sábado, enero 21, 2012

El gesto de la semana: Bicicletas en la lluvia


Reconozco que me encanta andar en bicicleta con lluvia. No creo poder dar una explicación racionalmente satisfactoria de por qué me gusta (como me sucede con todos mis gustos en general), y estoy muy consciente que somos pocos los que compartimos ese placer. "Los valientes", como decía el maestro de un taller de bicicletas cerca de donde vivía.

Es que no es tan simple. Los frenos funcionan distinto y hay que vestirse asumiendo que uno va a mojarse (personalmente prefiero usar traje de baño y zapatillas ligeras que se sequen rápido) y encontrar modos de mantener seca la ropa de cambio y zapatos (y otras cosas importantes) que hay que transportar también. Si les interesa, acá hay una guía breve con consejos. Porque sospecho que no están aquí para leer de ciclismo...

Mi punto simplemente es remarcar que andar en bicicleta con lluvia no es una actividad que tenga muchos adeptos y claramente es algo que una madre no le recomendaría a sus hijos (lo sé por experiencia propia). Es por eso mismo que no creo que Inés Pérez haya sido tan tergiversada como algunos reclaman, transformando esto en un acto de injusticia y heroísmo para develar una verdad que habría sido ocultada por esa tendenciosa cuña de 15 segundos.

¿Qué tiene que ver una cosa con otra?

Quien "filtró" la transcripción completa de la entrevista (y que para más remate, fue despedido de Chilevisión) dijo, cual paladín de la verdad:

"Hoy me han desvinculado de mi trabajo por mostrar algo que me pareció justo. Justicia señores, de la antigua. Sólo espero que esto sirva para que meditemos sobre nuestra humanidad, o lo que va quedando de ella."

Por supuesto, esta es sólo una cuña y no la transcripción completa de su comunicado. Pueden ver más sobre él y su comunicado aquí.
Aparentemente la idea que se ha instalado es que habrían elementos en la entrevista completa que contradirían los "15 segundos de fama", y por lo tanto, transformando en injusto el linchamiento colectivo del que ha sido víctima Inés. Permítanme postergar un momento el tema de la reacción y volver al dato.

La frase que se usa como argumento que "desmentiría" el clasismo de su “te imaginai todas las nanas y todos los obreros caminando y tus hijos ahí en bicicleta” que la llevó a la fama internacional, es la siguiente:

¿Te imaginai tu en invierno con lluvia y con truenos, todas las nanas caminando por el condominio? Osea, más encima es un servicio gratis, que todo el condominio les estamos pagando y la gente no lo disfruta.
Repentinamente, esta preocupación porque las nanas no pasen frío ni se mojen en invierno se transformó en una especie de garantía de que no estábamos frente a una discriminadora, sino frente a una preocupada y humanitaria mujer.

Pero, ¿Y los hijos en bicicleta? ¿Inés se imagina a sus hijos andando en bicicleta bajo la lluvia y el frío del invierno, mientras nanas y obreros se mojan porque caminan en vez de usar el furgón?

Lo dudo. Si se supone que es capaz de preocuparse por el bienestar de su nana, más lo hará por sus hijos ¿no? Lo más probable es que se refiriera a un agradable día de verano o primavera donde los niños en bicicleta iban a verse atrapados en el inimaginable escenario de tener que ver pasar a nanas y obreros.

Algunos demasiado entusiasmados con el nuevo carácter de luchadora social (o tal vez temerosos de aceptar la realidad de un clasismo arraigado) intentaban interpretar aquí -forzadamente para mi gusto- la frase como una preocupación de que los niños andando en bicicleta le estorbarían a los trabajadores en su éxodo, ya sea en la calle o las veredas. El problema con esa lectura es que (extremando el argumento) significaría que Inés preferiría que sus hijos corrieran el riesgo de toparse con un furgón que con gente caminando. No me parece muy cuerdo.

La discriminación siempre tiene una cara razonable, incluso humana, para justificarse. Siempre habrá alguna razón para decir que es bueno no mezclar las gentes, o se invocará valores como "el respeto", "la privacidad" o "la comodidad" para justificar que quienes son discriminados no compartan espacios con quienes los discriminan. No es raro que Inés sea ambivalente en su discurso y que sea capaz de invocar al mismo tiempo horror de que sus hijos en bicicleta se mezclen con obreros y nanas, así como una sensibilidad en que su nana no tenga que caminar bajo la lluvia.

Se argumenta mucho que la sacaron de contexto (¿Qué acaso no es eso lo que hace el periodismo con todas las entrevistas?), pero si examinamos el contexto amplio, no es muy auspicioso para ella tampoco...

El caso empezó cuando una nana denunció que la hostigaban para que usara el furgón siendo que tenía que caminar sólo una cuadra. Que la regla del condominio tenía que ver con que "se le daba un mal aspecto" al tener al personal doméstico caminando por ahí. El periodista en busca de una nota con algún vecino que pudiera defender la medida, Inés aparece para dar su testimonio. Y por lo mismo es clave cuando ella dice: Es penca porque tu vives regido por un reglamento, si no te gusta para qué vives aquí”.
Esa es la clave: Inés vive en ese condominio, con esas reglas, porque le gustan esas reglas con las que está de acuerdo. No es raro que una persona que decide ir a vivir a Chicureo, lejos de la realidad de la ciudad, en una burbuja bella, pulcra y de cielos amplios, esté de acuerdo con segregar a la servidumbre. Y que tenga algún placebo moral para complementar la justificación, como lo es la lluvia y el frío.

Con todo, creo que algunos elementos quedan todavía por darles una vuelta. De partida, me cuesta entender cómo el periodista después de tener una "joyita" de cuña como la que terminó poniendo finalmente en la nota, no le hace otra pregunta para profundizar. Un simple "¿Ah sí? ¿Por qué cree que sería un problema que los niños en bicicleta se topen con las nanas y obreros? podría haber bastado para enteder(la) mejor. Pero para variar, nuestro periodismo televisivo daba muestras de desaprovechar una oportunidad de obtener una información más completa.

Otro punto es el supuesto linchamiento virtual que obligó a la pobre Inés a cerrar su cuenta en Facebook. Desde mi perspectiva simplista, la única razón por la que esto podría ser relevante, es gracias a los mismos periodistas. Son los periodistas los que inflan a las mal llamadas "redes sociales" por el hecho de que son los más beneficiados con ellas: cuando no les adelantan un golpe noticioso, transforman lo que sucede en ellas en una noticia en sí misma. Extraen de ahí las opiniones de quienes ya no necesitan entrevistar y cubren las modas de opinión en ellas como si se tratara de un problema generalizado en la población. Les da por repetir la expresión metafórica de que "arden las redes sociales" (así como los incendios siempre son "voraces" o las jornadas son siempre "intensas", los sismos son "devastadores", etc.), como si eso significara algo en la práctica, siendo que para Inés era tan fácil como cerrar su cuenta y fin de la historia (A no ser que la marcha que iban a convocar efectivamente haya tenido lugar ¿alguien sabe si pasó?). Pero no, ahora esto es portada en diarios, reportajes en televisión y su alcance es mayor.

Se deja ver una parte fea, pero nada de novedosa: que hay quienes en Chile hacen leña de árboles caídos. No obstante, del resentido chaqueteo a este castigo a la discriminación me parece que hay un gran avance. Y en el caso de que hubiera que escoger entre polos (y esto es siempre más retórico que real), prefiero más gente que se indigna y se lo hace saber a una persona que dice comentarios clasistas en la tele, que una silenciosa indiferencia que colabore a "naturalizar" un comentario así. El dato alentador de todo esto es que ese tipo de comentarios ya no se pueden hacer así como si nada, y hace unos años atrás no habría causado tanto revuelo.

Detenerse en cómo el periodismo puede tergiversar o no el sentido de una frase -insisto que creo que aquí no es el caso- me parece algo inútil en la medida de que no es algo que se descubra con este "escándalo", ni que vaya a terminar por el mismo. Especialmente si no se hace mucho esfuerzo en examinar sus palabras y su contexto, y en vez se la pasa rápidamente de clasista discriminadora a seguidora del padre Hurtado.

Si tan sólo el periodista le hubiera preguntado por qué deja que sus hijos anden en bicicleta bajo la lluvia...

Peras al olmo

Por Favor, reAcciones

P.D. al 22/01/2012: Acabo de leer aquí que "una veintena" de personas llegó hasta afuera del condominio en cuestión a protestar. No lograron entrar ni hablar con nadie de administración, ni tampoco obtuvieron una copia del polémico reglamento. Interesante contrastar los "casi 4 mil" que apoyaban la página en Facebook con la "veintena" que efectivamente se hizo presente.
Insisto, la prensa infla demasiado lo que puede significar que gente adhiera o rechace algo a través de Facebook o Twitter.