martes, noviembre 15, 2011

Cambio de Folio II

"The houses of parliament" siendo remodeladas

Hace por lo menos un mes que debí haber publicado esta columna. Pero ya está. Supongo que no quieren más excusas e iré al grano.
Heme ahora, tras un año en la capital del imperio y un paso fugaz por Chile en Septiembre, en el antiguo imperio: Inglaterra. Por alguna razón que no termino de explicarme muy bien (y tampoco quiero ahondar) al Estado -expresado en Conicyt- le pareció buena idea usar dinero de todos los chilenos en financiarme estudios de postgrado por acá. Pero son efectivos en instalarte el concepto de "deuda" que uno contrae y saber que hay que volver a tratar de hacer algo bueno para el país con lo que uno aprendió. Lo que no termino de entender es cómo los estudios (críticos) de discurso (en el sentido amplio de la palabra, no solamente la retórica), esencialmente orientados a analizar aquello que es dicho en un determinado contexto, con todo lo que se dice sin decirlo explícitamente y con toda la ideología que hay tras cualquier espacio de poder, puedan ser interesantes para el Estado. Siendo que es el discurso del poder político uno de los objetivos favoritos de este análisis (junto con la prensa y la publicidad). Pero supongo que habla bien de Conicyt en el sentido de preocuparse por el conocimiento y no de la estrategia política.

¿Que significará esto en la práctica? Pues nada mucho. No es como poner una bomba o ser el editor de un poderoso medio de comunicación. Todo seguirá más o menos igual. Pero ustedes, mis estimadas lectoras y estimados lectores, me temo que sufrirán que esta vorágine de conocimiento a presión que estoy recibiendo me transforme en un tipo (aún) más latero y que me vea tentado a aplicar en estas páginas algo de lo que vaya aprendiendo.
Por lo demás, no veo otra forma de no sentirme culpable por destinarle tiempo a estas columnas siendo que debiera estar estudiando y escribiendo mis ensayos para los ramos.

Al menos estaré un año por aquí. Quién sabe si se da la oportunidad para seguir estudiando. Ojalá. Les iré contando también algo de cómo es la cosa por acá y los contrastes evidentes que van apareciendo con nuestro Chile y con EEUU también.
Desde ya les puedo adelantar que los ingleses comen fome, que tienen una forma de ser muy "mesurada" y que uno va contando como gracia los días en los que es posible ver el sol (parece ser evidente los efectos que genera en la forma de ser y personalidad un exceso de días grises). Les puedo contar también que la invasión de China en el mundo es una realidad (son tal vez el 70% de los estudiantes extranjeros) y que tengo la suerte de compartir con compañeros de 4 continentes y de por lo menos 20 lenguas distintas, lo que es toda una oportunidad que hace desear tener más tiempo para aprovecharla lo más posible.

Para cerrar, me gustaría compartir un pequeño ejercicio (quiero aclarar que en lo que refiere a desnudar los medios, Luis Cuello con Otra Prensa lo hace con gran maestría hace un buen tiempo ya): tomemos el siguiente titular de La Tercera de hace 3 días:
"Hinchas muestran su apoyo irrestricto a Borghi en el arribo de Chile al país".

Contexto: La selección de fútbol regresa después de recibir una paliza 4-0, todos goles de Luis Suárez, por parte de la selección uruguaya en el estadio Centenario.

Contexto ideológico de la fuente:
La Tercera, pese a su eslogan "piensa sin límites", es un medio perteneciente a Copesa, uno de los dos grandes conglomerados de prensa en Chile, de una sensibilidad editorial de derecha. Se supone que es de derecha liberal, pero en la práctica hay nexos con el Opus Dei y sé por experiencia propia que no es posible escribir ni contra el Hogar de Cristo, la iglesia católica o la economía de mercado. Es decir, hay varios límites para pensar ahí.

Contexto político: Borghi es elegido seleccionador nacional (apostando a su arrastre popular) tras la impopular salida de Marcelo Bielsa, luego de una polémica elección de la ANFP que posicionó los intereses de los grandes clubes y que estuvo marcada por una lectura de "revancha política". Esto último por la abierta simpatía política de izquierda de Bielsa y de derecha de los dirigentes del fútbol. La mal llamada "opinión pública" leyó en esto una venganza de Piñera (ex-accionista de Colo-Colo, ahora sus acciones en manos de su cuñado) hacia quien Bielsa nunca sintió simpatía por su burdo intento de colgarse de los triunfos futbolísticos, cuyo clímax fue el cuasi intento del ex-seleccionador de no darle la mano en una recepción en el palacio de gobierno (saludo que fue forzado por el presidente). Desde la salida de Bielsa en adelante, Piñera ha mostrado una baja sostenida en la popularidad, y las encuestas indican que la mayoría de la gente piensa que él tuvo algo que ver.

Contexto ideológico del analista: tendencia política no-partidista ligada al pensamiento de izquierda, crítico de la dirección de Borghi, "huérfano" de Bielsa y opositor a la actual dirigencia del fútbol.

Dados los contextos, desmenucemos un poco: lo primero que salta a la vista es el recurso con el que se pretende universalizar. Si leemos la bajada de la noticia, sabemos que se trata de "cerca de 30 hinchas". Esto en periodismo tiende a significar realmente "menos de 30". Pero demos el beneficio de la duda y dejémoslo en 30.
Bien, la hipérbole consiste justamente en transformar 30 hinchas en simplemente "hinchas". Lo que uno lee en el titular entonces es que quienes son hinchas apoyan irrestrictamente. No son "algunos hinchas" o "un grupo de hinchas", es simplemente "hinchas" a secas. Usted, estimada lectora/estimado lector, perfectamente podría decirme: bueno, pero tampoco dice "todos los hinchas", en rigor no están mintiendo porque esos 30 son, efectivamente, hinchas.
Y si bien, desde un punto de vista literal eso es cierto, al examinar las prácticas periodísticas (y los titulares en particular entendidos con fines persuasivos/llamativos más que informativos), nos encontraremos que la mayoría de las veces cuando se quiere referir a un número semejante de personas haciendo algo en común, tienden a decir "grupo de..." (hinchas, en este caso).

Ahora, si seguimos, vemos que ese apoyo irrestricto continúa con la hipérbole. El uso de dicho adjetivo tiende a ser más duro que incondicional y es porque se opone a restricciones, mientras que éste último se opone a condiciones. Hay una evocación más cercana a una lucha, mientras que lo incondicional está revestido de mayor "romanticismo". Y uno puede interpretar aquí que la línea editorial "olfatea" ya un conflicto por venir. En este caso, justamente quienes quieren la salida del técnico y no les gusta como ha conducido a la selección hasta ahora.
Es por eso mismo que es tan importante que este apoyo se le muestre (de acuerdo al titular) a Borghi y no a la selección completa. Que quede claro aquí quién es el sujeto de dicho apoyo sin restricciones.

Por último, y confirmando el tono hiperbólico, se recurre a la sinécdoque de "el arribo de Chile al país". Si uno lo tomara literal, sonaría a un absurdo redundante. Sin embargo el tropo opera tomando una parte (la selección de fútbol) por el todo (Chile). El uso de este recurso no es azaroso ni inocente: se pretende reforzar el sentimiento de unidad en torno a la selección y, en este caso, a su técnico. En otras palabras, es todo el país el que llega después de recibir una goleada.
De esta forma, 30 hinchas se transforman simplemente en "(los) hinchas" y la selección de fútbol en "Chile".

Si a esto le sumamos los contextos antes descritos, quedan pocas dudas de que se trata de un intento de "blindaje" en un diario de derecha al director técnico, puesto por una dirigencia (de derecha) cuestionada. El mismo tipo de blindaje que ha intentado quitar todo tipo de responsabilidad de Borghi en la indisciplina del "Drink Team". Los mismos que con Bielsa no estuvieron en ningún escándalo.
En primer año nos enseñaron que la autoridad no es un atributo de quien domina, sino algo que es reconocido y legitimado por quienes son dominados...

El fútbol es justamente el ("nuevo") opio del pueblo, por cómo a propósito de él también se puede transmitir ideología.

Por Favor, reAcciones

domingo, noviembre 06, 2011

¿Qué fuimos a celebrar anoche?

Todas estas hogueras y fuegos artificiales lo dejan pensando a uno en fuego y explosiones...

Anoche se celebraba la "Bonfire Night" (noche de la hoguera), la que es toda una tradición británica. En muchos barrios pueden verse grandes piras (varios aprovechan de deshacerse de esos muebles cojos y objetos inútiles) que se arman durante el día, para ya en la noche prenderles fuego con la consecuente quema de un muñeco de Guy Fawkes que se va paseando por las calles durante el día ("a penny for the Guy, dicen los niños"), del mismo modo como en algunos pueblos de Chile se hace con el Judas para semana santa (así como en otros países de Latinoamérica y en España, donde se originó la tradición ). Aunque esta parte de la tradición pasa cada vez menos.
Sumado a eso, hay espectáculos de fuegos artificiales desperdigados por todo el pueblo. Si bien la municipalidad organiza un espectáculo de casi media hora, los fuegos artificiales incluso comienzan en la noche del 4 de noviembre y se pueden ver por distintos barrios antes y después del evento "oficial".

Es una festividad, claro está. ¿Pero qué es lo que se celebra realmente?
El contexto histórico dice que fue el 5 de noviembre de 1605 cuando Guy Fawkes fue sorprendido en su intento de volar el parlamento con 36 barriles de pólvora, siendo el rey Jaime I (VII de Escocia) el principal objetivo. La razón: el monarca haciendo eco a la intolerancia a los católicos heredada por su antecesora Isabel I, había continuado con las prohibiciones a los católicos de expresarse en la vida pública. El complot tenía por objetivo que se instalara un monarca católico que hiciera retroceder las medidas intolerantes de los anglicanos. Alguien mandó una carta anónima alertando de lo que iba a ocurrir, Fawkes fue descubierto, apresado, torturado hasta delatar a todos los conspiradores y ahorcado en enero del año siguiente. Les dejo la historia hasta acá. Si quieren profundizar más aquí hay una buena página en español y aquí una muy completa en inglés.
Lo interesante para mí -y no quiero decir que la historia no lo sea- es como el sentido tras la celebración ha ido mutando con el tiempo y expresando los cambios en la sociedad que la celebra. Y rara vez el sentido de una fiesta popular tiene que ver con apegarse a un rigor histórico...

En un comienzo, esta fiesta giraba en torno a la traición. Fawkes era la figura de la conspiración y su quema era un símbolo de lo caro que sale atreverse a irse contra el rey.
Pero obviamente no sólo eso. Era una celebración religiosa también, en la cual los anglicanos agradecían a dios que el "fanatismo de los católicos papistas" hubiera fracasado. El descubrimiento del complot se transformaba en una especie de confirmación de que dios estaba de su lado, que eran un "pueblo elegido" (¿les suena conocida la excusa para ejecutar y excluir?).
Con el tiempo, la celebración fue abstrayéndose en una mezcla de festividad patriota y anti católica-papista. Carlos I, casado con una católica, quiso eliminar la festividad pero el radicalismo protestante se lo impidió.
Ya a fines del siglo XVIII la festividad adquiría connotaciones de vandalismo e insurrección, en la medida que los sectores populares arrancaban madera de las casas y vallas para quemarlas.
A mediados del siglo XIX el día de Guy Fawkes -como también se le conoce- ya no tenía mucha connotación patriótica ni anticatólica, con lo que el parlamento la erradicó como festividad oficial y sólo quedó como fiesta popular.

La imagen de Guy Fawkes, por su parte, se abstrajo en su símbolo: ser un personaje odiado por el pueblo. Esto llevó a que se quemaran muñecos de nacionalistas irlandeses, el papa católico, el zar ruso, Margaret Thatcher y hasta Tony Blair ha ardido para un 5 de noviembre. Pero la transformación relativamente reciente que ha experimentado el personaje de Guy Fawkes es digna de notar.
De ser una figura donde se condensaba -a modo de catarsis- el odio popular, se ha transformado en un símbolo de la resistencia e insurrección frente al poder.
No es para menos: el tipo quiso atentar contra el rey y lo que lo movía era una lucha contra la intolerancia y discriminación a un grupo minoritario, lejos del poder político. Gran parte del crédito de esta nueva significación del personaje se le debe al genial Alan Moore y a su cómic (novela gráfica, más bien) V for Vendetta ("V de Venganza") lanzado entre los años 1982 y 1988. Sin embargo, la masificación definitiva se le debe a la adaptación al cine hecha el año 2006 por los hermanos Wachowski. Muy a pesar de Moore, hay que decirlo, quien no consideró fiel la adaptación que desproveía de todo el anarquismo que marcaba al personaje de V en el cómic (en todo caso la relación de Alan Moore y el cine ha sido de muchos malos ratos: ni las adaptaciones de Desde el infierno, La Liga de Hombres Extraordinarios, Watchmen o Constantine lo han dejado contento).

La película hizo que el ícono del personaje usando la máscara de Guy Fawkes, que se enfrentaba a bombazos y veneno contra un estado terrorista que oprimía y vigilaba a su pueblo, se transformara en un símbolo de lucha.
Las máscaras -hechas por una subsidiaria de la Warner Bros., que tiene los derechos de la película- se hacen presentes en todas las protestas desde hace por lo menos 3 años. En cada concentración de indignados en Europa, EEUU o incluso marchas por la educación en Chile, aparecen.
El grupo Anonymous las utiliza en todos sus mensajes. Rescatando esa inspiración anarquista y anti totalitaria que caracteriza al personaje original de V.


Lo que es interesante aquí, es que pareciera que ponerse la máscara de Guy Fawkes evoca más al personaje de V que al mismo Fawkes. Se ha actualizado ese significado desprendiéndose de cualquier patriotismo o religiosidad original, para abstraerse en el sentido de lucha contra la opresión que el mismo personaje de V quería rescatar al ponerse dicha máscara.

Algo de eso hay en las protestas de Ocupa Wall Street y Ocupa St. Paul, en Inglaterra. Ambas protestas que pretenden ir al corazón de la crisis actual que comenzó el 2008: los excesos del capitalismo financiero (en el caso de St. Paul, los ocupantes no pudieron tomarse las dependencias de la bolsa por ser terrenos privados y en vez de eso se apostaron afuera de la catedral). Una crisis que la hicieron los más ricos, apostando para hacerse más ricos todavía (¡y de un día para otro!), y que dejaron a todo el resto del mundo endeudado y pagando los platos rotos. A los estados obligados a ajustarse los cinturones, restringir el gasto público, las pensiones y seguridad social. Los que trabajan y los que tienen menos, pagan. Y eso que estos tipos que jugaron al casino les daban hasta millones de dólares en bonos como premio por hacer quebrar bancos y aseguradoras y perder dinero que no les pertenecía.
Con justa razón el capitalismo financiero aún desregulado (nada ha cambiado desde el 2008 pese a todas las promesas) es visto como una forma de totalitarismo: no hay como ponerle freno, y los estados pasan a ser sus cómplices socializando las pérdidas a partir de la pérdida de derechos conquistados por sus ciudadanos, lo que precariza aún más el trabajo, las condiciones de vida, la salud, la educación y las jubilaciones. Y reprimiendo a los que protestan, por supuesto.

La democracia representativa también está en entredicho. Los canales de "participación" (elecciones cada cierto tiempo) ya llevan mucho tiempo deslegitimados. Y la política no parece ser vista como expresión de la ciudadanía ni menos al servicio de ésta. No es raro, así, que la derecha sea la que se imponga electoralmente tras estas crisis (España, Grecia), pero pretender leer en esto un cambio en el pensamiento político de la ciudadanía es de una ingenuidad que justamente hace posible (y causa) los estallidos ciudadanos.

Hace una semana conversaba con socialistas ingleses que se manifestaban en contra de los recortes fiscales. Cuando les contesté de dónde venía, me dijeron. "ahh, Chile, hay una lucha bastante fuerte por allá con respecto a la educación ¿no? Estamos en la misma lucha. Se trata de que el poder económico está concentrado, el poder político está concentrado y ambos están demasiado juntos. No hay vías reales de participación para los ciudadanos, para los que realmente trabajan. Los ricos se enriquecen y el 99% les paga sus lujos y sus errores."

Y sí, a veces dan ganas de hacer volar algunos lugares...y en el fondo detrás de cada máscara está implícita esa idea. Aunque sea sólo una ciudadanía festiva, y no violenta.

Por Favor, reAcciones

P.S.: Sí, ahora estoy en Inglaterra. Ya les iré contando más detalles. Sé que estoy muy en deuda con ustedes estimadas lectoras y estimados lectores, así que haré los consiguientes apretones, ajustes y recortes para ir saldándolas. Gracias por su paciencia.