...

Estamos de acuerdo entonces Anónimo amigo de Andrés.

Yo también le temo a las ansias de control (legal) por temas de moral y buenas costumbres. Nada bueno sale de ello, y es tanto mejor el humor y amor libre...

Con todo, le insisto en el ejemplo que creo que es exactamente a donde usted apunta: lo que hizo Luksic demandando por suplantación de identidad a la cuenta parodia en Twitter es justamente el ansia de control legal del humor.
Con moraleja y todo del tipo: "hay que dar opiniones libremente, pero dando la cara".

Me resisto a no poder reírnos de los poderosos.

Lo necesitamos

Saludos

Federico dijo...

Don Juan,

a mi también me gusta "Kramer" sin dejar de parecerme extraño que sólo "se ría" de los poderosos de un lado y no de los del otro lado. Así, creo que se podría afirmar que "Kramer" es clasista, discriminador y xenófobo (en algunos casos positiva y en otros negativamente)

¿O esta apreciación se la debo a mi senilidad?

Sinceramente un agrado tener tiempo para leerlo nuevamente.

Saludos

Juan Emar dijo...

¡Don Federico!

Un gusto tenerlo de nuevo por acá después de tanto tiempo. Por mi parte estoy tratando de ponerme al día con Chillka Blog (ya sabe usted, cuando lo urgente domina a lo importante...)

Sobre Kramer, es claro que sus imitados son principalmente "oficialistas" en lo que refiere a figuras políticas (con la clara excepción de ME-O). Es lo que me hace pensar que Kramer hace principalmente humor político, de manera tan sutil, que pasa por ser sólo un buen imitador. La imitación a Piñera en Viña, poniéndole alarma al avión (¡vaya producción para una talla tan corta!), lleno de alusiones a la codicia por el dinero, sumado a cómo lo muestra a él y otras figuras de la derecha en su película, muestran claramente su inclinación (y crítica) política.

Aunque creo que no hay por qué esperar ecuanimidad de él, sí me gustaría verlo imitar a figuras de la concertación que son tan imitables (y criticables).

¿Hay una discriminación? En cierto sentido, sí. Pese a que él no hace chistes "contra" algún grupo en específico, se podría decir que al ridiculizar a poderosos de la derecha, los "excluye" y quienes nos reímos de ellos (en vez de encontrarlo una "falta de respeto a la autoridad") formaríamos un "grupo". De hecho, creo que uno puede reírse de una buena imitación hasta cierto punto, pero para que se mantenga, el guión también debe ser bueno.

Me cuesta pensar cuándo ha sido clasista o xenófobo. No digo que no lo haya sido, sólo que no se me viene a la mente ejemplos. Si usted tiene uno a mano, le agradecería que lo aportara.

Para redondear, sólo decirle que lo que quise decir de Kramer no es que me guste porque "no discrimine" con su humor, si no que justamente a quienes discrimina son poderosos. Veo en eso (insistiendo en la lectura político-ideológica) una "lucha" contra los poderosos con la que me siento mucho más cómodo ideológicamente que frente a la exclusión de los ya excluidos.

El otro lado de esta lucha, como conversábamos con Anónimo en este mismo lugar, sería Luksic demandando a la cuenta de twitter que lo parodiaba.

Muchos saludos

Unknown dijo...

Sobre aquello de lo que nos reímos, se me ocurre ese decir del campo: "es fácil ser valiente con los débiles, lo difícil es serlo con los fuertes" o poderosos en este caso.

Muy bueno el post e interesante la discusión.

Federico dijo...

Don Juan,

está claro que al otro lado no vemos poderosos y sólo "débiles" (miopía, ceguera de nacimiento en América, ceguera por vocación, ceguera por algún accidente vásculo-cerebral, ceguera por educucación, ceguera por compatibilidad o pseudo pertenencia a un grupo que permanentemente nos excluye y excluyó?). Esto es algo así como seguir llamando "sexo débil" a las féminas que nunca tuvieron nada de débiles.

Respecto de ejemplos xenófobos mi alusión no es más que decir que los poderosos, según mi humilde percepción, para serlo son extranjeros o son sus aliados, y lo de clasista también iría en esa línea ¿no?, i.e., nosotros los "chilenitos" y los otros, los poderosos.

Y aquí alguien podría recordarme condonaciones de impuestos durante algún otro gobierno reciente, préstamos del BancoEstado a no se quién, convenios informáticos estatales con otros, ventas de inmensas porciones de terreno chileno a particulares y a precio de huevo, pérdidas de jarrones irrecuperables, etc. Con lo que se podría entender algo más si conociéramos y mantuviéramos en mente esos casos,... si es que existen.

En fin, nada tan importante, ni eléctrico, ni gaseoso, ni que ande sobre cuatro ruedas, ni mucho menos que tenga avaluado su peso en oro.

Saludos

Juan Emar dijo...

Wanglen Iru: Hay mucha sabiduría en esa frase. Creo que capta justamente el sentido que aquí hemos desplegado.

Gracias por seguir aportando

Saludos


Don Federico: Ahora le entiendo a lo que se refería (tal vez el concepto "discriminación positiva" me despistaba en la medida que la entiendo como las "acciones afirmativas", vale decir, darle privilegios a grupos que han sido excluido. E.g.: los "negros de Harvard").

En ese sentido, usted tiene toda la razón. Discriminamos olvidando que hemos sido discriminados. Y por otro lado, nos "auto-discriminamos" cuando tratamos de manera tan servicial al extranjero gringo-europeo, o a los mismos poderosos.
Sin duda no hemos superado esa situación y el trato discriminatorio hacia los sin poder me huele a un resentimiento y venganza reprimida, de lo que en definitiva es sentirse "menos" que los "blancos-poderosos".

Usted tiene toda la razón: hay que ser capaz de abandonar esos falsos esencialismos y ver a los poderosos del "otro lado" (aunque le confieso que en este caso particular no estoy muy seguro de cuál es el eje que usted menciona para discernir un lado y otro ¿Política? ¿Poder? ¿Etnia?)

Con todo, el punto de partida es que tales asimetrías de poder existen. Intersectadas por nacionalidad, raza, género, clase social, etc.; sin que puedan reducirse completamente a sólo una de dichas categorías.

Le agrego otro ejemplo, ya que estamos en esa: el trato que tuvo de la prensa (y "redes sociales") Pablo Mackenna por su acusación de supuesta pedofilia, sumado a la interesante crítica que hizo la jueza del caso al respecto. http://www.biobiochile.cl/2013/03/06/jueza-lanza-duras-criticas-en-caso-pablo-mackenna-se-que-me-pueden-sancionar-por-esto.shtml

Saludos

Federico dijo...

Don Juan,

su ejemplo más, mas que sólo ser uno más (valga la "rebuznancia" y tómela como un giro "poético" en medio de esta "conversación"), aporta tal como usted acota, otra arista de una discriminación brutal y deleznable en este país en contra del género fuerte a manos del género débil que por considerarsele débil se le otorgan todas las creencias y se le apuestan todas las fichas sin levantar cabeza, ni tampoco críticas o reprimendas (tal vez los varones no tienen coraje o no tienen ganas de chocar contra un muro, cuando estaban chicos lo hicieron suficientes veces).

Y a su ejemplo, otro más. La gran mayoría discriminada en este país, considerando que hoy en día, prácticamente todas las minorías discriminadas tienen fieros y aguerridos defensores, son los niños y niñas que quedan a merced en otra mayoría, sus madres. Es el caso que usted menciona o como en el caso aparecido en la prensa hace un año aproximadamente (http://www.lanacion.cl/declaran-inocente-a-padre-que-estuvo-5-anos-preso-por-violar-a-hija/noticias/2011-07-29/132424.html) o, para ser más medíatico aun en los ejemplos, el caso de la señora que canta "tía paty y tía lela" mientras agarra a cachetá' limpia a sus cauros, cauros a los que les parece normal, nada raro o simplemente no les extraña que su mamá les saque la cresta y les grite, es parte del "cariño" de madre. Es muy probable que usted haya presenciado algún castigo en plena calle, mall, paseo, parque de diversiones, playa, campo y/o ciudad de una mamita en contra de algún niño o niña mientras le grita que es su culpa, que por eso le pega y que ya la tiene cansada ¿Quién defiende a ese niñ@? Nadie, porque si alguien lo defiende la mamá muy enojadita gritará que el cabro es de ella.

Esa mayoría que comprende toda la infancia y gran parte de la adolescencia está totalmente desprotegida, abandonada en todos los aspectos por la sociedad y por la justicia y los tribunales. No abundaré con más ejemplos.

Mi conclusión es: para los padres (varones) hay prejuicios (juicios a priori), para las madres no hay juicios (ninguno, son madres) y para los niñ@s y adolescentes no hay justicia.

Y dicho lo anterior recojo mi sombrero y me retiro rápidamente, agradeciendo sinceramente la atención prestada.

Saludos

(Leer y enterarse de la discusión en el parlamento respecto del cuidado personal de los hijos en caso de separación de los padres. Poner atención a las modificaciones incorporadas al proyecto de ley por parte de algunos ministerios.)

Anónimo dijo...

”Se llama bufón al truhan o gracioso que con sus palabras, acciones y chocarrerías tenía por oficio hacer reír a los poderosos y hacerles llegar a la realidad riéndose de ellos y haciéndoles sentir como una persona más del mundo. (..) Mayormente solía ser gente con unas características físicas anormales, fuera de lo habitual: jorobados, enanos, etc, y se solían reír de ellos más por sus defectos que por sus chistes y devaneos. Se piensa que los bufones son exclusivos de la Edad Media y comienzos de la Moderna, pero lo cierto es que siempre ha habido cómicos que han vivido de sus gesticulaciones, chistes, muecas o bromas para la corte real y su entorno, más o menos frívolo y palaciego.”

Pienso que el asunto es tan serio como para que tuvieran algún defecto físico, supongo que para que no fuera tan amenazante y los poderosos se rieran del “ otro” mientras les decían unas cuantas verdades. Creo que también por eso me gusta Kramer: recuerdo las reacciones de Zalaquett y Piñera frente a las imitaciones, intentando aparecer riéndose de ellos mismos para mostrarse como si fueran “ una persona más del mundo”...

Saludos,

Juan Emar dijo...

Don Federico: A riesgo que efectivamente haya recogido su sombrero (y sus opiniones), y que por tanto esté hablando solo, le diré que efectivamente la situación de indefensión de la infancia es clara en Chile y que las instituciones para defenderla claramente no dan abasto.

La "normalización" de la agresión física, ejemplificada en el tour mediático que disfrutó Doña "Adiós tía Paty, adiós tía Lela" - con spot incluido -, es claramente preocupante desde el punto de vista de los derechos de niños y niñas. Así como mucha tiene razón con respecto a los pre-juicios en torno a padres vs. madres, o del orden de las orientaciones sexuales de ellos (baste recordar el caso de la jueza Karen Atala, a quien la corte interamericana le dio la razón).
Y ya que mencionó usted la justicia, tomemos como ejemplo el hecho de que en Chile alguien mayor a 16 y menor de 18 tiene todos los costos (como responsabilidad penal) y ninguno de los beneficios (como votar) de un adulto.

Mis agradecidos saludos por aportar esta arista.

Anónimo/a: le agradezco muchísimo que haya traído la figura del bufón. Efectivamente la deformidad física jugaba un papel fundamental en el "fuero" que tenían para decir esas incómodas verdades (recuerdo el papel que ésto jugaba en la obra que Hamlet presentaba para ver la reacción de quienes habrían asesinado a su padre).

También toca usted otro punto que había estado pensando estos días, pero que no había plasmado aquí (le agradezco por sacarlo): el reírse de uno mismo. Sin duda dicha capacidades socialmente bien recibida en tanto hace formar parte del grupo que se ríe. Siempre que sea sincero, claro (no como Piñera y Zalaquett). Y por eso aparecen como "graves" quienes no tienen dicha capacidad.
Ahora, hay un tema de agencia que los poderosos parecen no saber manejar en este caso: distinto es reírse de mi mismo cuando soy yo quien hace el chiste vs. cuando es "otro" quien lo hace. En el segundo caso, parece haber una tensión exo-grupo / intra-grupo más fuerte que el primero.

Saludos

PeLLuKeiToR dijo...

Gracias Juan. El humor discriminatório, aparte de ser todo lo que mencionas, es fome y poco inteligiente. No utiliza ironías, ni sorprende. Es tonto y básico. El reirse de nosotros mismos es una alternativa y puede ser hasta un humor mas inteligiente y sincero.
abrazo,
P

Federico dijo...

Don Juan,

no quería apropiarme de su columna y además insistir en la otra "arista" de la discriminación, la que no es ni siquiera graciosa para unos pocos (o quizá si).

Usted no está solo, leo a Juan Emar (su mercé', el terrorista), porque las más de las veces empatiza con egoSamsa.

Mis respetos.

Saludos,

Anónimo dijo...

¿Y qué le pasó?

saludos

Paz.

Juan Emar dijo...

Paz:

Junto con agradecerle el hacer patente su presencia por estos lares, le puedo decir que los últimos meses he estado bastante ocupado/atascado con mis deberes académicos (y extra-académicos).

Hace un buen tiempo que tengo una columna a medio terminar, pero creo que pronto (no le quiero prometer fechas) me haré cargo de ella y publicaré nuevamente.

En todo caso, este espacio no está botado (no podría dejarlo) y "pellizcos" como el suyo, ayudan muchísimo a que no me quede dormido tanto tiempo entre columna y columna.

Gracias por eso

Saludos

Anónimo dijo...

gracias por su respuesta. No es mi intención presionar pero ya han pasado más de 2 meses desde esta.. jjajajaja.. saludos!

Paz.

Juan Emar dijo...

Paz:

Su presión (aunque no-intencionada de acuerdo a lo que dice), es más que bienvenida.

De mi última explicación, sólo un par de cosas han cambiado: estuve viajando por un mes por China y Mongolia (algo publicaré al respecto, prometido) y en vez de terminar la columna a medio empezar que le había mencionado, comencé a escribir otra.

Así que aquí me tiene, luchando contra el tiempo por obligaciones académicas, con dos columnas a medio camino y una tercera prometida a partir de un viaje de 30 días (esta última tengo entendido que será publicada en América Economía y luego la subiré aquí).

No me queda más que agradecerle su presencia, su presión y pedirle un poco más de paciencia (a riesgo de aburrirla) que ya subiré algo aquí.

Créame que necesito hacerlo a estas alturas

Saludos