martes, agosto 25, 2009

El gesto de la semana: La propina

Por que nos ha tocado estar ahí trabajando o tener conocidos que les ha tocado, sabemos que el rubro de restoranes y pubs es uno de los más turbios e irregulares de nuestro país. Y que más encima, es bastante tolerado por quienes fiscalizan.
Pagos sin facturas, boletas que no se dan, funcionamiento sin los permisos correspondientes y derechamente clandestinidad -en no pocos casos-, son prácticas bastantes extendidas.

A eso hay que sumarle la turbiedad intrínseca del ambiente para quienes trabajan ahí.
Los casos de acoso sexual por parte de superiores no son pocos y varias/os ceden por cuidar la única precaria pega que tienen a mano para costear vida y/o estudios.

Pero desde el punto de vista laboral, debe ser el rubro que más muestra la hilacha en Chile: ni siquiera se respeta la primera ley laboral de nuestro país, la ley de la silla. En la práctica no hay posibilidad de sentarse en el lugar de trabajo, y en varios lugares eso está explícitamente prohibido por los jefes.

Sobre las jornadas laborales se puede decir cualquier cosa, excepto que se respetan. No sólo se transgreden las leyes sino que además la jornada "nominal", que es pagada, dista mucho de la jornada en la práctica. En resumen, tu jornada puede ser desde la hora de almuerzo hasta el cierre del local, pero una vez cerrado te queda por lo menos una hora de ordenar y cuadrar las cuentas. Sin contar los clientes que después de cerrado el local siguen ahí sin irse.

Pero vamos al título de esto: la propina.
El sueldo base que recibe una persona en este rubro de servicios es un chiste. Puede bajar de los cinco mil pesos diarios. Y para qué empezar a contar la cantidad de gente que está contratada y que le pagan sus cotizaciones. La mayoría boletea.
Y a veces ni siquiera eso.
El tema, nuevamente, es que el sueldo base no le alcanza a nadie para vivir. Y en muchos casos representa el 10% (o menos) de lo que se puede ganar en un buen día o una buena noche.
Gracias, ya los sabemos, a la famosa propina.
Es digno de notar que la RAE la define como :

propina.

(Del b. lat. propina).

1. f. Agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio.

2. f. Gratificación pequeña con que se recompensa un servicio eventual.

3. f. Colación o agasajo que se repartía entre los concurrentes a una junta, y que después se redujo a dinero.


De las 3 acepciones, la última parece ser la más extraviada a nuestros días.
Estamos más habituados a considerarla como una forma de "premiar" o "agradecer" un servicio bien dado.
Pero poco va quedando de eso en estos días. Hoy por hoy es fácil toparse en locales donde la propina viene "sugerida" en la cuenta o incluso incluida.

Esto pone al consumidor en una posición extraña: su propina, esa supuesta gratificación, ya está delimitada.
En nuestro país se ha instalado el 10% de la cuenta como una propina aceptable. Casi obligatoria.
Si usted, estimado lector o estimada lectora, ha sido o es mesero/a seguramente se ha visto preguntándole a sus amigos si "dejan el diez porciento". Si usted no ha tenido que trabajar en el rubro, pero tiene amigos que si lo hacen, seguramente ha sido objeto de la inquisitiva pregunta.

El tema es ¿En qué momento se pasó de ser una forma de agradecer o premiar, a una especie de obligación moral?
¿Y por qué el 10% y no el 15, el 20, 18, 13 o 9?

El tema es que al ser la propina la fuente de ingreso real de quienes trabajan de meseros, se da un falso conflicto de intereses: el cliente que deja menos del 10% o nada de propina (y se puede dar el caso de que un cliente sienta que ha sido pésimamente atendido y que no hay nada que premiar) pasa a ser el cliente "cagado", por no decir egoísta.
Y por otro lado, el cliente que ve su cuenta con la propina "sugerida" incorporada queda desprovisto de poder dejar lo que estima "justo" de acuerdo a la atención que recibió. Se transforma ya en un acto mecánico de resignación.
Entonces, con esta particular práctica, meseros y clientes se ven enfrentados en una incómoda situación.

¿Y quién la saca barata? O ¿Porqué podemos hablar de un falso conflicto de intereses?

Pues por los dueños y administradores.

Si la propina es un elemento tan fundamental para que los trabajadores puedan tener un ingreso decente, pues incorpórenlo a los precios y paguen mejores sueldos. Súbanle el 10% a toda la carta y que el consumidor después pueda, si lo estima meritorio, premiar un buen servicio con lo que quiera.

Pero esta trampa irregular donde salvan porque no pagan impuesto y traspasan el costo de un salario decente a lo que debiera ser un "agradecimiento", me parece una canallada.
Hay países en Europa donde lo incorporan en el cargo fijo.
Acá han habido intentos por institucionalizar la propina por ley.

Yo sigo pensando que todo empresario tiene que hacerse cargo de todos los derechos de sus trabajadores, desde una silla hasta un sueldo digno.

¿Alguna experiencia en el rubro -como consumidor o trabajador- para compartir?

Por Favor, reAcciones

P.S.: Les aprovecho de contar a quienes se interesan por como va lo que conversamos en la columna anterior, que hay lectoras y lectores escribiendo a Senadores sobre el tema (pueden hacerlo aquí), que hay una colecta de firmas virtual acá, y que Don Jorge está preparando una carta pública a entregarse a la Presidenta y parlamentarios, y una reunión entre quienes se interesen. A Jorge le pueden escribir a golpedepensamiento@gmail.com para participar y pedirle más detalles. Gracias a todos y todas por el apoyo.

lunes, agosto 17, 2009

Tratando de ser ciudadano en un gobierno "ciudadano". Epílogo/Epistolario


Hace un poco más de un mes publiqué aquí una columna sobre el proyecto de ley que transformaba en delito penal encapucharse en una protesta y que además -y esto es lo que yo considero más preocupante- hacía responsable de los daños ocasionados a quienes convoquen a la protesta. Algo de lo que me enteré gracias a un comentario anónimo que refería a la noticia en El Ciudadano y por el mail de un amigo.
En los comentarios, varios y varias hacían ver la impotencia y rabia frente a lo que se mostraba como una forma encubierta de acabar con la libertad de expresión y las protestas en particular.

Pues algo me sucedió en esa ocasión y a pesar de que son muchas las cosas que me dan rabia y encuentro autoritarias de este país, no es mucho lo que hago en la "realidad". Es poco -pero algo es- el tiempo que destino a defender derechos que me parecen injustamente vulnerados, en comparación al que le dedico a hablar o escribir de ellos. Mea culpa.
En fin, les decía que algo me sucedió y empecé a comentar esto con más gente tratando de ver cómo una ley así podría detenerse. Cómo se podría hacer entrar en razón a los diputados (y las diputadas), en torno a los vicios que podía incubar y el doble filo que tenía una indicación así.
Y sobre todo, porque creo -de manera muy pesimista- que una vez que esto esté funcionando, no podrá echarse atrás. Comenzará el círculo vicioso de la rabia y la (des)legitimación de la ley.

Partí por llamar a la oficina distrital de Jorge Burgos, diputado que representa el distrito donde voto, para pedir una audiencia. Su secretaria, muy amable, me dijo que lo mejor era mandarle un mail. Ya que él andaba poco por allá (recientemente era el encargado territorial de la campaña de Frei), pero leía y contestaba los mails seguro.
Lo hice el Martes 21 de Julio.
Helo aquí:
Estimado diputado,

mi nombre es José Manuel Ferreiro, soy licenciado en Sociología y trabajo como investigador del (disculpen, censuré esto. No me gusta exponerme ni a mi trabajo aquí. Uno nunca sabe quien lo leerá...). Soy también un ciudadano inscrito en el distrito que usted representa, razón por la que le escribo a usted, que sería uno de "mis" diputados.

Pero le escribo este mail a título personal y con gran preocupación por lo que pueden ser las repercusiones del proyecto de ley 4832-07, en particular el artículo 4º donde se responsabiliza a convocantes por los daños que se puedan ocasionar durante una manifestación pública.

Prefiero pensar que el espíritu de este artículo está en resguardar el patrimonio privado y público de la acción de vándalos, sin embargo me temo (como en la mayoría de las leyes) que los alcances superan el espíritu o "intencionalidad" de la ley misma y puede abrir la posibilidad para vicios absolutamente contrarios a la libertad de expresión.

Me referiré brevemente a lo que considero los problemas más importantes.

En primer lugar, este artículo puede transformarse en una peligrosa arma para los detractores de una determinada manifestación. Suponga que se organiza una marcha por la tolerancia y contra el racismo. Para un grupo neonazi extremista será una gran tentación encapucharse y destrozar elementos de alto valor, los que deberán pagar las organizaciones convocantes. Organizaciones a las que rara vez les sobran los recursos.

En segundo lugar, y por lo mismo, este artículo constituye un desincentivo a las legítimas manifestaciones públicas. Y esto es grave, ya que es una pérdida de legitimidad de la participación ciudadana en democracia. Los vándalos rara vez son parte de lo que convoca el acto público. Normalmente son pequeños grupos con escasa orgánica que aprovechan estas instancias para desatar impulsos destructivos y frustraciones mal canalizadas.
En ningún caso pretendo justificarlos, de hecho creo que deben ser castigados. Pero debe perseguirse la responsabilidad individual, no la grupal. Sobre todo si la convocatoria es pacífica y nada tiene que ver con la acción de infiltrados.

Deben perfeccionarse los modos en que estas personas son detenidas y responsabilizadas, pero ese es un trabajo que debe operar con las fuerzas de orden y no a través de leyes que merman indirectamente el derecho a reunirse y manifestarse.

Y esto por otro gran motivo: de aprobarse esta ley, se incentivan las manifestaciones ilegales en las que "nadie convoca". Se torna anónimo, y junto con eso se facilitan las acciones sin ningún tipo de control ni responsabilidad.
Esto, además, nos mete en un círculo vicioso de represión y deslegitimación de las normas que regulan las manifestaciones.

Como puede ver, el espíritu de esta ley puede verse absolutamente contrariado por la ejecución de la misma.

Entiendo las presiones con respecto a que "nadie paga" los daños, pero eso pasa por un perfeccionamiento de las policías y no por un artículo de este tipo.

Me gustaría poder presentarle personalmente mis argumentos y poder debatir. Intenté pedir audiencia en su oficina, pero me derivaron a la "bancada". Me imagino que además sus deberes de campaña tienen su tiempo muy mermado, pero he observado las reacciones que ha tenido esta iniciativa en mucha gente y créame que no es para tomarlo a la ligera.

Agradezco desde ya su tiempo en leer este mail, y espero poder obtener algún tipo de respuesta. Los jóvenes sentimos muy poca legitimidad por las instituciones políticas tradicionales y es este tipo de leyes son las que nos hacen creer menos en ellas.

Saludos cordiales

José Manuel
No es necesario que me lo digan. Evidentemente es un mail mamón, pero desde un punto de vista estratégico, necesitaba obtener respuesta.
Y sorpresivamente llegó a la mañana siguiente, el Miércoles 22 de julio. Claro, uno quiere creer que él es quien los contesta, tal como me decía su secretaria...
Y dice:

José Manuel:

He leído con atención tu mail. Me ha hecho repensar el tema. Yo he apoyado el proyecto, pero he introducido indicaciones que se han aprobado, tú sabes que es texto del gobierno y no una iniciativa parlamentaria.

Yo tendré presente tú posición, pero es básico que hablen con el Sub. Del Interior y sus asesores (todos jóvenes como tú), aún es tiempo pues aún no se ve en la sala.

Cordialmente,

Jorge Burgos V.

Como en ninguna parte del mail se indicaba que éste era confidencial, lo reproducí íntegramente.
Ustedes -al igual que yo al momento de leerlo- intuirán la dificultad que esto significaba. Intentar comunicarse con el Subsecretario Rosende no es nada de fácil para un ciudadano común. En la página, además, no hay ningun tipo de contacto.
Le contesté de inmediato el mail a Burgos. Con algo de esperanza, debo admitirlo:

Gracias por su tiempo y pronta respuesta diputado.

Por cierto que estaba al tanto de sus modificaciones (que me parecieron muy razonables), y de que esto emanaba del Ejecutivo.

Intentaré hacer llegar mis preocupaciones al señor Rosende. El problema es que me cuesta mucho encontrar algún medio de contacto.
Le agradecería si usted pudiera referirme algún mail o fono donde podría canalizar de forma efectiva estas preocupaciones.

Espero sinceramente que al momento de la discusión en la sala siga teniendo presente mi posición, que le aseguro no es sólo mía, sino compartida con preocupación por muchos y más.

Saludos cordiales y gracias nuevamente

José Manuel
Si sé, muy mamón nuevamente...
El caso es que este mail jamás tuvo respuesta.
Empecé a moverme solo y recurrí a un amigo/colega que trabaja en el Ministerio del Interior:

-"Necesito contactar a Rosende"
-"Estai loco, es imposible"
{Pregunta y explicación de para qué}
-"Me imagino que es difícil, pero ubicar a sus asesores jurídicos no debiera ser imposible"
-"Voy a preguntar y ver que te averiguo. Pero tienes que comprender que subsecretaría es todo un cuento aparte del Ministerio. De hecho ellos están en La Moneda..."

No esperé a mi amigo. Me imaginé que le iba a costar, por lo que recurrí a la indispensable Guía Silber de la secretaria donde trabajo.
Ahí llamé a la oficina del asesor legal del subsecretario, le expliqué a la amable secretaria las razones de mi llamado (debo admitir que cada vez que lo hacía me sentía como si estuviera haciendo el loco... y me carga haber tenido esa sensación) y le pregunté con quién me podía contactar. Esto era cerca de las 2 de la tarde del Viernes 24 de julio.

Al mismo tiempo le mandaba un mail a Tomás Jordán, el asesor jurídico de Rosende, muy parecido al que le mandé a Burgos, pero adaptado a su cargo y posibilidades. En él le pedía una audiencia para exponerle mis argumentos o algún tipo de respuesta.
Jordán jamás contestó...pero volvamos a su secretaria:
Me dijo que los abogados estaban almorzando que le dejara mi número y que me llamaría cuando alguno llegara.
Eso no sucedió, así que volví a llamar el Lunes 27 de julio. Sintiendo, nuevamente, que hacía el loco mientras le explicaba nuevamente quién era y para qué llamaba.

Finalmente, el Martes 28 de Julio (si no me equivoco, no tengo como comprobarlo), logré comunicarme por teléfono con uno de los abogados del departamento jurídico de la subsecretaría, o sea, quienes trabajan con Jordán asesorando a Rosende en estos temas: Nicolás Torrealba.
Nicolás fue muy amable también, me escuchó con paciencia y se mostró abierto a mis dudas y aprensiones. En su conversación fue bastante tranquilizador, haciendo ver que si la marcha se llevaba a cabo por los canales regulares, sus organizadores no tenían que temer por la acción de infiltrados. No sólo eso, Nicolás se mostró abierto a juntarse conmigo si yo quería.
Al parecer no lo había lateado tanto...

La cosa es que me quedaron muchas cosas dando vueltas, así que le escribí un mail el Miércoles 29 de Julio:

Estimado Nicolás,

Te adjunto los mails en torno al tema que nos escribimos con el diputado Burgos.

Junto con agradecer tu tiempo y disposición a conversar sobre el asunto, quería preguntarte si acaso consideras (tras lo conversado y lo aquí escrito más abajo), que está todo debidamente cubierto en las indicaciones del artículo.

Por otro lado, te quería hacer una consulta: el punto gravitante ahora pasa a ser

Se presumirá que los organizadores y convocantes a reuniones o manifestaciones públicas han adoptado las medidas a que se refiere el inciso anterior, cuando cumplan las obligaciones impuestas por las disposiciones generales de policía.”

Mi pregunta sería ¿Quién regula las disposiciones generales de la policía?. En otras palabras ¿Con qué criterios la policía decreta obligaciones? ¿Y en qué instancias se crean o modifican dichas obligaciones?

Saludos cordiales y gracias por tu tiempo

José Manuel Ferreiro

Jamás obtuve respuesta.
Algo desilusionado, pues se había mostrado tan dialogante por teléfono, resolví escribirle nuevamente, el Lunes 3 de agosto:

Estimado Nicolás,

como no obtuve respuesta tuya a mi mail anterior, te lo reenvío.

Al menos a mí no me apareció como si hubiera rebotado...

Ahí te preguntaba por ¿Quién regula las disposiciones generales de la policía?. En otras palabras ¿Con qué criterios la policía decreta obligaciones? ¿Y en qué instancias se crean o modifican dichas obligaciones?

A eso sumo otra pregunta: me explicabas que en la medida en que las manifestaciones se mantuvieran dentro de lo dispuesto por la policía, se estimaba que se habían adoptado las medidas necesarias.

Bueno, ¿Qué sucedería con el caso de los infiltrados, quienes justamente se caracterizan por desordenar y violar los límites dispuestos en una protesta?

¿Qué elementos tendrá un juez para dictaminar si se trató de miembros de la marcha (que haría responsable a organizadores) o de ajenos a ella?

Si prefieres, y tienes tiempo, podríamos conversar personalmente estos temas.

Agradezco, desde ya, algún tipo de respuesta.

Saludos cordiales,

José Manuel Ferreiro

Desde ahí hasta ahora, nada. No contestó jamás ni siquiera un mail por defecto que avisa que está de vacaciones o anda fuera. Cabe decir que los mails que le mandé a él, pese a que hablaba a título personal, los mandé desde mi correo institucional para que no fueran descartados como Spam. Además el ".gob.cl" le dan algo de seriedad al asunto. O algo de "peso"...no sé muy bien.

La cosa es que la cámara de diputados aprobó el miércoles pasado, por 38 votos contra 33 el mentado proyecto. El voto de tres diputados concertacionistas hizo posible la aprobación del proyecto: Isabel Allende, socialista, hija del mismo presidente que quería que se abrieran "Las grandes alamedas", Fulvio Rossi, socialista, y.....

Jorge Burgos.
El mismo que había "leído con atención" mi mail, que le había "hecho repensar el tema" y que iba a "tener presente" mi posición. Si es que él fue efectivamente quién me contestó el mail.

Los detalles de la votación, aquí.

No sé que viene ahora. Al parecer queda un último trámite en el Senado.
Si a usted le preocupa esto y tiene como contactar a algún senador o asesor en Subsecretaría del Interior, anímese.

Pero todo indica que nos cierran los distintos canales para expresarnos...

Por Favor, reAcciones

P.S.1: Al tiempo que escribo esto, mando un nuevo mail al diputado Burgos, dice así:
Diputado,

con mucha desilusión vi el resultado de la votación del proyecto de ley 4832-07.
Más desilusión me dio saber que fue aprobado gracias a 3 votos concertacionistas, entre los cuáles está el suyo.

Lamento que no haya leído con tanta atención mi mail, o que no lo haya hecho pensar lo suficiente. Lamento también que tener presente mi posición haya sido tan efímero.

Suerte en su reelección

Saludos

José Manuel Ferreiro

P.S.: el relato de nuestro intercambio y otras desventuras en torno al tema puede leerlo aquí, donde puede comentar también y leer comentarios de otros lectores.

¡¡¡EXTRA!! P.S.2: Menos de 2 horas después de enviarle este mail (y publicar esta columna), me ha llegado mail (se supone) escrito por diputado Burgos:

Si la leí, si lo pensé, pero vote de acuerdo a mi leal saber y entender. Lo que por cierto no tiene porque compartir,

Pero no presuma que por no estar de acuerdo, no le preste atención.

Cordialmente,

Jorge Burgos V.

jueves, agosto 13, 2009

El gesto de la semana: ¿Hasta cuándo?

Henry Allingham, el hombre más viejo del mundo. Murió el pasado 19 de julio a los 113 años.

Pues parece que hasta que se mueran. Y si eso pasa, el partido designará la persona que los reemplazará...

Seguramente usted, estimado lector o estimada lectora ya lo habrá visto en diarios y noticieros.
Pero este nunca ha sido un blog que "golpee" o que se adelante a las noticias.
Al contrario.
Disfruto bastante de discutir temas ya pasados, añejos a veces omisos, a veces olvidados.

Al grano.
La cámara de diputados rechazó el proyecto que limitaba la reelección de parlamentarios. Un proyecto que nació al interior de la misma cámara, impulsado por los diputados Eluchans (UDI), Cardemil (Ind.), Burgos (DC), Ceroni (PPD) y Bustos (PS, Q.E.P.D.). El proyecto establecía un límite de dos reelecciones para los diputados (o sea, 3 períodos, 12 años) y una reelección para senadores (2 períodos, 16 años).
A contar de su promulgación.
O sea, ni siquiera significaba una amenaza al mediano plazo para los honorables.

Como es una reforma constitucional, tiene un quórum calificado (una de las genialidades/trabas que instaló Jaime Guzmán -fundador de la UDI- para que nada cambiara) de 3/5 .
O sea, 72 diputados.

A estas alturas, ya todos sabemos que faltaron 2 votos.
Lo cierto es que entre los 19 que votaron en contra hubo 12 de la UDI (de un total de 22 diputados del partido) y 3 de la concertación (2 DC y un Radical). Uno de los DC que votó en contra -Sergio Ojeda- está en el parlamento desde 1990.
Pero ojo que también hubo 3 diputados concertacionistas que se abstuvieron (un DC, un PPD y un PS). En todo caso, el detalle de la votación con el respectivo contacto de cada honorable pueden verlo aquí.

El voto a favor, hay que decirlo, también tuvo de todos los partidos. Incluyendo a personajes actualmente cuestionados y pillados "chanchito" como Julio Dittborn. Seguramente votar en contra habría sido un suicidio político.

Los concertacionistas que votaron en contra no dieron la cara.
Pero sí lo hizo Claudio Alvarado, jefe de bancada de la UDI:
"En la UDI se considera mayoritariamente que una ley no puede limitar la soberanía popular."
Suena bonito. De hecho, hasta emociona.
Y es la idea.
Pero el pequeño detalle es que no estamos hablando de soberanía popular.
La misma UDI (junto a RN) se han opuesto a modificar el sistema binominal que los sobrerrepresenta. En palabras simples, el sistema binominal permite que haya gente en el parlamento que haya sacado menos votos que uno que "perdió".

Esto, lo sabemos, llena de vicios las elecciones. Haciendo que como en la mayoría de los distritos "sale uno y uno", la competencia sea al interior de la coalición y no entre coaliciones. Además se dan casos simbólicos como el de Allamand (y otros más), en donde al no poner otro candidato en la lista, en la práctica es designarlo Senador desde la oficina del partido.

La soberanía popular no existe. No al menos como la quieren pintar en la UDI.
Hace rato que son la institución peor evaluada y cuyo rechazo supera el 50%. Sin embargo no hay posibilidad real de "castigarlos". Y estos frescos siguen pensando que los reeligen porque "la ciudadanía" considera que están haciendo bien la pega.
Si la UDI realmente quisiera soberanía popular, no debiera defender un sistema que excluye al 10% (o más) de la población y que otorga cargos de poder a gente que tiene apoyo minoritario (los famosos "arrastrados" por su compañero de lista).

Recordemos que son los mismos del "desalojo". Los mismos que creen que es buena la alternancia en el poder y que creen que 20 años de concertación en el ejecutivo es demasiado. Los mismos que se escandalizan porque Chávez tenga la misma posibilidad de reelección indefinida en Venezuela.
Los presidentes no tienen posibilidad de reelección en Chile. ¿Por qué no extender eso a alcaldes, concejales y parlamentarios? O al revés ¿Por qué no extender la soberanía popular y reelegir también a un presidente bien evaluado?
Pues ya sabemos porqué...

El poder corrompe, destruye y busca expandirse en cualquier parte donde se desenvuelva. No sólo en el gobierno.
Además que toda transformación relevante debe pasar por el Congreso.

Pero parece que a muchos les cuesta soltar la idea de poder estar toda la vida ganando más de seis millones, reajustándose a sí mismos sueldos y asignaciones de bencina, para a veces ni siquiera ir a votar (ni menos leer) los proyectos de ley para este país.

Sí a la alternancia, ¡Pero que se vayan todos!

TODOS
.

Cada vez me convenzo más: debiéramos ponerle fin a esto.

Por Favor, reAcciones

P.D. 17/08/09: MEFISTO tiene razón (y para todas quienes gustan del lenguaje inclusivo), ¡Que se vayan TODOS y TODAS!

viernes, agosto 07, 2009

Razones para matar

Recuerdo que cuando vi "Hombre muerto caminando" (Dead man Walking, dirigida por Tim Robbins, 1995) quedé bastante impresionado. La película es la adaptación de un libro homónimo escrito por la monja Helen Prejean, basado en sus vivencias con un par de condenados a muerte. El personaje que -magistralmente- encarna Sean Penn es realmente la fusión de dos condenados, pero en la película se trata de Matthew Poncelet un tipo que asesinó una pareja de jóvenes habiendo violado también a la chica. Su cómplice logra obtener un castigo menor y la culpa (y futura inyección letal) recae en Poncelet.
Mientras espera su sentencia, Helen se entrevista varias veces con él y con las familias de los chicos muertos, quienes no pueden entender que ella esté ayudando a Matthew a apelar la sentencia con la ayuda de un buen abogado que no le cobrará.
Poncelet se muestra machista, agresivo, racista y sin ningún tipo de remordimientos al comienzo, pero con el paso del tiempo (y la cercanía de su muerte) comienza a emerger su humanidad, arrepentimiento y finalmente, su confesión.
En todo este proceso, la monja comienza a desarrollar una relación empática con el condenado a quien también es capaz de ver como un ser humano arrepentido y digno de perdón. Gran película. Totalmente recomendable...

¿Cómo explicarse que TODOS los diputados de la UDI que propusieron reponer la pena de muerte a pito de la niña de 5 años violada y asesinada en Valparaíso, firmaron el requerimiento al TC para impugnar la píldora del día después, autoproclamándose "pro-vida"?

Claro, es evidente que hay un morboso oportunismo político y la oportunidad para salir con el discurso comodín de que "no se hace nada para evitar que estos hechos sigan sucediendo". Pero eso no es preocupante. Es decir, sólo evidencia la calidad de buitres de los "honorables" y sus ansias de reelección. Y es probable que eso sea todo.
No obstante, propongo un ejercicio: imaginemos que efectivamente realizan iniciativas movidos por convencimientos y valores. Y que detrás de estas iniciativas hay una racionalidad que las termina ligando a dichos principios.
Tratemos de ver las "razones" para reponerla:

Es evidente que, por definición, la pena de muerte no soluciona ningún problema con respecto a la cadena perpetua. En ninguno de los dos casos el delincuente podrá repetir su crimen.

Desde un punto de vista racional, elevar el "costo" del crimen de cadena perpetua a pena de muerte, me parece bastante marginal. Personalmente no sé si es peor que te maten o pudrirte en la cárcel con la certeza que nunca saldrás (sumado al "especial trato" que reciben los condenados por violación y la posibilidad de que cualquier día te maten o "suiciden").
Independiente de eso, me parece que este tipo de crímenes (violar y asesinar la hija de 5 años de los vecinos) tiene poco que ver con la racionalidad. Acá hay claramente una impulsividad bastante patológica. Y si incorporamos a los psicópatas a este cuadro, más obsoleta queda la perspectiva de la "acción racional" para analizar el delito y el castigo para "evitarlo".

Cuento aparte es el cálculo económico que se pone tan de moda para estos eventos: lo que le cuesta "a todos los chilenos" mantener vivo un personaje de estos y todo lo que se podría hacer con ese dinero. Que son recursos para educar a 10 niños en el sistema público, que es casi el doble del sueldo mínimo...y así. El clásico argumento de "tocar el bolsillo".

Cuento aparte es también si lo que está en juego es un sentimiento de venganza. El hecho de no querer que un criminal así comparta el mismo aire que el resto y peor aún, mantenerlo. El hecho de descargar la frustración de una vida perdida, haciéndole perder la vida al culpable. El regreso a ese gusto por ver sufrir que se plasmaba en el circo romano y que luego se legitimó como "justicia" en las ejecuciones públicas. La sed de crueldad y de sangre, en definitiva.

Pero que no vengan con la mentira de que esto es para evitar que vuelva a suceder.

Me preocupa de sobremanera la forma en como razonan quienes votan las leyes que nos rigen. ¿Qué tiene en la cabeza una persona que pide prohibir la píldora del día después, con el argumento de defender "la vida", y que al mismo tiempo propone asesinar a ciertos criminales?

Entonces tenemos que empezar a matizar y a decir que es la vida inocente, del que está por nacer la que se defiende. Y que en este caso se trata de monstruos adultos con discernimiento. Que no es lo mismo defender una vida que la otra...

Puede ser...
Pero díganlo como es: les gusta afirmar la crueldad y tienen trancas con la sexualidad.
Quieren ejecutar y que las promiscuas "paguen" su placer con embarazos.
En resumen, quieren castigar.

Asúmanlo y por favor dejen de usar ese slogan mentiroso de "defensa de LA vida", porque parecen payasos y es imposible creerles.

Por Favor, reAcciones

P.S.: aprovecho de inaugurar una nueva "etiqueta" para las columnas de este blog. Se llama "imbecileyes", y agrupa(rá) eso: leyes (o proyectos de ley) imbéciles.

lunes, agosto 03, 2009

Culpa de los padres


No hace falta hacer mucha introducción a Psicosis (Psycho, 1960) de Alfred Hitchcock. Su calidad de clásico del cine es indiscutible.
Norman Bates tiene un motel y vive en una casa bastante tenebrosa colina arriba. Pero además, Norman tiene una madre. Una madre tremendamente controladora y asfixiante. Una madre que no le gusta que su hijo se enamore de mujeres, una madre que le grita, una madre autoritaria.
Janet es secretaria de una oficina de bienes raíces que huye con los 40.000 dólares de la compra de una casa. Llega a quedarse al Motel Bates y mientras se da una ducha, en una escena que es un clásico y cuya música está inserta en todos a estas alturas, es acuchillada supuestamente por la señora Bates.
Empieza la búsqueda de Janet -sáltese al párrafo siguiente si no quiere saber el final- para que finalmente se nos revele que Norman Bates tiene una personalidad fragmentada en la que habita su madre, de quien se disfraza, y a quien había envenenado 10 años antes. El sentimiento de culpa y esa figura autoritaria había llevado a que la madre "tomara" un pedazo de la personalidad de Bates y se encarnara en él. De más está decir que es un imprescindible en el cine de suspenso y que ha dado a un largo número de homenajes y "citas" en el cine que se ha hecho después de esta película.


Hoy, voces ligadas a la derecha conservadora intentan reproducir una especie de autoritarismo en la familia que era muy propio de épocas pasadas.
Este intento de reestablecer -por ley- el control total que tenían los padres sobre los destinos de los hijos (con quiénes se casaban, con quiénes podían salir, qué podían estudiar, etc.), se ha plasmado en dos proyectos de ley por estos días.

Uno, es el que establece responsabilidades civiles a los padres de menores que incurran en un delito. Es el "tirón de orejas" a los padres de "Cisarro" o de "Las arañitas" por no haber hecho bien la pega. Dos breves reflexiones sobre estos ejemplos:
1) En ambos casos, los padres "tiraron la toalla" y decidieron desentenderse de sus hijos. Tristemente para ellos, sus hijos "no tienen vuelta". O simplemente ya no saben qué hacer con ellos.
2) Como lamentablemente es común en nuestra legislación, hay un sesgo clasista que no es menor: la GRAN mayoría de los delincuentes juveniles vienen de estratos bajos. Son pobres. Con decir esto no estoy aventurando una explicación del fenómeno (da para largo y es más complejo), ni tampoco una excusa (sería absurdo, como decir que hay que vender coca para alimentar a los hijos), sólo quiero decir que imponer una sanción civil (normalmente una multa o indemnización) a padres pobres está lejos de solucionar el problema, sino que comienza otro. Y en caso de que no puedan pagarla, terminarían también en la cárcel.

El segundo, es el famoso proyecto para reponer la distribución en consultorios de la píldora del día después (intento que descansa en una confianza extraña de que extremistas fanáticos como Kast no vayan nuevamente al TC a impugnar y tengamos el mismo cuento otra vez).
Aparentemente, el hecho de que haya desigualdad en la distribución de la píldora -desigualdad que se explica por la desidia, ya que en rigor su supuesto carácter inconstitucional debiera impedirla también en farmacias- fue muy feo. Incluso para Piñera. Su promesa de acabar con esta diferencia presionó a (algunos) parlamentarios derechistas a arrugar la cara y disponerse a aprobar el proyecto.
Sin embargo, quienes se "dan vuelta la chaqueta" en este asunto, no lo hacen gratis tampoco. Y su manera de meter el conservadurismo está en poner la indicación que obligaría a repartirla a menores sólo con la autorización de los padres.
Sobre esto, nuevamente, un par de breves reflexiones:
1) Exigir esto va contra el tratado internacional ratificado por Chile donde se compromete a respetar los derechos de los niños (menores de 18). Dentro de esos derechos está la confidencialdad médico-paciente.
2) Lo otro, es que puede que la relación de quienes soliciten las píldora con sus padres sea un poco más compleja.

Le doy algunos datos para tener en cuenta: entre quienes hoy tienen entre 15 y 17 años (inclusive), el 50,1% admite tener problemas de comunicación al interior de la familia. Pero si ahora consideramos a todos los jóvenes que tuvieron hijos antes de los 18, quienes admiten problemas de comunicación en su familia de origen se elevan al 64,1%.

Sigamos con estos mismos "públicos": Al consultarles si en su familia de origen hay malas relaciones entre padres e hijos, el 29,8% de los jóvenes menores de edad dice que sí. En el caso de quienes fueron padres o madres antes de ser mayores de edad, esta proporción se eleva al 43,8%. La violencia física y/o psicológica ha sido sufrida por el 13,3% de los adolescentes y por el 28,1% de los que tuvieron hijos siendo menores de edad. Por último, y tal vez el dato más delicado, mientras el 0,9% de los pertenecientes al tramo 15-17 años admite la existencia de abuso sexual en su familia de origen, esta proporción se eleva al 3,5% en quienes tuvieron hijos antes de los 18 años.

Como (no) pueden ver nuestros senadores conservadores, la situación familiar puede ser bastante compleja. Al parecer para algunos menores de edad la relación con sus padres no es fluida ni feliz, lo que se acentúa en quienes tuvieron hijos siendo menores de 18 (que sería el “público objetivo” de esta indicación legal).

El si acaso esta indicación sería aplicable (por ejemplo ¿Qué pasaría si los padres del menor no están para autorizar la petición de la píldora?) es una materia en la que no me considero competente. Lo que sí propongo debatir es acerca del sentido tras esta indicación.


Al parecer hay una imagen idealizada en torno a la familia, donde queda fuera de toda consideración la familia donde los padres no están, donde hay poca comunicación, malas relaciones, relaciones violentas y abusos sexuales. Esto último no es menor, ya que la violación era una de las causales para acceder a la píldora y alrededor del 81% de los delitos sexuales en este país son cometidos por familiares de la víctima ¿Cómo pedir consentimiento a los padres para una píldora por quién fue violada por su padre/padrastro/hermano/tío/primo/abuelo/etc.?

Sin embargo, y para incluir también el proyecto sobre la responsabilidad civil de los padres, lo que estas leyes parecen decir es que los padres deben estar constantemente sobre sus hijos. Vigilando y controlándolos. Todo lo que haga el hijo (en la medida que sea un desvío de la norma) es explicable por sus padres, obviando su contexto, amigos, educación (escuela/colegio)...obviando a la sociedad misma.

Los padres que estos parlamentarios quisieran instaurar por ley son los padres que ejercían su autoridad sin límites en la familia. Son los padres que todavía son “dueños” de los cuerpos y destinos de sus hijos. Son los padres que no son capaces de reconocer en sus hijos a una persona distinta. Son los padres que desconocen la posibilidad de autonomía como persona, sólo porque todavía no han cumplido 18.


Son los padres que habitarían en la personalidad fragmentada de sus hijos...


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